El 4,9% de los jubilados españoles sigue trabajando nada más jubilarse, según una estadística de Eurostat distribuida este lunes. Es una proporción bajísima, la tercera por la cola de las 30 que recoge el organismo estadístico europeo. El porcentaje español está lejos de la media de la Unión Europea (13%) y mira con prismáticos a los países con más jubilados en esa situación, como Estonia (55%). Esta variable —que mide la situación laboral de los jubilados en los seis meses posteriores a recibir su primera prestación— es relevante ante el estrés que sufre el sistema de pensiones, en un contexto de envejecimiento y baja natalidad. El Gobierno, especialmente desde la legislatura pasada, viene aprobando incentivos para demorar la jubilación o para compatibilizarla con el empleo. Ese impulso legislativo está activando estas modalidades, pero aún no consiguen emparejar a España con el escenario europeo.. Seguir leyendo
El 4,9% compatibiliza empleo y pensión en España, muy lejos del 13% de la UE. Los expertos achacan el desfase a una normativa “desincentivadora”, mientras que el Gobierno defiende la reforma con la que pretende impulsar la jubilación parcial y activa
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El 4,9% de los jubilados españoles sigue trabajando nada más jubilarse, según una estadística de Eurostat distribuida este lunes. Es una proporción bajísima, la tercera por la cola de las 30 que recoge el organismo estadístico europeo. El porcentaje español está lejos de la media de la Unión Europea (13%) y mira con prismáticos a los países con más jubilados en esa situación, como Estonia (55%). Esta variable —que mide la situación laboral de los jubilados en los seis meses posteriores a recibir su primera prestación— es relevante ante el estrés que sufre el sistema de pensiones, en un contexto de envejecimiento y baja natalidad. El Gobierno, especialmente desde la legislatura pasada, viene aprobando incentivos para demorar la jubilación o para compatibilizarla con el empleo. Ese impulso legislativo está activando estas modalidades, pero aún no consiguen emparejar a España con el escenario europeo.. El dato de recién jubilados empleados, un 4,9%, solo supera al de Grecia (4,2%) y Rumanía (1,7%). En la banda baja también se sitúan Croacia (5%) o Eslovenia (8%). Los países europeos más poblados que España también cuentan con más jubilados que trabajan: Italia registra un 9,4%, Francia un 9,8% y Alemania un 12,8%, en línea con la media de los Veintisiete (13%). Los cinco países con más recién jubilados empleados son Estonia (54,9%), Letonia (44,2%), Lituania (43,7%), Islandia (42,3%, no es miembro de la UE) y Suecia (41,7%).. El secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CC OO, Carlos Bravo, cree que la normativa es clave para entender estos desfases, en función de lo atractivo que resulte para el jubilado seguir trabajando. Pero pone el foco en una particularidad española: “Somos un país que expulsamos más que el resto a los empleados mayores del mercado laboral, a los que tienen más de 55 años. Es un elemento imprescindible para entender esta estadística”. Según los datos de Eurostat, el 25,8% de los que acceden a la jubilación en España venían de no trabajar en los seis meses anteriores, una proporción superior a la media comunitaria (22,4%).. Ignacio Conde-Ruiz, investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), cree que la normativa española apenas fomenta la compatibilización entre empleo y pensión: “Tanto la legislación laboral como la de pensiones están diseñadas para impedir la compatibilidad. En origen se pensó así por un argumento falaz, que cada hora que no trabaje un jubilado la iba a trabajar una persona joven que se incorpore al mercado”. Con todo, cree que el Gobierno está cambiando esta perspectiva: “Hay modificaciones a mejor, pero creo que queda mucho camino por recorrer. Hay que facilitar más que se compatibilice el trabajo parcial con el cobro de la pensión. La gente no quiere seguir trabajando ocho horas al día si cobra la pensión, pero unas horas sí”.. “Hay un desincentivo a la coincidencia de jubilación y empleo. En otros países europeos, la compatibilización es mucho más sencilla y compensa”, defiende José Antonio Herce, experto en pensiones y socio fundador de LoRiS. También cree que hay un desfase cultural, que en España apenas se contempla la compatibilización como una opción, y que no ayuda el tejido productivo: “Predominan los servicios, es normal que un camarero no siga trabajando a los 70 años. Pero no todos somos encofradores y mineros, se debería facilitar para las profesiones en que se pude hacer”. Asimismo, cree que con la normativa actual tampoco hay incentivos para las empresas, ya que el hipotético despido de empleados muy veteranos va acompañado de indemnizaciones cada vez mayores.. Cambios a la vista. El Gobierno está pendiente de dar un último paso para completar su reforma de pensiones (pactada con sindicatos y patronales), con cambios en la jubilación parcial y activa que, prevé el Ejecutivo, repercutirán en una mayor compatibilización de prestaciones y empleo. Se espera que el Ejecutivo apruebe la reforma por real decreto y que lo haga en alguno de los pocos Consejos de Ministros que quedan antes de que acabe el año, ya que hay normativa —como la que afecta a la industria manufacturera— que, si no, quedará colgando a 1 de enero. Después la norma debería ser convalidada en el Congreso, con el voto favorable del PP más cerca que el de los socios nacionalistas de izquierdas.. Fuentes de la Seguridad Social creen que estos datos, en los que España queda tan rezagada en compatibilización de empleo y pensión, “ponen de manifiesto lo oportuno que es el último acuerdo de pensiones”. Defienden que los cambios en jubilación parcial y activa favorecerán “una salida más gradual del trabajo hacia la jubilación, en línea con los países de nuestro entorno, más adaptada a las condiciones y situaciones de cada persona trabajadora”.. En jubilación activa el acuerdo elimina el requisito de tener una carrera de cotización completa, “lo que facilita su acceso y tiene una especial incidencia desde la perspectiva de género; este tipo de jubilación será compatible con los incentivos de demora y su compatibilidad se fijará en función del tiempo que se demore (de manera que cada año de demora en la jubilación activa, incrementará el porcentaje a aplicar en el percibo de la pensión)”, defiende el departamento de Elma Saiz. En jubilación parcial, agrega el ministerio, “se ha pactado ampliar de dos a tres los años la posibilidad de anticipo, con límites en la reducción de la jornada; además, se mejoran las condiciones del trabajador relevista: su contratación tendrá que ser indefinida y a tiempo completo en un puesto no amortizable”.. “Hay que reseñar que en este último acuerdo se han mejorado los incentivos para demorar la jubilación, que ya fueron modificados tras la reforma de 2021, y están teniendo una buena acogida. Se han duplicado en los últimos años. Si antes de la reforma eran menos del 5% del total, menos de 14.000 altas al año, ahora rozan el 10% y en lo que llevamos de 2024 son más de 28.800. La reducción de las jubilaciones anticipadas y crecimiento de las demoradas han elevado la edad efectiva de jubilación a los 65,2 años”, finaliza el ministerio.. Solo un 19% trabaja por necesidad en España. Otro dato clave que analiza Eurostat es el motivo por el que estos recién jubilados siguen empleados. Con esos datos, el sistema español parece proteger mejor que el otros países: solo el 19,6% de los jubilados que sigue trabajando dice hacerlo porque no llega a final de mes, casi diez puntos por debajo del promedio europeo (28,6%). Es un registro muy inferior al de Chipre (68,6%), Rumanía (54,3%) o Bulgaria (53,6%). “Los sistemas de pensiones del este de Europa son más débiles. Es normal que a muchas personas no les quede más remedio que seguir trabajando”, explica Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CC OO. Esta proporción de jubilados que trabaja por necesidad también es mayor que en Francia (37,7%), Alemania (36,2%) e Italia (29,7%).. Los estudios internacionales reconocen al sistema español como uno de los más generosos del mundo. Según los últimos datos de la OCDE, la pensión media española representa un 80,4% del salario medio, muy por debajo del 50% del promedio del club de países desarrollados. “Muchas personas cobran exactamente lo mismo trabajando que jubilados, sobre todo las personas empleadas en sectores de menor valor añadido”, reflexiona Conde-Ruiz. Esta impresión conecta con otro dato: España es el segundo país en que menos jubilados empleados encuentran financieramente atractivo seguir trabajando, un 3,4%, un tercio de la media comunitaria (9,1%).. Asimismo, España es el país en que menos jubilados que trabajan dicen seguir haciéndolo porque disfrutan de su empleo o de ser productivos. Son solo un 17,9%, en línea con Chipre (19,1%), Eslovaquia (20,4%), Francia (20,6%) y Bulgaria (22,4%). En otros países la situación es radicalmente diferente: muchísimos jubilados que trabajan dicen hacerlo porque les agrada. Es el caso de Noruega (62,7%), Dinamarca (61%) o Países Bajos (59,6%), economías mucho más avanzadas que la española, en las que predominan los sectores de alto valor añadido.