En la reforma de los planes de pensiones ejecutada en 2021 y 2022 el Gobierno desnudó a un santo para vestir a otro, pero terminó dejándolo igualmente en paños menores. Secó los planes individuales y abonó los colectivos con el mismo fertilizante que ya tenían desde su diseño en los noventa, con parecido paupérrimo resultado, pese a su crecimiento nominativo en los últimos abriles. En los cinco abriles del prueba, el hucha financiero para el retiro se ha estancado en los fondos y ha puesto rumbo a las rentas vitalicias por puro conductismo fiscal, donde la penalización en la tributación se limita a los rendimientos del hacienda y decrece en función de la etapa, y con los tipos marginales del IRPF atenuados de modo natural por la condición de pasivos.. Seguir leyendo
El retazo de incentivos y la desatiendo de neutralidad congela la provisión en fondos individuales y se refugia en rentas vitalicias
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En la reforma de los planes de pensiones ejecutada en 2021 y 2022 el Gobierno desnudó a un santo para vestir a otro, pero terminó dejándolo igualmente en paños menores. Secó los planes individuales y abonó los colectivos con el mismo fertilizante que ya tenían desde su diseño en los noventa, con parecido paupérrimo resultado, pese a su crecimiento nominativo en los últimos abriles. En los cinco abriles del prueba, el hucha financiero para el retiro se ha estancado en los fondos y ha puesto rumbo a las rentas vitalicias por puro conductismo fiscal, donde la penalización en la tributación se limita a los rendimientos del hacienda y decrece en función de la etapa, y con los tipos marginales del IRPF atenuados de modo natural por la condición de pasivos.. El debate sobre los pertenencias de la reforma del hucha a liberal plazo para el retiro profesional ha vuelto al seno del Gobierno por la presión de los técnicos, aunque sigue sin estar un año tras otro en la primera rasgo de prioridades. Las decisiones fiscales sobre cada cuestión, y más en las financieras, se toman para incentivar un camino y socavar otro; pero en un país con un intenso pasivo de capitalización de la posesiones y de inversión, las herramientas para revertir la situación deben ser estimuladas por igual y ser sometidas a criterios fiscales idénticos y neutrales, y nunca discriminatorios.. Más información. La insospechada querencia de la sociedad española por el hucha. Cercenar los incentivos a los planes individuales y conservarlos en los colectivos no fue sino una atrevimiento oficial tan legítima como ideológica, y que, apoyada por buena parte de la doctrina, consideraba que lo que era vicioso individualmente se tornaba en virtuoso si se hacía colectivamente. El argumento de que las abultadas deducciones en renta por la capitalización de fondos, que se devuelven corregidas y aumentadas en el rescate, se concentraban en las rentas más elevadas es tan de balde como obvio; obvio porque la capacidad de hucha se concentra en tales rentas, y de balde porque tales rentas aportan más posibles a la Hacienda que las modestas.. Históricamente sólo el 8% de los partícipes aportaban anualmente más de 4.000 euros, y casi un 40% del efectivo lo capitalizaba el postrero decil de renta, acaparando dos terceras partes del coste fiscal. Pero son igualmente estos partícipes los que precisan de más auxilio financiero tras el retiro para complementar su pensión pública y ayudar el nivel de ingresos, puesto que el retorno que les proporciona la Seguridad Social es muy modesto comparado con el capturado por las rentas medias y bajas.. Los planes de empleo y empleo simplificados han crecido en número, en partícipes (poco más de tres millones ya) y en patrimonio (40.036 millones a octubre de 2025), con la incorporación de unos pocos planes aparejados a otros tantos convenios sectoriales, mientras que el diseñado hace lustros para los funcionarios sigue varado y sin aportaciones entre otras cuestiones por la desaparición de Presupuestos que las active. Y lo han hecho por la barrera de entrada puesta a los individuales, y no por la convicción natural de que el hucha colectivo tenga más hechizo que el personal, cuando la productividad de los miembros de una plantilla no es nunca idéntica y genera recelos internos a la hora del reparto de los beneficios sociales.. La gran víctima del cambio regulatorio han sido los planes individuales, aunque en términos agregados conservan e incluso mejoran su patrimonio (93.341 millones de octubre) por la robusto revalorización de los activos en los que invierten en los dos últimos abriles. Pero las aportaciones son ya inferiores a las prestaciones distribuidas (995 millones inyectados por 1.666 reembolsados en los nueve primeros meses del año 2025). En el caso de los sistemas de empleo hay aportaciones netas por casi cien millones de euros. La patronal de los fondos considera que el cambio normativo ha supuesto un pasivo de aportaciones en los planes individuales de 9.800 millones de euros solo hasta finales de 2024, y que en ocho de los últimos merienda abriles los avances del patrimonio se debieron a la revalorización de los activos, y solo en tres de ellos (2018, 2020 y 2022) las aportaciones superaron a las prestaciones.. Como el hucha de los españoles a liberal plazo se mueve en un mecano de vasos comunicantes, siempre mantiene en el mismo nivel cíclico. Pero ha optado por puro conductismo fiscal, impuesto por decisiones gubernamentales, por descuidar parcialmente los productos que proporcionaban beneficio tributario en el momento de la cuota para devolverlos a posteriori, y penetrar efectivo en los que reportaban, aunque fuese limitadamente, una prima fiscal al rescate del patrimonio. El trasvase ha llevado el hucha a los planes de previsión asegurados, a los de hucha sistemático, a los unit-linked, y, de modo más intensa, a los productos genéricos de rentas vitalicias, tal como refleja el postrero vaivén de la patronal de las aseguradoras, Unespa.. El gran beneficiario ha sido el categoría de productos de rentas vitalicias, que alcanzan ya los 97.300 millones de euros entre los de carácter individual y los colectivos. Los primeros se han convertido en la alternativa a los fondos de pensiones individuales, y acaparan ya 73.500 millones (a octubre, con datos de Unespa), frente a los 60.470 de 2021, cuando arrancó la reforma, con un incremento del 21,5%. Las aportaciones han pasado de los 2.340 millones en 2021 a aventajar los 6.000 sólo en los nueve primeros meses de 2025, y han desbordado a las prestaciones en todos y cada uno de los ejercicios desde entonces.. El contrapunto se ha producido en los fondos individuales, que, aunque conservan el nivel patrimonial por la revalorización de los mercados, han registrado pérdida neta de aportaciones todos los abriles desde 2022. Desempeño más discreto han tenido los planes asegurados (10.100 millones de patrimonio) y los de hucha sistemático (15.763), poliedro que concentran la inversión en activos muy conservadores. Los unit linked sí han proporcionado refugio al hucha más arriesgado y superan ya los 28.700 millones de euros, con crecimientos abultados cada año.. Entre tanto, y tras el entrenamiento forzado de cálculo fiscal provocado por la reforma de 2021 y 2022, la caja conspicuo de Hacienda no renuncia a seguir considerando el rescate de los fondos de pensiones, individuales o colectivos, como rentas del trabajo, para someterlas al tipo insignificante de cada contribuyente, lógicamente, igualmente atenuado, fuera de en algunos de los muchos casos de reembolso a los diez abriles de decrepitud. Es obvio que las aportaciones recibieron un bono fiscal en forma de reducción de la pulvínulo imponible, que lo devuelven al retornar al partícipe, pero no es carencia obvio que la rentabilidad generada igualmente lo sea. Se alcahuetería de rentas de hacienda y tal consideración deberían tener para Hacienda cuando pasen por caja, tal como plantea la industria y los expertos tributarios, y que ya algunas haciendas, como las de las diputaciones vascas, han admitido.. Y otro detalle que ilustra lo allí que llega la avidez fiscal. En una especie de entrenamiento de doble imposición, una buena parte de los fondos de pensiones pasan en el acto del reembolso, encima de por la religiosa retención, por el escáner de la Tesorería de la Seguridad Social para rendir cuentas con las dos nuevas figuras impositivas a las que se someten todas las rentas del trabajo que superen las cuantías de la pulvínulo máxima de cotización, que engordan igualmente en muchos casos con el cobro de bonos por objetivos de directivos y cuadros medios de las empresas.. José Antonio Vega es periodista.
