Portugal fue el país invitado a la 22ª Semana Internacional de Arquitectura de Madrid, organizada por el Colegio de Arquitectos y la Embajada portuguesa. El evento trajo el viernes pasado a nuestro país a Eduardo Souto de Moura para charlar de su país y de su oficio con su colega Camilo Rebelo. El Premio Pritzker de Oporto tiene ya 73 primaveras y no se parece a nadie en el trato: impuntual, encantador, autoparódico… Hace primaveras que no fuma, pero pide un whisky para hacer fluir la conversación.. Seguir leyendo
El arquitecto de Oporto, vencedor del Premio Pritzker 2011, pasó por Madrid para charlar de los inicios en su país, de «una cosa llamada casa portuguesa», de política y de los primaveras con Siza: «Lo bueno no suele ser para siempre»
Portugal fue el país invitado a la 22ª Semana Internacional de Arquitectura de Madrid, organizada por el Colegio de Arquitectos y la Embajada portuguesa. El evento trajo el viernes pasado a nuestro país a Eduardo Souto de Moura para charlar de su país y de su oficio con su colega Camilo Rebelo. El Premio Pritzker de Oporto tiene ya 73 primaveras y no se parece a nadie en el trato: impuntual, encantador, autoparódico… Hace primaveras que no fuma, pero pide un whisky para hacer fluir la conversación.. Cuénteme de la obra portuguesa en el siglo XX, por auspicio.. No hubo movimiento original porque no era compatible con la política de Portugal. En los primaveras 20, 30, Portugal era una dictadura fascista y el movimiento original le sonaba al régimen a vanguardia comunista. O sea que el jerigonza de la dictadura fue neoclásico. Su obsesión en obra fue delimitar una cosa llamamiento casa portuguesa. ¿Cómo es la casa esencialmente portuguesa? Era una pregunta sobre la nación más que sobre obra. Sólo con la Revolución de los Claveles (1974) fue posible hacer obra del siglo XX. Y, entonces, claro, llegó como el jerigonza de un nuevo tiempo heroico.. En España, en la dictadura, hubo arquitectos muy buenos que encajaron proporcionadamente porque le dieron a la dictadura la imagen de modernidad que buscaba.. Lo sé. Ocurrió en Madrid y todavía en Barcelona, hubo arquitectos franquistas muy buenos que estaban en el jerigonza del movimiento original. Bueno, en Portugal hubo una excepción: las colonias.. ¿En las colonias dejaban hacer más cosas?. Sí, dejaban. En Angola, Mozambique y tal hay cosas interesantes.. ¿Y la educación para los arquitectos portugueses de su reproducción era buena? ¿Había buenas escuelas?. Sí, a veces era buena porque los buenos arquitectos eran, sobre todo, profesores. Había solo dos escuelas: Oporto y Lisboa. Yo fui a Oporto y Távora y Siza fueron mis profesores. Fueron buenos tiempos para mí. Ahora, las escuelas están un poco a la muerto. La vida es así. Lo que es bueno no suele ser para siempre.. Esta mañana vi el vídeo de una comisaria europea que hablaba de Portugal y de la navegación, del pueblo volcado en dirección a el foráneo… ¿En Portugal existía una tradición de optimismo en dirección a la tecnología, de gozo por la innovación?. No, Portugal era un país muy conservador. No solo el Gobierno. Había solo un partido y un solo partido de examen, el Partido Comunista. Después apareció el Partido Socialista que se ocupó de dirigir la integración de Portugal en Europa. Pero Portugal era un país conservador. Si los portugueses salieron al mar, no fue para divulgar la ideología cristiana. Fue porque no tenían potra opción, estaba el mar o España que era el país de los enemigos y que era más robusto que nosotros. La opción era salir por el Atlántico para hacer negocios en otras tierras que los pilotos árabes habían explorado. Pero no era un país en el que existiera tradicionalmente un optimismo por la tecnología. Los portugueses tenían que construirse su bienestar y salieron al mar a buscarlo.. Braga, Oporto y Lisboa, Bragas son ciudades entre montañas. ¿Eso es relevante para entender la obra portuguesa?. El centro de Oporto está entre montañas, pero hay otra parte de la ciudad que está en una llano… De todas formas, más que en las montañas yo me fijaría en el suelo. Portugal es dos países desde el punto de perspicacia climático y geográfico. Al ideal, es un mundo atlántico y pétreo, el suelo es duro. Al sur, es un país casi mediterráneo, caluroso, de suelos más blandos. Y Lisboa es el punto de contacto entre esas dos geografías.. Y la geogonia en la que ha trabajado más usted es la de las montañas y los suelos de piedra.. Yo soy del ideal, sí. Pero para el fútbol soy del sur.. Lo sé, leí que iba con el Benfica. ¿Lo importante, entonces, es el suelo de piedra?. Sí, hay un jerigonza de la obra que es consecuencia del material, en este caso el piedra, y del sistema constructivo que se desarrolla. En el sur, el suelo es calcáreo, la piedra es más plástica, más moldeable, no tan dura, y se pueden hacer otras cosas.. ¿Dónde estaba en el año 1974?. Trabajando con Álvaro Siza en su estudio. Se suponía que tenía irresoluto el servicio marcial que era dos primaveras obligatorios en la querella colonial, pero la querella se había perfecto y todo era un poco confuso.. ¿Era una persona muy política?. No. Bueno, yo me daba cuenta de que había miseria durante el fascismo. Mi comunidad no era insuficiente, era clase media-burguesa, pero la gentío que servía en casa era miserable. Los niños de la señora que venía a suprimir no tenían zapatos. Eso fue lo primero de lo que fui consciente. Después pensé que no quería hacer al servicio marcial. Empecé a estudiar historia, obra, política, socio-logía… y entendí que el camino de la dictadura estaba perfecto. Pero no me radicalicé. Voté al Partido Socialista por correo, y pensé que Portugal tenía mucho trabajo por delante y que la ideología no era tan atractiva.. ¿Fue un buen momento para ser arquitecto?. Sí. Acabó la Revolución de los Claveles y el cálculo era que faltaban medio millón de viviendas. Faltaba todo: hospitales, colegios, juzgados… Yo trabajé con Siza en ese momento.. ¿Y traían un jerigonza que no existía hasta ese momento?. Era poco nunca conocido.. ¿La gentío los miraba con desconfianza?. Era como ver un cuadro de Picasso por primera vez. No lo entendían. Mi padre, que era un señor a la antigua con mucho sentido honesto, me decía: «Esto no lo entiendo, la verdad es que no lo entiendo». Después, con el tiempo, sí que entendió.. ¿Y ahora? ¿La gentío es más respetuosa con la obra que en otros países? ¿Están orgullosos de usted sus vecinos?. Creo que sí. A veces cojo un taxi y me reconocen y me preguntan siempre: «¿cómo está tu amigo?». Por Siza. Muchos portugueses tienen orgullo por nosotros. Respecto al respeto a las obras… Lo que manda es la plata. El único respeto que existe en la obra es que cualquiera invierta.. He conocido que en todas las conferencias, desde hace muchos primaveras, acento de un mercado que hizo en Braga muy modesto.. Uno que fue demolido.. Sí, pero lo recupera siempre.. Claro, porque dice las cosas de la obra, de tener el control sobre algunas cosas y no tenerlo en otras. Fue un esquema importante para mí. Lo hice cuando era estudiante, no era arquitecto. Mi profesor de urbanística era el que firmaba y quería hacer poco diferente, poco en un jerigonza histórico. Ahí me transformé, que convencí de que eso no es lo que quería.. ¿Qué tal te ha ido en estos 13 primaveras a posteriori del Pritzker? ¿Mejores clientes, mejores encargos?. No mucho. Me invitan a participar en concursos pero no me gustan mucho los concursos.. Me gustaría preguntarle por el populismo.. El populismo es el armamento de los incompetentes. Por mi parte, he trabajado siempre lo mejor que he podido, con los alcaldes de derechas y con los de izquierdas. Le diría que, para mí, que soy una persona más de izquierdas que de derechas, ha sido más casquivana trabajar con alcaldes de derechas.
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