El escritor Álvaro Pombo (Santander, 1939) ha sido galardonado con el Premio Cervantes que concede el Ministerio de Cultura, considerado el premio literario más importante en Lengua Española, dotado con 125.000 euros. Al filo de las siete de la tarde, el ministro de Cultura Ernest Urtasun ha anunciado el fallo del jurado, que en esta 49ª edición ha elegido al autor por «su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración», ha apuntado el ministro, que ha continuado explicando que el novelista «goza de un notabilísimo nivel como poeta. Seguir leyendo
El escritor Álvaro Pombo recibe el galardón literario más importante en Lengua Española, dotado con 125.000 euros, y sucede en el palmarés al novelista leonés Luis Mateo Díez. El jurado ha destacado «su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración»
El escritor Álvaro Pombo (Santander, 1939) ha sido galardonado con el Premio Cervantes que concede el Ministerio de Cultura, considerado el premio literario más importante en Lengua Española, dotado con 125.000 euros. Al filo de las siete de la tarde, el ministro de Cultura Ernest Urtasun ha anunciado el fallo del jurado, que en esta 49ª edición ha elegido al autor por «su extraordinaria personalidad creadora, su lírica singular y su original narración», ha apuntado el ministro, que ha continuado explicando que el escritor «goza de un notabilísimo nivel como poeta y ensayista, al que se une el ser uno de los grandes novelistas de nuestra lengua, que indaga en la condición humana desde las perspectivas afectivas de unos sentimientos profundos y contradictorios».. «No voy a negar que deseaba este premio, pero de verdad que no me lo esperaba para nada», exclama al teléfono Pombo justo antes de confesar que está a punto de irse al dentista. «Cuando el ministro me dijo que me lo habían concedido, me alegré mucho. La verdad es que ni pensaba en ello, y si lo pensaba, creía que lo iba a recibir cualquier de los otros autores de los que se hablaba, de aquí o de Hispanoamérica, que son todos magníficos, como Leonardo Padura», destaca.. Su reacción, recrea para EL MUNDO, fue directa y espontánea, tan oral y popular como muchas de sus páginas: «‘Vaya alegrón que me has dado, ministro’, es lo que le dije, riendo. Y es la verdad, he sido muy sincero», reconoce el escritor, quejándose, como últimamente, de los achaques de la edad. «Justo voy ahora a que me miren los dientes porque estoy viejo, poco más que para chapa y pintura».. Considerado como uno de los renovadores del realismo subjetivo -una técnica que él define como psicología-ficción y que se plasma en el el profundo análisis psicológico de los personajes de sus novelas- y afincado en Madrid desde hace décadas, Pombo ha obtenido reconocimientos como el Premio Herralde por El héroe de las mansardas de Mansard (1983), el Premio Nacional de Narrativa por Donde las mujeres (1997), el Premio Fundación José Manuel Lara por El cielo raso (2001), el Premio Planeta por La fortuna de Matilda Turpin (2006), el Premio Nadal por El temblor del héroe (2012), el Premio Honorífico de las Letras de Santander (2018), el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2023) o el Premio Francisco Umbral al Libro del Año 2023 por su novela de corte histórico y familiar Santander, 1936.. Por este mismo libro recibió hace unos días el Premio de la Crítica de Madrid. «En sus creaciones, muestra el mundo a través de la construcción de un lenguaje en el que las deformaciones de la realidad aparecen reflejadas bajo el disfraz de la ironía y el humor», ha proseguido el ministro, antes de concluir que Pombo «ha creado aquello que define a los grandes escritores: un mundo propio, imperecedero e imprescindible que conmueve y conduele».. Su última novela, ‘El exclaustrado’, publicada el pasado septiembre, narra la historia de Juan Cabrera un monje con gran vocación religiosa que tras un fútil incidente con unos novicios sufre una crisis de fe y abandona el monasterio, sólo para recluirse entre montañas de libros de teología en un piso del centro de Madrid. Hasta que el mundo, en forma de un sobrino inocente, un antiguo rival que lo odia y una mujer sencilla atrapada en una relación con ambos; irrumpen en su ordenada y silenciosa realidad.. En conversación sobre este libro con este diario, el escritor aseguraba: «No diría que es un autorretrato, espero que no, pero sí que expresa cosas que me preocupan. Por ejemplo, yo soy una persona muy retirada, cada vez más por mi situación delicada, y veo a muy poca gente. Y quería advertir a quien me lea que vivir sólo a través de los libros es de una tristeza insoportable».. Esta última novela que ahonda con maestría en los misterios de la fe, el amor y la venganza se une a su larga serie de historias donde elaborados personajes, incisivas emociones y ciudades atmósferas morales (o inmorales) que funcionan como arañazos a la vida de un Pombo, que, aunque ya dueño de un estilo inconfundible se considera un simple vicario de la realidad. «No soy un sociólogo, sino un simple narrador. Se tiene que llegar, como yo, a los 80 y pico años para ser un pleno observador de la vida. Y a pesar de los achaques, compensa», afirmaba hace unas semanas.. Licenciado en Filosofía por la Universidad de Madrid, Pombo es Bachellor of Arts por el Birberk College de Londres. Entre 1966 y 1977 trabajó en un banco en Londres, donde se interesó por la tradición literaria inglesa, también cultivó tempranamente la poesía en obras como Protocolos (1973), Variaciones (1977) o Hacia una constitución poética del año en curso (1980). Es miembro de la Real Academia de la Lengua desde 2004, ocupando el sillón «j», donde leyó su discurso de ingreso titulado Verosimilitud y verdad. Su obra ha sido traducida a múltiples lenguas: alemán, francés, holandés, griego, inglés, italiano, noruego y portugués.. Activo en política en el extinto partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Pombo fue candidato al Senado en dos ocasiones, 2008 y 2011, pero nunca fue elegido. Desde hace años se muestra crítico con una actividad que considera que «vuelve a uno vanidoso, algo nada bueno para un escritor». Hace pocas semanas criticaba la falta de responsabilidad de la política actual. «Los políticos tienen que atinar, porque si no la joden. Entiendo que es aterrador ser, por ejemplo, responsable de la alimentación de los críos españoles, tener que calibrar bajadas de precios e impuestos para que la gente no se muera de hambre, pero es su responsabilidad».. En 2025, Anagrama, la casa editorial del escritor, tiene prevista la publicación de una biografía a cargo del, profesor, historiador y colaborador del Diario Montañés, Mario Crespo, nacida de los más de 20 años de amistad que le unen a Pombo. «Se trata de un proyecto de largo aliento que llevará presumiblemente el título de El mundo de Álvaro Pombo. Más que una biografía al uso, cronológica, será temática y se adentrará en los grandes temas principales de su obra: la infancia, los problemas morales, la homsexualidad, la relación con Dios y la religiosidad…», comparte Crespo, que añade que incluirá «muchas confidencias y claves, como, por ejemplo, el divorcio de sus padres y otros temas que sólo surgen en largas conversaciones entre amigos».. Pombo, que se ha impuesto en este Cervantes a nombres que llevaban varios días sonando, como el español Enrique Vila-Matas, la mexicana Margo Glantz, la nicaragüense Gioconda Belli, el argentino César Aira o el chileno Raúl Zurita;sucede en el palmarés del mayor galardón de nuestro idioma a otro español, el novelista leonés Luis Mateo Díez, reconocido el año pasado por el jurado como «uno de los grandes narradores de la lengua castellana, heredero del espíritu cervantino y creador de mundos imaginarios, creador de mundos y territorios imaginarios». Como es tradicional, el premio se entregará el 23 de abril de 2025, Día del Libro y efeméride de la muerte de Miguel de Cervantes, en la tradicional ceremonia de entrega que se celebra en el paraninfo de la Universidad de Alcalá (Madrid).. El jurado de esta 49ª edición ha estado presidido por Luis Mateo Díez, Premio Cervantes 2023, actuando como vicepresidenta María José Gálvez Salvador, directora general del Libro y Fomento de la Lectura. Además, ha estado formado por Carme Riera, por la Real Academia Española; Jaime Garau Amengual, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Rosabetty Muñoz, por la Academia Chilena de la Lengua; Cuauhtémoc Pérez Medrano, por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUALC); Luisa Castro, por el Instituto Cervantes; Ángeles García, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); Benjamín Torres Gotay, por la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP); Minni Swahney, por la Asociación Internacional de Hispanistas; Marta Sanz, a propuesta personal del Ministerio de Cultura, y Rafael Cadenas, Premio Cervantes 2022.
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