La Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) retrasará aún más su dictamen sobre la opa del BBVA al Sabadell. El regulador ha iniciado un nuevo test de mercado, para probar la eficacia de la nueva lista de compromisos propuesta por el BBVA con el fin de desatascar la operación, lo que llevará su decisión final a uno de los plenos de las primeras semanas de mayo. Esto trastoca todo el calendario y fuerza a la entidad que preside Carlos Torres a establecer un largo periodo de canje que abarque todo el verano.. Seguir leyendo. La prima se mantiene en terreno negativo. En una jornada dislocada en los mercados, la acción del Banco Sabadell y la tasación que arroja la ecuación de canje (una acción del BBVA y 29 céntimos en efectivo del dividendo de otoño por cada 5,3456 títulos del Sabadell) confluyeron. Fue fundamentalmente por el derrumbe bursátil del Sabadell, que en los primeros compases de la sesión llegó a caer hasta el 17,5%. Los recortes estuvieron en línea con los del resto de entidades. Unicaja llegó a caer el 17%, Bankinter un 13% y el Santander un 15%. BBVA, sin embargo, recibió un castigo más reducido, con unos recortes que llegaron como máximo al 11%. Por tanto, las acciones del Sabadell caían al inicio de la sesión mucho más que las del BBVA. Sin embargo, la situación se fue normalizando poco a poco. El Sabadell cerró con una caída del 5,47% por un 4,84% de BBVA, de modo que la acción del Sabadell cotiza un 5% que lo que puja por ella el BBVA. Este martes la ecuación de canje se volverá a ajustar, dado que el BBVA pagará otro dividendo, de 0,41 euros, de modo que el tramo en efectivo se incrementará hasta los 0,7 euros.
La CNMC deja fuera de los test de mercado a asociaciones empresariales como Foment y a sindicatos
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La Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) retrasará aún más su dictamen sobre la opa del BBVA al Sabadell. El regulador ha iniciado un nuevo test de mercado, para probar la eficacia de la nueva lista de compromisos propuesta por el BBVA con el fin de desatascar la operación, lo que llevará su decisión final a uno de los plenos de las primeras semanas de mayo. Esto trastoca todo el calendario y fuerza a la entidad que preside Carlos Torres a establecer un largo periodo de canje que abarque todo el verano.. El proceso de aceptación de la oferta sobre el Banco Sabadell ha ido, una y otra vez, incumpliendo todas las previsiones. Cuando la lanzó el BBVA, en mayo del año pasado, preveía que todo estuviese resuelto en entre seis y ocho meses. La decisión de la CNMC en noviembre de ampliar el análisis de la opa en una segunda fase dio al traste con este calendario. El mercado —agarrándose a una frase del comunicado de Competencia en el que indicaba que se apoyarían en el trabajo realizado en la primera fase— auguraba una decisión para el mes de marzo, que finalmente se retrasó a abril.. Lejos de solventar el asunto, los plazos se retrasan aún más. El BBVA modificó el pasado 1 de abril por quinta vez su oferta de compromisos (remedies, en la jerga), lo que ha dado lugar a que la CNMC inicie un nuevo test de mercado para comprobar los compromisos propuestos por el banco que pilota Carlos Torres. Esta entidad trata de solventar los problemas que aún aprecia Competencia sobre la unión con el Sabadell, en pymes, banca minorista, TPV y cajeros con, por ejemplo, blindar las condiciones comerciales en los códigos postales con más problemas de competencia, las condiciones en TPV, mantener las líneas de crédito a pymes y aplicar precios medios durante tres años, ampliable en el caso del crédito a pymes dos años más.. En un principio, la CNMC esperaba hacer un test de mercado reducido, preguntando en esencia a otros bancos. Era el criterio que siguió en el inicio de la segunda fase del proceso, cuando rechazó las cerca de 80 personaciones en el proceso de patronales, sindicatos o pymes. Estos —encabezados por la patronal catalana Foment y por UGT— han acudido a la Justicia y reclamado a la Audiencia Nacional que paralice el proceso de autorización ante la CNMC hasta que se resuelvan estos recursos. Ante esta presión, la CNMC ha decidido abrir el test de mercado a algunas asociaciones más allá de la banca.. No obstante, el malestar en la sociedad económica catalana con la CNMC se mantiene. La mayoría de los contactados para participar en los test de mercado son bancos y fintech. Fuera de este ámbito ha incluido en los test a asociaciones empresariales vinculadas a las pymes (como Cepyme, la catalana Pimec y Conpymes), también la de autónomos ATA, la CEOE, Cecot, la Cámara de Comercio de Alicante y el Consell de las Cámaras de Cataluña, así como a las asociaciones de consumidores como Asufin y Adicae. Ha dejado fuera del test a la propia Foment, así como a los sindicatos UGT y CC OO, la confederación de empresarios gallegos, la Cámara de Barcelona, el Colegio de Economistas de Barcelona, la asociación de autónomos UPTA, la Asociación de la Empresa de Alicante y la asociación de minoritarios del banco, que ha reclamado a Competencia que les tenga en cuenta.. Todos los consultados tienen 10 días, a contar desde el pasado jueves, para responder al requerimiento de información de la CNMC. Un plazo que terminará tras la Semana Santa. Pimec, por su parte, ha anunciado que reclamará al regulador ampliar este plazo en cinco días más. En cualquier caso, fuentes del regulador apuntan a que no esperan tomar una decisión hasta las primeras semanas de mayo, en una reunión del pleno del regulador. Hasta ahora, el proceso lo pilota la división de competencia.. Después será el turno del Consejo de Ministros, quien puede ampliar o reducir los compromisos o condiciones que imponga la CNMC para avalar la transacción. El Ministerio de Economía cuenta con 15 días para remitir una propuesta al respecto al Consejo de Ministros, que tiene un mes para estudiarla y avalarla. Esto retrasará el proceso, al menos, hasta mediados del mes de junio. Los escasos precedentes en aplicar este proceso, conocido como tercera fase, dejan abierto el debate sobre si el Gobierno puede parar el reloj si considera que necesita más información de las partes para tomar una decisión. Lo que sí está claro es que el Ejecutivo debe considerar razones diferentes a las de Competencia, para velar por el interés general. Parece razonable que los accionistas de Sabadell tengan toda la información, incluida la posición de la Administración, antes de pronunciarse sobre la oferta.. Tras el Consejo de Ministros será el momento de la Comisión Nacional del Mercados de Valores (CNMV), quien debe dar luz verde al proceso. Es el trámite más sencillo de todos y se espera que esté resuelto en apenas unas semanas. Será entonces donde se inicie el periodo de canje, que el BBVA puede establecer por entre 15 y 70 días. Los plazos que se manejan actualmente provocan que esto se produzca al inicio del verano, lo que supondrá un inconveniente adicional para el banco vasco. Los accionistas que quieran acudir a la opa deberán, durante este plazo, acercarse a su bróker o oficina bancaria para comunicar que sí acuden a la opa; si no dicen nada, se entenderán que prefieren seguir con el Sabadell en solitario. No es tanto problema para el caso de los fondos de inversión, pero se antoja complicado que los minoristas interrumpan sus vacaciones para acudir a la opa. Para evitarlo, el BBVA deberá proponer un plazo de aceptación muy amplio, de cerca de 70 días, de modo que abarque al mes de septiembre y todo el mundo esté de vuelta en sus trabajos. Esto dilatará, a buen seguro el final de la opa a más allá del verano.. La prima se mantiene en terreno negativo. En una jornada dislocada en los mercados, la acción del Banco Sabadell y la tasación que arroja la ecuación de canje (una acción del BBVA y 29 céntimos en efectivo del dividendo de otoño por cada 5,3456 títulos del Sabadell) confluyeron. Fue fundamentalmente por el derrumbe bursátil del Sabadell, que en los primeros compases de la sesión llegó a caer hasta el 17,5%. Los recortes estuvieron en línea con los del resto de entidades. Unicaja llegó a caer el 17%, Bankinter un 13% y el Santander un 15%. BBVA, sin embargo, recibió un castigo más reducido, con unos recortes que llegaron como máximo al 11%. Por tanto, las acciones del Sabadell caían al inicio de la sesión mucho más que las del BBVA. Sin embargo, la situación se fue normalizando poco a poco. El Sabadell cerró con una caída del 5,47% por un 4,84% de BBVA, de modo que la acción del Sabadell cotiza un 5% que lo que puja por ella el BBVA. Este martes la ecuación de canje se volverá a ajustar, dado que el BBVA pagará otro dividendo, de 0,41 euros, de modo que el tramo en efectivo se incrementará hasta los 0,7 euros.