Mantiene Foucault que el poder no es una propiedad sino una estrategia. Es falso, insiste el filósofo, que el poder se detente o se posea. El poder, básicamente, se ejerce. O, de forma más radical, el poder nos ejerce, nos configura, nos atraviesa y nos hace ser lo que somos: impotentes (salvo pocas y no muy honrosas excepciones). ‘El aspirante’, el debut en la ficción de Juan Gautier, no es tanto una demostración de lo anterior, aunque algo de ello tiene, como una ilustración de las mecánicas no tan ocultas que tejen los espacios de dominio. Sobre el papel, se trata de una película de novatadas entre universitarios rijosos. A veces (muy pocas veces) simpáticas; por momentos, perdonables y, siempre, crueles hasta el extremo. Y así hasta que, a medida que avanza, la cinta se oscurece, se esquina, gana relieves y, finalmente, explota.. Seguir leyendo
Juan Gautier convierte las novatadas en el escenario de una intriga psicológica tan inquietante como certera
Mantiene Foucault que el poder no es una propiedad sino una estrategia. Es falso, insiste el filósofo, que el poder se detente o se posea. El poder, básicamente, se ejerce. O, de forma más radical, el poder nos ejerce, nos configura, nos atraviesa y nos hace ser lo que somos: impotentes (salvo pocas y no muy honrosas excepciones). ‘El aspirante’, el debut en la ficción de Juan Gautier, no es tanto una demostración de lo anterior, aunque algo de ello tiene, como una ilustración de las mecánicas no tan ocultas que tejen los espacios de dominio. Sobre el papel, se trata de una película de novatadas entre universitarios rijosos. A veces (muy pocas veces) simpáticas; por momentos, perdonables y, siempre, crueles hasta el extremo. Y así hasta que, a medida que avanza, la cinta se oscurece, se esquina, gana relieves y, finalmente, explota.. Gautier se plantea su trabajo como lo haría un consumado experto en bombas. O en puzles. Cada personaje es un arquetipo; cada situación, un ejemplo, y cada línea de guion aspira a ser una tesis («Los inmigrantes venís aquí a follaros a nuestras mujeres, tienes que salir de tu zona de confort y hay que poner los cuidados en el centro», recita uno de los personajes apropiándose de cada una de las imposturas que nos habitan). Sorprende que, en la que es su primera película lejos del documental, el director se esfuerce tanto en no dejar apenas espacio para la improvisación, la realidad o el caos. Todo aparece en pantalla perfectamente pautado, medido y encajado en su sitio a riesgo de que el menor error o la duda más peregrina lo arruine todo. Gusta la precisión y la pulcritud, y admira la voluntad perpetua de colocarse en el límite.. Se cuenta la historia de un grupo de nuevos alumnos en un colegio mayor. Les toca aguantar, resistir e imponerse a los proverbiales ritos de paso. En 24 horas tendrán que ser lo que aún no son. Y para ello deberán someterse primero, para ser después. El poder, decíamos, se ejerce y, más importante, nos ejerce. ‘El aspirante’ busca impactar y no le importa exagerar si es preciso. Pero evitando la exhibición banal. La violencia discurre por dentro, en la tensión de una historia que habla de asuntos como la diferencia de clases, la toxicidad de lo masculino o los peligros de la tribu. El director se las arregla para reconstruir en la memoria del espectador el recuerdo de todas las alegres películas universitarias de otros tiempos, pero del revés. El caos no conduce a la comedia, el desorden es simple pánico.. Pese a los desarreglos, producto del exceso de compromiso, la película discurre por la pantalla solo pendiente de la incomodidad que levanta a su paso. El director no teme ni al ridículo ni al esquematismo. Los personajes y las acciones son piezas de un puzle que se ensamblan como las esquirlas se incrustan en lo blando después de una detonación. El resultado es una cinta tan tensa como provocadoramente irregular, tan inquietante como desoladora. No es tanto un thriller de terror como de poder.. —. Dirección: Juan Gautier. Intérpretes: Lucas Nabor, Jorge Motos, Eduardo Rosa, Catalina Sopelana, Felipe Pirazán. Duración: 94 minutos. Nacionalidad: España.
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