Uno puede anticipar que una gran fiesta se aproxima cuando la atmósfera está llena de energía. Se refleja en las risas frenéticas y el brillo en los ojos, en los brincos vibrantes y los gritos que sacuden el pecho. Un prólogo que se entiende como el cierre de una celebración, o como el remate de un inicio, dependiendo del enfoque.
La artista realizó en el Estadio Metropolitano un evento doble para conmemorar el progreso de su trayectoria, donde también hizo un anuncio sobre su gira mundial programada para 2026.
Uno puede anticipar que una gran fiesta se aproxima cuando la atmósfera está llena de energía. Se refleja en las risas frenéticas y el brillo en los ojos, en los brincos vibrantes y los gritos que sacuden el pecho. Un prólogo que puede verse como un cierre festivo, o el epílogo de un inicio, dependiendo de la perspectiva. La noche pasada tuvo lugar la tercera actuación de la Metamorfosis Season, la minigira en estadios de Aitana, siendo la segunda de sus dos presentaciones en el estadio madrileño Riyadh Air Metropolitano. Una gira pequeña que en realidad no es nada pequeña: 3 entradas agotadas, un espectáculo de dos horas y media, un repertorio de 35 canciones y 4 etapas, al estilo de Taylor Swift, que representa un cambio significativo en su trayectoria. Los conciertos de Aitana en el Metropolitano llegaron para la artista catalana con la alegría de un hijo muy anhelado. No es sorprendente: han pasado dos años desde la anulación de los conciertos en el Bernabéu, los cambios de fechas y el reacomodo que llevaron a muchos aficionados a pedir la devolución de sus boletos, así como los problemas de salud mental que la artista compartió detalladamente en su documental de Netflix, Metamorfosis. «Han sido muchos meses de espera y cuando finalmente llega algo que anhelabas tanto, sientes una felicidad inmensa.» «No quería decepcionaros otra vez, ya os he fallado en muchas ocasiones, así que espero que todo salga bien», dijo Aitana al público después de cantar los primeros tres himnos: «6 de febrero», «Superestrella» y «Teléfono», además de su única canción en inglés, «Popcorn». «Espero que sea una noche memorable y que este marque el final de los primeros estadios.» Tres actos destacados estructuraron un show que mostró toda la evolución musical de la artista: desde sus primeros pasos con Spoiler hasta la reciente cercanía de Cuarto azul, donde cada canción -incluso las más desenfadadas- tienen un nombre y apellidos. Con «Música en el cielo», que está dedicada a su abuelo que ha fallecido, se despojó de toda vestimenta, mientras que con «Cuando hables con él», se cubrió con un velo transparente que evocaba la nostalgia.
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