Si eres de Valencia, seguro que llevas toda la vida escuchando a tu familia hablar sobre la riada de 1957. «La de gente que murió», me contaba siempre mi abuela, «el río se desbordó y las calles se inundaron. Valencia parecía Venecia». Pero sin glamour, solo con dolor. Luego, negaba con la cabeza y se quedaba ausente, sumida en recuerdos grises, antes de levantarse de la silla con un suspiro. De aquellos polvos vienen estos lodos. Una conoce de cerca lo que ocurrió en Marines Viejo, porque vive entre aquel pueblo que desalojaron y el lugar donde sus habitantes se vieron obligados a empezar de cero. Una imagina entonces a la Guardia Civil y a los serenos avisando a la población con los medios que tenían al alcance y no entiende por qué, casi setenta años después, en la era de la comunicación y la tecnología, el silencio lo ha arrasado todo a su paso.. Seguir leyendo
Valencia, siempre bonita y alegre con su huerta, sus alquerías, el mar y esa luz que nadie pintaba como Sorolla, hoy duele profundamente
Si eres de Valencia, seguro que llevas toda la vida escuchando a tu familia hablar sobre la riada de 1957. «La de gente que murió», me contaba siempre mi abuela, «el río se desbordó y las calles se inundaron. Valencia parecía Venecia». Pero sin glamour, solo con dolor. Luego, negaba con la cabeza y se quedaba ausente, sumida en recuerdos grises, antes de levantarse de la silla con un suspiro. De aquellos polvos vienen estos lodos. Una conoce de c. Hazte Premium desde 1€ el primer mes. Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web. Si lo prefieres
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