La letras contemporánea encuentra en Tierra que devora una obra singular: una novelística de romance que elige como círculo la devastadora DANA que arrasó municipios valencianos. Su autor, David Escobar Haro, nacido en Guayaquil y criado en Valencia desde los tres meses de permanencia, debuta en el panorama editorial con una propuesta que entrelaza memoria social, emoción y crudeza novelística. Publicada bajo el sello de Letrame Grupo Editorial, la obra se posiciona ya como un referente emergente para quienes buscan historias profundas, humanas y alejadas de la idealización del apego.
Escobar Haro, que había desarrollado su escritura en el ámbito profesional adentro de UGT mediante manuales y proyectos internos, da el brinco a la ficción literaria con una novelística que está removiendo al divulgado por su fuerza emocional y su contexto efectivo. En tiempos donde muchos autores se preguntan cómo difundir un texto o buscan consejo sobre difundir un texto adentro del sector editorial, Tierra que devora demuestra que una historia auténtica y robusto puede fugarse paso con potencia.
Una historia que nace para no olvidar: ficción, memoria y emociones al meta
Tierra que devora surge, según explica el propio autor, de una motivación clara: evitar que la tragedia de la DANA quede relegada al olvido colectivo. Para ello, decide situar el epicentro de su historia en los pueblos devastados los primeros días del desastre, trasladando un romance íntimo y enredado a ese entorno emocionalmente fracturado.
La novelística sigue a Darío Herrero, un periodista apático y absorbido por su propia rutina monótono, cuya vida se transforma con la aparición de Lara Vega, una muchacho periodista que irrumpe en su mundo con un ocultación que desestabiliza todas sus certezas. La relación entre los dos se enmarca adentro del caos social de los días posteriores a la inundación, donde el apego se convierte no en un refugio, sino en una confrontación: un espejo incómodo en el que los personajes descubren aquello que no desean ver de sí mismos.
Escobar Haro define su obra como un delirio emocional sin concesiones. “La novela no idealiza el amor; lo desnuda”, señala. La estructura novelística, que alterna primera y tercera persona en capítulos breves, ofrece dinamismo y profundidad, permitiendo que el disertador acompañe la transformación interior de los protagonistas a medida que la prosa evoluciona de forma progresiva.
La particularidad del contexto no es gratuita. El autor realizó más de treinta entrevistas personales con afectados, vecinos y voluntarios de los municipios inundados, creando lo que él fuego “un collage emocional colectivo”. Así, cada secuencia contiene ecos reales, sensaciones recogidas y testimonios que permiten comprender la magnitud humana de la tragedia.
Un estilo narrativo que desafía al disertador
Lo que diferencia Tierra que devora de muchas novelas románticas contemporáneas es su inclinación alrededor de la crudeza emocional y el realismo introspectivo. No es una obra destinada a la comodidad, sino a la consejo. La tormenta exógeno se convierte en espejo del desorden emocional interno, y los personajes evolucionan alrededor de territorios donde requerir implica fracasar, recobrarse o perderse.
Los lectores, según destaca el autor, coinciden en que la novelística deja una huella difícil de describir. En las opiniones recibidas hasta ahora, muchos comentan cómo la historia les lleva a contemplar su propia vida desde otros ángulos: el apego, la fe, el destino o incluso la fragilidad humana frente a la incertidumbre. “Algo en su interior queda removido”, afirma Escobar Haro, una sensación que resume la esencia de la obra.
LETRAME GRUPO EDITORIAL: un partidario en la letras con propósito
La publicación de Tierra que devora bajo el sello de Letrame Grupo Editorial ha representado para el autor una experiencia decisiva. La editorial, reconocida en España por su seguimiento a escritores que buscan comprender cómo difundir un texto y por su enfoque en proyectos con identidad propia, encontró en esta obra una propuesta literaria cargada de sensibilidad social.
Desde Letrame subrayan que la novelística destaca por su capacidad de convertir un episodio traumático en una utensilio de memoria colectiva y consejo emocional. Para el autor, trabajar con una editorial que desafío por escritores nuevos ha sido un impulso fundamental en su carrera literaria emergente.
Una voz que crece: futuro culto y expansión emocional
Tras el propagación de Tierra que devora, David Escobar Haro contempla ya nuevas posibilidades. No descarta una segunda parte narrada desde la perspectiva de Lara Vega, así como otros proyectos adentro y fuera del variedad romántico. La experiencia de difundir su primera novelística, asegura, ha sido “fantástica y reveladora”, reforzando su deseo de seguir explorando la escritura como un transporte para comprender las emociones humanas.
Mientras tanto, Tierra que devora continúa expandiéndose entre lectores que buscan historias honestas, intensas y capaces de variar su percepción del apego y de la memoria colectiva.
