Estos días no hay tregua para el mercado bursátil. Donald Trump ha demostrado que no amagaba cuando anunciaba en campaña electoral su intención de imponer duros aranceles a la importación en Estados Unidos. Desde su regreso a la presidencia de la mayor economía del mundo se han sucedido un sinfín de amenazas arancelarias y de tarifas aprobadas, y luego modificadas, que han tenido su punto culminante este miércoles con el anuncio de aranceles supuestamente recíprocos sobre todos los socios comerciales de EE UU. El resultado es un caos económico y geopolítico ante lo que lo más tentador para muchos inversores está siendo apretar el botón de las ventas, sobre todo si han disfrutado del inesperado rally que ha desplegado en el primer trimestre la Bolsa europea. A Wall Street, y sobre todo a sus gigantes tecnológicos, los inversores ya les estaban dando la espalda con anterioridad, cuando comenzaron a comprender que el rodillo arancelario de Trump entraña el riesgo de provocar una recesión.. Seguir leyendo
Las tarifas anunciadas por Trump tienen efecto, ya sea directo o indirecto, sobre el conjunto del mercado, pero las eléctricas están menos expuestas. Iberdrola y Viscofan marcan máximos pese al caos bursátil
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Estos días no hay tregua para el mercado bursátil. Donald Trump ha demostrado que no amagaba cuando anunciaba en campaña electoral su intención de imponer duros aranceles a la importación en Estados Unidos. Desde su regreso a la presidencia de la mayor economía del mundo se han sucedido un sinfín de amenazas arancelarias y de tarifas aprobadas, y luego modificadas, que han tenido su punto culminante este miércoles con el anuncio de aranceles supuestamente recíprocos sobre todos los socios comerciales de EE UU. El resultado es un caos económico y geopolítico ante lo que lo más tentador para muchos inversores está siendo apretar el botón de las ventas, sobre todo si han disfrutado del inesperado rally que ha desplegado en el primer trimestre la Bolsa europea. A Wall Street, y sobre todo a sus gigantes tecnológicos, los inversores ya les estaban dando la espalda con anterioridad, cuando comenzaron a comprender que el rodillo arancelario de Trump entraña el riesgo de provocar una recesión.. En este entorno complejo e imprevisible hay, sin embargo, compañías que al menos pueden reivindicar una valiosa cualidad en estos tiempos, la de contar con un negocio doméstico, muy local, muy poco o nada dependiente de las exportaciones. Ya sea porque su actividad se desarrolla en el campo de los servicios —como sucede con eléctricas o telecomunicaciones— o porque aun siendo compañías industriales, su negocio está en casa. Producen y venden en su propio mercado, sin apenas depender del exterior.. Para las empresas de automoción, la agricultura o el consumo, el mazazo de los aranceles es evidente y así lo demuestran sus cotizaciones bursátiles. En el balance de lo que va de año, el sector que más sufre en Bolsa en Europa es el del turismo, con un derrumbe del 21%, junto a la caída del 11% del motor y 15% de los materiales básicos. Pero el rodillo arancelario de Trump ha aplastado también esta semana buena parte de las ganancias que acumulaban sectores en principio no afectados por las tarifas por la naturaleza de su actividad, como los bancos y las aseguradoras. Se mantienen en cabeza las eléctricas y firmas de telecomunicaciones, con un alza de entorno al 10%.. “Hay sectores que por su tipo de actividad están más protegidos, aunque al final la guerra comercial acaba afectando a todo, ya sea de forma directa o indirecta. Los bancos no exportan, pero se ven afectados si sus clientes venden menos, tienen menos negocio, piden menos créditos o tienen dificultades para pagarlos”, explica Javier Galán, director de renta variable de Renta 4 Gestora. “Y si llega una recesión, ya da igual que exportes o no, se trata del ciclo económico, lo cambia todo”, añade. El temor a una recesión, en especial en EE UU, ha sido precisamente el detonante para la oleada de ventas de este viernes en el sector bancario. Los inversores no han dudado en recoger beneficios en valores que lideraban la Bolsa europea este año: Santander, que había estado al frente del Euro Stoxx 50 con un alza superior al 40%, se llegó a desplomarse este viernes más del 10%. ¿Hay refugio posible entonces?. Las ventas son generalizadas, pero hay algunos valores que han caído menos en Bolsa esta semana o incluso han subido y muestran así su mayor resistencia ante la guerra comercial. Para Enrique Yáguez, analista de Bestinver Securities, una de esas compañías es sin duda Viscofan. “Puede ser de las pocas empresas que se beneficien de la situación en términos netos. Es líder en el mercado global de envolturas cárnicas y líder también en el mercado estadounidense, con centros de producción allí”, explica. Ese liderazgo le da una fortaleza extra en un momento de caos comercial en el que las ventas inevitablemente se pueden resentir y ya le han costado a alguno de sus competidores en EE UU el cierre de plantas de producción. Así, mientras este jueves los aranceles de Trump caían como una bomba sobre las Bolsas, Viscofan marcaba máximos históricos con un alza en la sesión del 3,68%. En el año, suma un ascenso superior al 10%.. Vidrala es otra de las compañías que en principio podrían ofrecer cierto resguardo. Los gestores de fondos de pequeñas y medianas compañías tienen en el radar a esta fabricante de envases de vidrio, que tiene plantas de producción en España, Portugal, Italia y Reino Unido y posee además una filial en Brasil. “Vidrala no vende a EE UU, fabrica en los mercados a los que abastece, su producto no está pensado para exportar, pero sí tiene clientes exportadores”, explica Yáguez. La compañía señaló recientemente que el peso de las ventas a clientes que exportan a EE UU es de menos del 3% del total, una exposición muy limitada pero que no blinda a la compañía del castigo en Bolsa, en la semana pierde más del 5%.. Las eléctricas sí son ejemplo de compañías que estos días resisten mejor el zarpazo arancelario. No exportan bienes, producen electricidad y aunque el deterioro económico también acaba por afectarles, son valores muy defensivos, que operan en negocios regulados y que ofrecen una atractiva rentabilidad por dividendo. “Es un sector bastante protegido ante los aranceles, sobre todo las compañías más domésticas. El mercado no se equivoca a la vista de la reacción en Bolsa de estas compañías”, apunta Daniel Rodríguez desde Bestinver Securities, que tiene a las eléctricas españolas en compra.. Las eléctricas europeas fueron uno de los pocos sectores que superó la sesión del jueves en verde, con un alza del 3%, en una jornada en que ya se barruntaba el duro castigo que se preparaba para los bancos. Iberdrola fue ese día la estrella de la Bolsa española. Frente al caos generalizado, subió en la sesión el 3,9%, marcó máximo histórico y alcanzó por primera vez los 100.000 millones de euros de capitalización bursátil. La notable presencia de la compañía en EE UU no le afecta, ya que “la gran parte de su negocio en este mercado está en redes eléctricas, un entorno regulado por los estados, no por el Gobierno federal”, apunta Rodríguez. En Bank of America reconocen en un informe publicado este viernes que van a seguir sobreponderando a las eléctricas europeas de perfil más doméstico, las que prestan servicios públicos nacionales, al tiempo que ven más riesgo de caída en los bancos. En este contexto, Redeia —al filo de máximos históricos— y Enagás también salvan la semana al alza.. Desde Singular Bank no contemplan una recesión económica en EE UU y reivindican la apuesta con la que comenzaron el año por las eléctricas integradas. “Nos gustan todas las españolas y europeas, como Iberdrola o Engie. Son negocios regulados con mucha visibilidad”, explica Roberto Scholtes, jefe de estrategia de Singular Bank. Su interés por el sector va más allá de que los aranceles pasen de refilón por estas compañías, que además, al igual que las inmobiliarias, se ven beneficiadas por los descensos de tipos de interés. El mercado prevé ahora más recortes por parte de la Fed, sin esperar ya a la recta final del año ni a 2026. Además, el descenso de rentabilidades de los bonos favorece a empresas como las eléctricas, cuya rentabilidad por dividendo compite con la renta fija.. Scholtes coincide en que las compañías de telecomunicaciones son otro sector que se desmarca de los aranceles, aunque su posición es neutral. “Tienen una caída de negocio estructural de los ingresos por usuario, la alternativa pasa por ser plataformas de contenido”, añade el experto, que también se muestra escéptico con la banca. “Las valoraciones en bancos y aseguradoras se han normalizado. El dinero fácil en estos sectores ya está hecho”, añade.. Los aranceles están minando algunas de las apuestas de inversión planteadas por los gestores para 2025, como sucede con las farmacéuticas, que para Scholtes han sufrido un castigo excesivo. “Hay medicamentos que no se van a fabricar en EE UU”, defiende. En otros casos, la ganancia del inicio de año ha sido inesperada y lleva ahora a deshacer algunas posiciones para equilibrar la cartera y no cargarla en exceso con los sectores más alcistas, como han sido la banca, los seguros o la defensa. Es lo que ha hecho Finaccess Value, según explica su director de inversiones, Alfonso de Gregorio, que asegura que la cartera no ha rotado hacia compañías menos expuestas a los aranceles. “En los últimos años el mercado evitó a las compañías con un perfil doméstico más marcado y ahora toman más atractivo”, reconoce. Y pone como ejemplos a Vidrala, con un negocio centrado en España y en Europa, o a la aseguradora holandesa ASR Nederland. “Hay compañías de seguros con un fuerte componente de negocio local y rentabilidades por dividendo del 7% o el 8%, como ASR o Mapfre”, añade De Gregorio.. Los aranceles de Trump han puesto patas arriba la inversión financiera, y por supuesto la geopolítica mundial, aunque los gestores más veteranos también insisten en la necesidad de poner las luces largas. “Esto ya lo vivimos de forma parecida en el primer mandato de Trump y si vas cambiando de decisión en la cartera, elevas también el riesgo de equivocarte”, señala Javier Galán. El veterano gestor alude a una máxima de Warren Buffett por la que “si no estás dispuesto a poseer una acción durante diez años, ni siquiera pienses en poseerla diez minutos”. Asegura que ante la vorágine del momento, la opción es mantenerse en el perfil de inversión, no cambiar nada. Aunque no lo diga desde la tranquilidad sino desde la resignación.