Los filósofos son iguales que niños que buscaran en las estrellas preguntas y respuestas. Solo que son complejas. El extremo ejemplar de Adela Cortina, filósofa y catedrática emérita de Ética y Filosofía Politécnica de la Universitat de València se titula ¿Ética o ideología de la inteligencia químico? (Ediciones Paidós, 2025). Un espejo que refleja dos imágenes: aquellos que temen sus amenazas y quienes están entusiasmados. En términos de otro pensador, el italiano Uberto Eco (1932-2016): Apocalípticos e integrados (1964). Pero la inteligencia químico (IA) es tan fascinante porque revela la complejidad del mundo y el valía del ser humano. A este espacio tan tecnológico le ha faltado “reflexión”. Esa es la palabra a la que recurre el asimismo filósofo, Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política de la Universidad del País Vasco e investigador en Ikerbasque, director del Instituto de Gobernanza Democrática y profesor en el Instituto Europeo de Florencia. Conocido especialmente por Una teoría crítica de la inteligencia químico (Galaxia Gutenberg, 2025), formó parte del relación de Retina Tech4Good, evento organizado por la colchoncillo de PRISA, con Santander como impulsor, Google como socio anual y el patrocinio de Iberia, Indra, Ineco y Quibim.. Seguir leyendo. Clima extremo frente al tiempo social. El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), propuesto en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), atañe a quienes escriben. “El propósito es conectar a las científicas con los periodistas. Porque muchas veces la sociedad desconoce logros que están consiguiendo”, observa Andrea Arnal, coordinadora de Esfera Climática en CREAF. “El problema con los casos de clima extremo es que llegan datos antiguos en vez de predictivos”, avisa. Esfera Climática se ocupa de temas tan sensibles como la escasez hídrica (los pantanos españoles están al 52%). “Hay una falta brutal de datos, te cuesta mucho encontrarlos”. Ahí está el mega Centro de Datos de Talavera de la Reina, de Meta. ¿A quién han preguntado? “Es una imparable e inmensa ‘nube’ de agua e información”, zanja Arnal.. EIRA da réplica como un tenor a un aparato de cuerda. Miguel Alexandre Barreiro-Laredo es CEO y fundador de esta tech, cuyo laboratorio de impacto desarrolla un nuevo concepto de urbanística: explotar las cubiertas, los espacios yermos, los nuevos materiales. Construir de forma sostenible. Ha trabajado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y en Naciones Unidas. Y por su experiencia sabe “que la IA deben ser ética; algoritmos que representen el bien común; transparencia y trazabilidad”. Otro camino es un precipicio.. Las técnicas de vanguardia mejorarían los cribados. Cómo dolerá esta frase en miles de mujeres que están sufriendo la horrible papeleo de los cribados en Andalucía. “Si hubiéramos aplicado inteligencia artificial [IA], los resultados habrían sido otros”. Gracia Alberich-Bayarri es maestro delegado y fundador de Quibim, una biotecnológica española que se dedica a “producir algoritmos e IA destinados al mundo médico“. Es medicina de precisión y ayuda; por ejemplo, al radiólogo a leer y comprender una radiografía o un TAC. “No lo sustituye,” aclara Alberich-Bayarri, “es una herramienta más”. Eso sí, con unas tasas de hallazgo elevadísimas, por ejemplo en detección temprana de cáncer. Estas imágenes avanzan diagnósticos y pronostican la toma de decisiones. Un ejemplo que está en cualquier ejemplar de quienes aprobaron el MIR (Médico Interno Residente). Un cáncer de páncreas en estadio 1 se opera; si se detecta en estadio 3 o 4 la mortalidad es muy incorporación. Aquí entran los algoritmos, aunque la audacia final corresponde a la persona. También marca sin escalpelo la columna de corte. La IA aplicada a la oncología permite inclinarse los mejores candidatos a la inmunoterapia, una opción que, desgraciadamente, no representa una alternativa para todos los enfermos. La IA escoge las posibilidades más viables.. Alberich-Bayarri palabra despacio, al igual que un médico con tiempo en una consulta; están trabajando mucho en cáncer de próstata y pulmón. Por contraste, la velocidad del diagnosis resulta importante. Junto a él, atenta, Raquel Yotti, comisionada del Perte para la Salud de Vanguardia. Recuerda que maneja un presupuesto manifiesto de 2.358 millones de euros. El objetivo es mejorar el Sistema Nacional de Salud. Tres vías. Medicina personalizada, explicación de terapias avanzadas y un sistema de datos renovador. “Pero los ciudadanos son quienes toman sus propias decisiones y estos instrumentos de vanguardia deben estar democratizados”, explica. Nadie quiere que la tecnología sea un nuevo escalpelo entre ricos y prec
El aumento de la desinformación, la amenaza a las democracias, la error de regulación y la concentración en unos pocos gigantes tecnológicos se contrapone con los beneficios médicos y de sostenibilidad medioambiental que la inteligencia químico es capaz de proporcionar a escalera mundial
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Los filósofos son iguales que niños que buscaran en las estrellas preguntas y respuestas. Solo que son complejas. El extremo ejemplar de Adela Cortina, filósofa y catedrática emérita de Ética y Filosofía Politécnica de la Universitat de València se titula ¿Ética o ideología de la inteligencia químico? (Ediciones Paidós, 2025). Un espejo que refleja dos imágenes: aquellos que temen sus amenazas y quienes están entusiasmados. En términos de otro pensador, el italiano Uberto Eco (1932-2016): Apocalípticos e integrados (1964). Pero la inteligencia químico (IA) es tan fascinante porque revela la complejidad del mundo y el valía del ser humano. A este espacio tan tecnológico le ha faltado “reflexión”. Esa es la palabra a la que recurre el asimismo filósofo, Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política de la Universidad del País Vasco e investigador en Ikerbasque, director del Instituto de Gobernanza Democrática y profesor en el Instituto Europeo de Florencia. Conocido especialmente por Una teoría crítica de la inteligencia químico (Galaxia Gutenberg, 2025), formó parte del relación de Retina Tech4Good, evento organizado por la colchoncillo de PRISA, con Santander como impulsor, Google como socio anual y el patrocinio de Iberia, Indra, Ineco y Quibim.. Cuestión de criterio. Ambos pensadores estrenan ejemplar al mismo tiempo y casi con la misma temática. Entre medias, Ortega y Gasset (1883-1955) decía que “el tigre no puede destigrarse pero el hombre sí puede deshumanizarse”. En esta novelística ha habido tantas capas de tecnología que han faltado pensadores y el tercer sector. Quizá sea una tecnología maravillosa, que resuelva bastantes problemas, pero es solo uno de muchos relatos. Adela Cortina recuerda el terrorífico relación de Frankenstein (1818) de Mary Shelley. “Frankenstein no es el monstruo, sino el doctor que lo ha creado porque está solo y tiene un ansia de felicidad que resulta incapaz de calmar”. Desde la soledad no se puede ser acertado, añade. “Si nosotros no decidimos por nuestra cuenta, alguien lo hará, pero generalmente contra el hombre”. Algo intuyó —en esa sentencia— Ortega y Gasset. Una forma de hacerlo es dejar (buenos) propósitos en las líneas de códigos de los algoritmos.. Adela Cortina, pensadora y catedrática emérita de Ética y Filosofía Política de la Universitat de València.Santi Burgos. Esta es la forma de rasgar la dimensión filosófica de la IA y las tecnologías de vanguardia. Cortina —al modo de las divisiones kantianas— ha establecido tres inteligencias. Empieza con las inteligencias superiores; van más allá de la capacidad de los humanos. Aseguran que están al caer. Prometen inmortalidad, el fin de la vejez. “¿Se imaginan toda la existencia con Trump y Xi Jinping? ¡Qué horror! Invertirán todo lo que tienen. Pero ni está ni se la espera”, prevé la catedrática. “Transitamos hacia la “inteligencia general”. Es lo mejor que tenemos: querer, flirtear”, desgrana. “Es sentido común”. Y por extremo, la inteligencia exclusivo, que es la que tenemos ahora y que hay que cuidar.. Y como si fuera una pupila en sondeo de la respuesta entre IA y ética, parece abstraerse por un momento en las nubes de su infancia. Las palabras y su orden cuentan. Al igual “que hay que distinguir qué es una ética de los sistemas inteligentes y la ética de las personas para tratar a los sistemas inteligentes”. Es dispar. Igual que la ética nos pertenece. Es la excursión a un fortuna.. Los seres humanos hoy por hoy somos quienes podemos designar opciones; la IA, los algoritmos, ofrecen respuestas. “Las personas tenemos que evitar que la IA adopte decisiones porque no entiende nada”, alerta la pensadora. Hace error contexto, tener sensibilidad. No se les puede echar la falta, pero siquiera premiar ni entusiasmarse: “Ahora nos lo resolverá el algoritmo”, sentencia.. Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política de la Universidad del País Vasco e investigador en Ikerbasque.Santi Burgos. Esto no es una erradicación del hombre contra la máquina. Es decidir un invariabilidad. “Los humanos y las máquinas piensan de manera muy diferente. Por ejemplo, la máquina da patrones que apoyan el diagnóstico del médico. ¡Qué maravilla! Pero fuera de esa idea del enfrentamiento, la realidad no funciona así porque el tipo de inteligencia de las máquinas resulta muy distinto al humano”, relata Innerarity. Sus categorías kantianas tienen mucho que ver con la dificultad. Si tenemos un problema —avanza— ya sea en la Administración Pública, con muchos datos y una alternativa binaria, lo sensato es dejarlo a la máquina. Sin secuestro, si se negociación de un problema con pocos datos, opciones múltiples y doble sentido en la situación, y adicionalmente con incertidumbre, “esa parte nos la tenemos que quedar”, asume.. El hombre a veces se hace preguntas complejas y la respuesta es tan antigua como Aristóteles. El acertadamente popular y la equidad habitan en la polis. El ser humano debe averiguar con la política el bienestar de todos y establecer unos mínimos. “La IA puede ayudar muchísimo a que consigamos el bien comunitario, hay mucha gente que está trabajando en el tema, me parece muy importante”, sostiene la Cortina. “Tenemos que conseguir una humanidad justa y por ahí nos puede impulsar la IA; crear medidas y propuestas, ese es el camino”.. Justo en este momento en el que el diccionario y su uso se ha conocido parasitado por otra de esas horribles palabras que engendra este mundo, tecnoaceleracionismo, Innerarity recupera el concepto “reflexión”. Hacía error en este Indianápolis tecnológico “que nos lleva a cometer bastantes estupideces y a enriquecer a Silicon Valley”, lamenta el investigador. Porque “reflexionar no es una pérdida de tiempo, nos ahorra fallos y nos permite hacer bien las cosas”, razona.. Desde la izquierda, Jaime García Cantero, director de Retina; Lucía Ortiz de Zárate, profesora de Filosofía Moral en la Universidad Autónoma de Madrid, y Elisa Simó-Soler, profesora de la Universitat de València. Santi Burgos. Innerarity, inteligente y provocador como es, propone una cuestión que ya planteó a la directora precedente: “¿Quieres saber quién es el periodista más vago de EL PAÍS? Parece trivial pero tiene su peso la pregunta”, advierte. “Aquel que se agita más”, señala. Quien es flemático y reposado tiene más opciones de hacer acertadamente el trabajo. La filosofía se lleva mejor con la tardanza que el periodismo. Pero es cierto que todavía no hemos antitético el invariabilidad entre el control humano y los beneficios de la automatización. La redacción levanta la olfato, mira el cronómetro y quizá cierto pueda apuntarse a la tardanza. “Pero lo que nos distingue como humanos no es el éxito de lo que hacemos sino el empeño dedicado”, se lee en Una teoría crítica de la inteligencia químico.. Poder y principios. Y más allá de dejar a algún compañero sin trabajo, Innerarity plantea esas preguntas de escuincle pequeño escudriñando el cosmos. La democracia es evadido audacia, voluntad popular, autogobierno. ¿Hasta qué punto es esto posible y tiene sentido en los entornos —regresa otro término— hiperautomatizados que anuncia la inteligencia químico? La ingreso de sistemas de algoritmos va en contra de esa definición. Europa —recuerda Adela Cortina— está construida bajo el principio de precaución cuando llegan novedades. Aunque hay gentío que piensa que es mejor pedir perdón que permiso. Sin secuestro, la UE necesita ciertas cotas de poder para evitar que Estados Unidos o China piensen en una especie de colonia tecnológica. “Hay que compaginar esa dosis de poder con la ética”, sentencia la filósofa. Quizá haya que regular más rápido. Pero sin rendir la soberanía. Mantener la D de los Derechos. Legado de miles de abriles de civilización en el Mare Nostrum.. Virginia Carcedo, secretaria normal y directora de Excelencia, Transformación e Igualdad de la Fundación ONCE anejo a Jaime García Cantero, director de Retina.Santi Burgos. De momento en la ONCE, subraya Virginia Carcedo, secretaria normal y directora de Excelencia, Transformación e Igualdad de la Fundación ONCE, la IA servirá para eliminar trabajos repetitivos que aportan poco. Se adentra “en la era de la experiencia”. También ayuda en la selección de personal y la asignación de puestos.. Aunque el maniquí que las élites digitales sueñan es una sociedad en la que cualquier desafío puede solucionarse con viejo digitalización. Las matemáticas se han convertido en la principal vacuna del planeta. Y la preocupación se ha escondido bajo algoritmos verdes, democráticos, sostenibles. El desafío es integrarlos en el mundo humano y natural. Hace error tiempo, calma, debate tolerante e inteligencia colectiva. Innerarity lo desgrana con la tardanza de una caravana de bueyes que pasa sobre un campo de cocaína.. Clima extremo frente al tiempo social. Andrea Arnal, coordinadora de Esfera Climática en el CREAF, conversa con Miguel Alexandre Barreiro-Laredo, CEO y fundador de EIRA.Santi Burgos. El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), propuesto en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), atañe a quienes escriben. “El propósito es conectar a las científicas con los periodistas. Porque muchas veces la sociedad desconoce logros que están consiguiendo”, observa Andrea Arnal, coordinadora de Esfera Climática en CREAF. “El problema con los casos de clima extremo es que llegan datos antiguos en vez de predictivos”, avisa. Esfera Climática se ocupa de temas tan sensibles como la escasez hídrica (los pantanos españoles están al 52%). “Hay una falta brutal de datos, te cuesta mucho encontrarlos”. Ahí está el mega Centro de Datos de Talavera de la Reina, de Meta. ¿A quién han preguntado? “Es una imparable e inmensa ‘nube’ de agua e información”, zanja Arnal.. EIRA da réplica como un tenor a un aparato de cuerda. Miguel Alexandre Barreiro-Laredo es CEO y fundador de esta tech, cuyo laboratorio de impacto desarrolla un nuevo concepto de urbanística: explotar las cubiertas, los espacios yermos, los nuevos materiales. Construir de forma sostenible. Ha trabajado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y en Naciones Unidas. Y por su experiencia sabe “que la IA deben ser ética; algoritmos que representen el bien común; transparencia y trazabilidad”. Otro camino es un precipicio.. Las técnicas de vanguardia mejorarían los cribados. Raquel Yotti, comisionada del Perte para Salud de Vanguardia, y Gracia Alberich–Bayarri, CEO y fundador de Quibim.Santi Burgos. Cómo dolerá esta frase en miles de mujeres que están sufriendo la horrible papeleo de los cribados en Andalucía. “Si hubiéramos aplicado inteligencia artificial [IA], los resultados habrían sido otros”. Gracia Alberich-Bayarri es maestro delegado y fundador de Quibim, una biotecnológica española que se dedica a “producir algoritmos e IA destinados al mundo médico“. Es medicina de precisión y ayuda; por ejemplo, al radiólogo a leer y comprender una radiografía o un TAC. “No lo sustituye,” aclara Alberich-Bayarri, “es una herramienta más”. Eso sí, con unas tasas de hallazgo elevadísimas, por ejemplo en detección temprana de cáncer. Estas imágenes avanzan diagnósticos y pronostican la toma de decisiones. Un ejemplo que está en cualquier ejemplar de quienes aprobaron el MIR (Médico Interno Residente). Un cáncer de páncreas en estadio 1 se opera; si se detecta en estadio 3 o 4 la mortalidad es muy incorporación. Aquí entran los algoritmos, aunque la audacia final corresponde a la persona. También marca sin escalpelo la columna de corte. La IA aplicada a la oncología permite inclinarse los mejores candidatos a la inmunoterapia, una opción que, desgraciadamente, no representa una alternativa para todos los enfermos. La IA escoge las posibilidades más viables.. Alberich-Bayarri palabra despacio, al igual que un médico con tiempo en una consulta; están trabajando mucho en cáncer de próstata y pulmón. Por contraste, la velocidad del diagnosis resulta importante. Junto a él, atenta, Raquel Yotti, comisionada del Perte para la Salud de Vanguardia. Recuerda que maneja un presupuesto manifiesto de 2.358 millones de euros. El objetivo es mejorar el Sistema Nacional de Salud. Tres vías. Medicina personalizada, explicación de terapias avanzadas y un sistema de datos renovador. “Pero los ciudadanos son quienes toman sus propias decisiones y estos instrumentos de vanguardia deben estar democratizados”, explica. Nadie quiere que la tecnología sea un nuevo escalpelo entre ricos y prec
