La desescalada de tipos continúa. El Banco Central Europeo ha recortado este jueves el precio del dinero en 25 puntos básicos por quinta vez consecutiva, la sexta en siete reuniones, para dejar la tasa en el 2,5%, su nivel más bajo desde hace más de dos años. Como estaba previsto, la convicción de Fráncfort de que el proceso de desinflación continúa avanzando hacia el objetivo del 2%, unida a las previsiones que hablan de un año de bajo crecimiento para la zona euro, siguen allanando el camino para una relajación de la política monetaria. Sin embargo, el margen de que ha disfrutado el Eurobanco para rebajar y rebajar cómodamente durante meses, sin apenas disensiones, y a un ritmo más acelerado (150 puntos básicos desde junio) que sus pares de la Reserva Federal (100 puntos) y el Banco de Inglaterra (75 puntos), empieza a agotarse. Y se hacen más audibles las voces internas que advierten contra la idea de llevar los tipos al 2% por inercia, marchando como sonámbulos, en expresión utilizada por el gobernador del banco central belga, Pierre Wunsch.. Seguir leyendo
El Consejo de Gobierno acuerda rebajar el precio del dinero en 25 puntos básicos y dejar la tasa en el 2,5%, pero cambia de lenguaje mientras crecen las voces en su seno que reclaman iniciar ya el debate sobre cuándo efectuar una pausa
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La desescalada de tipos continúa. El Banco Central Europeo ha recortado este jueves el precio del dinero en 25 puntos básicos por quinta vez consecutiva, la sexta en siete reuniones, para dejar la tasa en el 2,5%, su nivel más bajo desde hace más de dos años. Como estaba previsto, la convicción de Fráncfort de que el proceso de desinflación continúa por la senda correcta hacia el objetivo del 2%, unida a las previsiones que hablan de un año de bajo crecimiento para la zona euro, siguen allanando el camino para una relajación de la política monetaria. Sin embargo, el margen de que ha disfrutado el Eurobanco para rebajar y rebajar cómodamente durante meses, sin apenas disensiones, y a un ritmo más acelerado (150 puntos básicos desde junio) que sus pares de la Reserva Federal (100 puntos) y el Banco de Inglaterra (75 puntos), empieza a agotarse. Y se hacen más audibles las voces internas que advierten contra la idea de llevar los tipos al 2% por inercia, avanzando como sonámbulos, en expresión utilizada por el gobernador del banco central belga, Pierre Wunsch.. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, tendrá que manejar a partir de ahora todas las herramientas de gestión de recursos humanos que conozca para que la sangre no llegue al río, y la relación entre halcones y palomas siga siendo apacible en un Consejo de Gobierno cada vez más dividido. La alemana Isabel Schnabel, miembro del comité ejecutivo, se ha puesto al frente del ala más dura, y apuesta por empezar ya a discutir sobre hacer una pausa en los recortes de tipos. Otros, como el gobernador griego, Yannis Stournaras, han defendido en público que las tasas del BCE aún están en terreno restrictivo y los descensos deben continuar. Los expertos del banco sitúan entre el 1,75% y el 2,25% la tasa neutral, que ni contrae ni estimula la economía, pero no todo el mundo está de acuerdo con ese rango, y tampoco está libre de quedar obsoleto ante los nuevos shocks que van apareciendo.. Igual que sucediera en septiembre y diciembre, los economistas del BCE han rebajado sus proyecciones de crecimiento económico. Ahora esperan que el PIB de la zona euro repunte un 0,9% en 2025 (frente al 1,1% anterior), y un 1,2% en 2026, (1,4% antes). Para 2027 predice un avance del 1,3%, idéntico al anterior. También cambia el escenario de precios, que empeora levemente: los analistas del BCE estiman ahora una inflación media para este año del 2,3% (del 2,1% en la proyección anterior), mientras que para 2026 se quedaría intacta en el 1,9%, y en 2027 sería del 2,0%, ligeramente por debajo del 2,1% anterior.. El escenario no cesa de ganar complejidad: a las estadísticas habituales bajo estudio, tales como crecimiento, inflación, precios de la energía o evolución de los salarios, los expertos del BCE deberán sumar ahora variables cuyo impacto aún se desconoce, bien por su carácter cambiante, o bien porque son demasiado recientes o aún no han sido ni siquiera aprobadas formalmente.. Algunos tienen efectos contrarios: los aranceles impuestos por Donald Trump son teóricamente negativos para el crecimiento, pero al debilitar la actividad, el BCE no tiene claro si alimentan o adelgazan la inflación europea. En cambio, las multimillonarias inversiones militares en Europa, y el acuerdo entre conservadores y socialdemócratas alemanes para relajar el freno de la deuda con el objetivo de multiplicar el gasto en defensa y crear un fondo especial de 500.000 millones de euros destinado a infraestructuras deberían actuar como un estímulo, y revertir en más crecimiento para la zona euro, lo cual desincentiva los recortes del BCE y pueden aumentar el tipo neutral.. El mercado descuenta todavía otras dos bajadas de tipos más hasta final de año. De producirse, el precio del dinero se quedaría en el 2%. Hay vientos de cola para que así sea, o incluso para que acaben más abajo, como la fortaleza del euro respecto al dólar, frente al que se ha revalorizado un 4% en el último mes, lo que abarata las compras de energía en el exterior; la caída del precio del petróleo Brent —superior al 8% en lo que va de año—; el descenso de la inflación en febrero una décima hasta el 2,4%, rompiendo una racha negativa de cuatro meses al alza, que incluyó buenas noticias en la pegajosa inflación de servicios —del 3,9% al 3,7%—, o la moderación de los salarios en la zona euro, que crecieron en el cuarto trimestre un 4,1% respecto al año anterior, por debajo del 5,4% del tercer trimestre.. Pese a esta riada de datos positivos, solo ensombrecida por el alza de los precios del gas y el temor al impacto de los aranceles, la visibilidad de lo que ocurrirá en las próximas reuniones de abril y junio es todavía reducida. La guerra de declaraciones de las próximas seis semanas entre halcones y palomas dará algunas pistas, pero si Lagarde cumple su palabra serán los datos que se vayan conociendo los que decanten la balanza hacia la continuidad de los recortes o la primera pausa desde julio.. [Noticia de última hora. Habrá actualización en breve]