Pharrell Williams, estrella mundial del pop, se presentó en un espectáculo gospel en el atrio de Notre Dame, el punto culminante del concierto grabado el viernes y transmitido el sábado para celebrar la reapertura de la catedral, cinco años después de su incendio. Interpretando su éxito mundial «Happy», estuvo rodeado de 70 cantantes gospel vestidos con túnicas blancas satinadas con motivos de camuflaje. El conjunto y su solista también interpretaron, en la intersección del soul y el hip-hop, el tema «Joy» de Voices of Fire, un coro que Pharrell Williams fundó junto a su tío pastor, Ezekiel Williams, en su ciudad natal de Virginia.. Seguir leyendo
El concierto fue grabado la noche del viernes ante la previsión de mal tiempo para este sábado.
Pharrell Williams, estrella mundial del pop, se presentó en un espectáculo gospel en el atrio de Notre Dame, el punto culminante del concierto grabado el viernes y transmitido el sábado para celebrar la reapertura de la catedral, cinco años después de su incendio. Interpretando su éxito mundial «Happy», estuvo rodeado de 70 cantantes gospel vestidos con túnicas blancas satinadas con motivos de camuflaje. El conjunto y su solista también interpretaron, en la intersección del soul y el hip-hop, el tema «Joy» de Voices of Fire, un coro que Pharrell Williams fundó junto a su tío pastor, Ezekiel Williams, en su ciudad natal de Virginia.. El cantante, rapero, compositor y productor estadounidense de 51 años se ha convertido en una figura imprescindible en el panorama artístico internacional con sus 13 premios Grammy. Desde 2023, también es director de las colecciones masculinas en Louis Vuitton, la joya del grupo de lujo LVMH, cuyo presidente, Bernard Arnault, presente en la ceremonia del sábado, ha donado más de 200 millones de euros para la restauración de la catedral, siendo uno de los donantes más generosos.. El artista estuvo entre las personalidades que llevaron la antorcha olímpica antes de los Juegos Olímpicos de París, un evento patrocinado por LVMH, este verano. Más temprano en la noche, estrellas de la música clásica se presentaron, dentro de la catedral o en su atrio, dirigidas por el maestro venezolano Gustavo Dudamel. El virtuoso chino del piano Lang Lang ofreció su interpretación del concierto n.º 2 de Saint-Saëns y el prodigio sueco del violín Daniel Lozakovich tocó el Aria de la tercera suite para orquesta de Bach. La soprano sudafricana Pretty Yende cantó el himno «Amazing Grace» y el tenor franco-suizo Benjamin Bernheim interpretó el Ave María de Schubert.. Más sorprendente, la franco-beninense Angélique Kidjo interpretó «Jerusalema», una canción escrita en zulú y dedicada a la ciudad de Jerusalén, que se convirtió en un éxito mundial tras su remix por el rapero nigeriano Burna Boy. Por su parte, la actriz francesa Marion Cotillard recitó el poema «El Puente» (Las Lamentaciones) de Víctor Hugo, autor de la novela «Nuestra Señora de París», acompañada por el violonchelista franco-estadounidense de origen chino Yo-Yo Ma. El concierto concluyó con la actuación del DJ francés Michaël Canitrot, quien tocó con efectos de luz en la fachada de la catedral.
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