No cabe duda de que el viejo aeropuerto de Tempelhof, transformado en un parque en 2010, representa un símbolo de Berlín. Sin embargo, también representan 300 hectáreas de espacio disponible en el corazón de una ciudad capital donde, al igual que en la mayoría de las ciudades occidentales, los residentes enfrentan dificultades para hallar viviendas económicas. Por esta razón, el alcalde de Berlín, Kai Wegner, declaró esta semana su intención de acelerar la urbanización del área conocida como Tempelhofer Feld. «Mi meta es que para 2026 podamos consultar a los habitantes de Berlín sobre cómo desearían que fuese este espacio,» comentó el político de la Unión Cristianodemócrata (CDU) a un diario local. «Por lo tanto, es necesario empezar a trabajar en la planificación», agregó.
El antiguo aeródromo se ha transformado en un símbolo de Berlín, sin embargo, los políticos locales buscan desarrollar proyectos inmobiliarios en sus amplias áreas.
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No cabe duda de que el viejo aeropuerto de Tempelhof, transformado en un parque en 2010, representa un símbolo de Berlín. Sin embargo, también representan 300 hectáreas de espacio disponible en el corazón de una ciudad capital donde, al igual que en la mayoría de las ciudades occidentales, los residentes enfrentan dificultades para hallar viviendas económicas. Por esta razón, el alcalde de Berlín, Kai Wegner, declaró esta semana su intención de acelerar la urbanización del área conocida como Tempelhofer Feld. «Mi meta es que para 2026 podamos consultar a los habitantes de Berlín sobre cómo desearían que fuese este espacio,» comentó el político de la Unión Cristianodemócrata (CDU) a un diario local. «Así que es momento de comenzar a trabajar en la planificación», agregó. En 2014, un referéndum popular ya determinó que el terreno del antiguo aeródromo no se podía desarrollar urbanísticamente. Sin embargo, la CDU y el SPD están insistiendo en que se construyan viviendas en las afueras de la ciudad debido a la falta de opciones habitacionales. Se argumenta que las aproximadamente 55 hectáreas de la antigua terminal y los hangares ya formarían un gran parque, a pesar de que se desarrollara parte de las 209 hectáreas correspondientes a las antiguas pistas y su entorno. «Nuestra ciudad cuenta con muy pocas viviendas», afirmó Wegner, «debemos utilizar el terreno de manera eficiente.» El alcalde es consciente de que, en relación al referéndum anterior, «las posturas pueden evolucionar».