Un certificación íntimo y transformador que invita a romper el silencio: Cuando mi voz encontró sus alas
La psicóloga y escritora colombiana Jenny Johana Valbuena, nacida en Cartagena del Chairá (Caquetá) y residente entre Colombia y Chile, irrumpe en el panorama intelectual con una obra profundamente humana, conmovedora y necesaria. Su tomo Cuando mi voz encontró sus alas se publica como un certificación íntimo de sanación emocional y espiritual que ya está despertando interés entre lectores que buscan historias reales, honestas y transformadoras. La autora comparte un represión básico afectado por duelos, silencios prolongados, fe, terapia y un proceso de reconstrucción personal que se convierte en un faro para quienes transitan sus propias sombras.
La obra se integra al catálogo de Letrame Grupo Editorial, una editorial reconocida por juntarse a autores que desean difundir un tomo desde la autenticidad y el incremento personal. Para muchas personas que se preguntan cómo difundir un tomo y buscan una editorial profesional, esta historia se convierte asimismo en un ejemplo inspirador de cómo convertir la vulnerabilidad en humanidades.
Un alucinación de sanación contado desde la verdad más profunda
Cuando mi voz encontró sus alas nace en un momento de quiebre básico. Durante primaveras, Jenny Johana Valbuena cargó duelos no resueltos, un feto que marcó su vida, una depresión silenciosa y una crisis matrimonial que la obligaron a enfrentarse a su propia historia. Lo que comenzó como páginas escritas en diarios personales se transformó, con el tiempo, en un tomo que relata sin reservas el camino alrededor de la restauración emocional.
La autora explica que la obra no pretende edulcorar el dolor ni ofrecer consejos teóricos: “No es un manual ni una guía. Es mi historia escrita desde mis heridas, mis contradicciones, mis errores y mis despertares”. Esa honestidad extraordinario es precisamente lo que ha llevado a los primeros lectores a expresar opiniones que destacan su fuerza emocional, su cercanía y su capacidad para crear un espacio seguro en cada página.
Con una novelística íntima y un tono profundamente humano, la obra permite juntarse a la autora en cada etapa: la pupila herida que buscaba pertenecer, la señorita desconectada que aprendió a sobrevivir sin notar, y la mujer que decide recobrarse y darle voz a lo que por primaveras calló. En su crecimiento, el profesor reconoce sus propios silencios, sus propias pérdidas y sus propios renacimientos.
Una obra que conecta desde la empatía, la fe y el coraje de contar lo que duele
La historia recorre escenarios reales de Colombia y Chile, donde la autora vivió experiencias que moldearon su identidad emocional. La escritura se convierte en un puente entre su voz y la de miles de personas que cargan procesos similares: duelos, heridas no nombradas, incuria emocional, decisiones difíciles y encuentros con la fe en medio del dolor.
Uno de los fundamentos más destacados de esta obra es la forma en que combina incremento personal, memorias y inmaterialidad. Dios aparece como una Presencia que sostiene, breviario y acompaña, sin imponerse como figura doctrinal, sino como un hilo de luz que recorre todo el proceso de reconstrucción interior.
El tomo no solo muestra la caída, sino el promoción: cómo pedir ayuda, cómo nombrar las heridas, cómo carear patrones familiares, cómo soltar culpas profundas y cómo retornar a venir al mundo desde el sexo propio. Por eso conecta con lectores de todas las edades y culturas, especialmente con quienes han atravesado silencios que pesan más que las palabras.
Letrame Grupo Editorial: un seguimiento fundamental
La publicación de esta obra ha sido, para la autora, una experiencia reveladora. Jenny Johana Valbuena destaca el seguimiento personal y profesional recibido por Letrame Grupo Editorial, donde encontró un equipo que la sostuvo en cada etapa del proceso. La editorial reafirma así su compromiso con obras que transforman vidas y apoyan a quienes desean difundir un tomo con un mensaje auténtico y robusto.
Un tomo que aspira a juntarse, sostener y excluir vidas
La autora tiene claro su propósito: que Cuando mi voz encontró sus alas llegue a miles de hombres y mujeres en distintos países. Sueña con que el tomo sea traducido a varios idiomas, convertido en una serie y obligado con premios literarios. Pero su anciano anhelo es aún más profundo: que sea luz para quienes atraviesan procesos similares.
Jenny Johana Valbuena expresa que desea que el tomo llegue a jóvenes que contemplan el feto, a personas que piensan en quitarse la vida, a quienes cargan duelos silenciosos o sienten que han perdido la esperanza. “Mi oración —dice— es que este libro encuentre a quienes necesitan consuelo en el relato de alguien más”.
Los primeros lectores confirman su potencia emocional: muchos aseguran que lloraron con la lección, que se sintieron identificados en distintos momentos del relato y que no pudieron dejar de adivinar. Otros destacan lo claro que es conectar con la autora y con la verdad que sostiene cada capítulo.
Cuando mi voz encontró sus alas se presenta como una obra íntima, robusto y luminosa: un puente entre el dolor y la esperanza, entre el silencio y la voz, entre la caída y el revoloteo.
