¿Cuántas canciones caben en una vida? ¿Sabrían hacer el cálculo aproximado? Ed Sheeran recaló ayer en Madrid a demostrarnos que unas cuantas —quizá más de las que creemos— llevan su firma. Con el Estadio Riyadh Air Metropolitano lleno hasta la bandera, el artista pelirrojo volvió a desplegar su fórmula de infalible simpleza: una guitarra, cuatro pedales de loop, un puñado de éxitos globales que suenan en radios, bodas y funerales y la capacidad de enamorar a 70.000 personas a la vez. Ahí es nada.. Seguir leyendo
El cantautor británico repasó lo mejor de su discografía en el primero de los dos conciertos que ofrecerá en la capital como arranque del Mathematics European Tour
¿Cuántas canciones caben en una vida? ¿Sabrían hacer el cálculo aproximado? Ed Sheeran recaló ayer en Madrid a demostrarnos que unas cuantas —quizá más de las que creemos— llevan su firma. Con el Estadio Riyadh Air Metropolitano lleno hasta la bandera, el artista pelirrojo volvió a desplegar su fórmula de infalible simpleza: una guitarra, cuatro pedales de loop, un puñado de éxitos globales que suenan en radios, bodas y funerales y la capacidad de enamorar a 70.000 personas a la vez. Ahí es nada.. El show arrancaba con Castle in the Hill y Shivers, traspiés al salir incluido. Bien de pirotecnia, llamaradas y guitarras eléctricas. Lejos está el Ed Sheeran mesurado de sus anteriores giras: en Mathematics, el despliegue es inmenso.. «Con 18 años compuse algunas de estas canciones, cuando casi nadie quería pararse a escucharme en las calles de Londres. Han pasado 16 años y ahora sois miles. Estoy muy agradecido», introdujo Sheeran The A Team, plantado en el centro de las seis plataformas en T que componen el espectacular escenario, con una camiseta donde rezaba «Madrid». Una estructura en forma de asterisco, con núcleo circular rotatorio y media docena de pantallas a modo de gigantescas púas de guitarra, con visuales psicodélicos que iban cambiando de color en función del álbum cuya canción interpretaba.. En su nueva gira, Sheeran no solo canta sobre el amor, la pérdida o los días grises: los suma, los multiplica, los divide y, varias operaciones después, los convierte en espectáculo. La de anoche fue la primera de las dos fechas que el cantautor ofrecerá en el Metropolitano, con todas las entradas vendidas, como arranque del Mathematics European Tour.Una cita que reunió a un público variopinto pero igualmente sudoroso, apostado en las inmediaciones del recinto varias horas antes de que comenzase la dupla de teloneros, pese al calor y la caótica organización que impidió a decenas de asistentes acceder hasta el último minuto por incidencias con Ticketmaster.. En la pista y las gradas, un paisaje de lo más heterogéneo: desde acarameladas parejas maduras y grupos de colegas con camisetas de fútbol a adolescentes maquilladas con purpurina de colores. Recordatorio, por otra parte, de que hace justo un año que una de sus mejores amigas, Taylor Swift -con quien comparte temas como Endgame o The Joker and The Queen- llegaba a Madrid para arrasar con dos shows en el estadio del equipo rival.. «Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos por última vez. Muchas cosas bonitas y también algunos momentos tristes que he reflejado en mi música», admitió el artista. La parada, en efecto, supone el regreso de Ed Sheeran a la capital española tras más de seis años de ausencia. La última vez que pisó un escenario en Madrid para algo más que un bolo privado fue en 2019, en el entonces llamado Wanda Metropolitano, tras el éxito planetario de su álbum Divide.. Desde entonces, el músico ha lanzado tres discos más (Equals, Substract y Autumn Variations), se ha tomado un tiempo sabático, ha sido padre, ha atravesado turbulencias personales —como la muerte de su mejor amigo Jamal Edwards o la cruda enfermedad de su esposa— y ha seguido cimentando su estatus como uno de los cantautores más influyentes del pop contemporáneo.. No es una exageración: Ed Sheeran ha vendido más de 200 millones de discos, y su repertorio combina baladas acústicas donde presume de registro vocal, amagos de rap producto de su amor por Eminem y coqueteos electrónicos y folk. Vamos, que el británico puede presumir de ser algo así como un clásico moderno con solo 34 años.. Por si necesitan más pruebas, basta escuchar los gritos de un estadio entregado al corear hits como Lego House, Dive, Give Me Love, Galway Girl, Thinking Out Loud, Perfect y Sing.. En el ecuador del concierto, Sheeran le hizo un hueco a su infravalorado disco N°6 Collaborations Project, con un medley de Take Me Back to London, South of the Border, Beautiful People y I Don’t Care, su dueto con Justin Bieber.. También hubo espacio para los anticipos de su nuevo álbum de estudio, que llevará por nombre Play y que Ed Sheeran ya se ha encargado de promocionar disfrazado en estaciones de metro de Inglaterra y EEUU, interpretando singles como Azizam u Old Phone. Ambas canciones recuerdan al Ed de los inicios, al de las míticas Photograph y Don’t, que no pudieron faltar ante un público pluscuampentregado.Como anunciaba horas antes por Instagram, aprovechó para estrenar Sapphire una semana antes de su lanzamiento oficial, sacando partido al looper que se ha convertido en imprescindible en cualquiera de sus actuaciones. «Si sale mal, perdonadme. Es la primera vez que la canto en directo», se excusó el británico.. Dos horas e incontables giros en el escenario (tanto vocales como físicos) más tarde, un emocionado Sheeran cerraba con Shape of You y Bad Habits luciendo la camiseta de La Roja, ovación incluida. El Metropolitano fue este viernes la envidia de cualquier karaoke.
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