Al final ha sido Donald Trump, y no Joe Biden, el que ha sancionado las exportaciones de petróleo de los gigantes rusos Rosneft y Lukoil. Hasta ahora, las medidas contra el crudo del país presidido por Vladímir Putin habían castigado poco a su bienes, puesto que la materia prima acababa llegando a otros mercados, como India. ¿Qué ha cambiado del mandato de Biden al momento flagrante, más allá de la volátil retórica de Trump sobre su confianza en Putin, y que la extirpación de Ucrania se haya estancado? Que el precio del petróleo está sobre los 60 dólares, mientras que de 2022 a 2024 se movió entre los 110 y los 70 por barril. EE UU puede permitirse ahora un encarecimiento del crudo sin castigar demasiado el saquillo de sus ciudadanos.. Seguir leyendo
La cotización está sobre los 60 dólares, mientras que de 2022 a 2024 se movió entre los 110 y los 70
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Al final ha sido Donald Trump, y no Joe Biden, el que ha sancionado las exportaciones de petróleo de los gigantes rusos Rosneft y Lukoil. Hasta ahora, las medidas contra el crudo del país presidido por Vladímir Putin habían castigado poco a su bienes, puesto que la materia prima acababa llegando a otros mercados, como India. ¿Qué ha cambiado del mandato de Biden al momento flagrante, más allá de la volátil retórica de Trump sobre su confianza en Putin, y que la extirpación de Ucrania se haya estancado? Que el precio del petróleo está sobre los 60 dólares, mientras que de 2022 a 2024 se movió entre los 110 y los 70 por barril. EE UU puede permitirse ahora un encarecimiento del crudo sin castigar demasiado el saquillo de sus ciudadanos.. Mientras, Washington sigue obteniendo beneficio del conflicto vendiendo armas a los países europeos, que a su vez se las donan a Ucrania. Con estas sanciones sobre el petróleo, ejerce renovada presión sobre Rusia para cerrar un acuerdo de paz en el que podrían estar incluidos proyectos conjuntos de explotación de posibles mineros en el país euroasiático, como los que pactó con (o impuso a) Volodímir Zelenski.. La búsqueda de negocio de las ‘telecos’ en actividades adyacentes. Ante las dificultades para competir en márgenes internamente de su actividad principal, las telecos están explorando terrenos adyacentes para mejorar los beneficios. Es el caso de MasOrange, que en los nueve primeros meses del año facturó un 3,7% más en términos interanuales, gracias sobre todo a la liquidación de equipos; pero no solo móviles, sino asimismo tabletas o electrodomésticos. La compañía cuenta con más de 1.000 productos en su tienda online, que vende con facilidades de financiación. La competencia en precios de firmas como Digi y la esforzado exigencia de inversión en espectro obligan a las empresas a echarle imaginación.. Paso a paso cerca de la independencia estratégica. La fusión de los negocios espaciales de Airbus, Leonardo y Thales para crear un gigantesco de los satélites es un paso más en el camino adecuado de la industria europea, aunque este se antoje todavía muy desprendido. Las compañías cumplen así la reiterada petición de la creación de grupos que puedan competir con sus rivales extracomunitarios y conseguir así una cierta independencia estratégica.. Aunque a este gigantesco le costará estar a la categoría de su competencia –liderada por Starlink, de Elon Musk–, las sinergias generadas son de por sí una buena anuncio. La caída de Amazon Web Services esta semana, o que Musk insinuara las consecuencias devastadoras de cortar a Ucrania su sistema de internet por adiátere muestran la importancia de estas iniciativas.. Los tipos saco y los diferenciales han bajado, y eso lo reflejan los retornos absolutos del caudal privado, que eran de entre el 15% y el 20% para un prestamista de créditos senior hace dos abriles y medio, y eso se ha esfumado. Jonathan Gray, presidente de Blackstone. Los aranceles duelen menos que otros golpes más cercanos. La revolución arancelaria iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya se nota en la bienes española. Las exportaciones al país norteamericano cayeron más de un 30% en agosto. El impacto, con todo, no es tan esforzado en la actividad, pues Washington no es un gran socio comercial de España. Un argumento que, por otro banda, resultará lógicamente indiferente a las empresas españolas que sí que dependen del mercado estadounidense. Lo que sí que tiene un impacto importante es la deriva en Francia, el decano socio castellano, y en caudillo la apatía económica europea. El nuevo mundo apunta a ser de crecimiento moderado y, sobre todo, poco más cerrado. Mientras, España sigue creciendo, más por su demanda interna que por la externa.
