El Gobierno se plantea ayudar al viajero recurrente en tren ante el posible fin del gratis total

Una de las medidas estrella para atenuar el efecto sobre el consumidor de la inflación desbocada por la invasión rusa de Ucrania, la del transporte ferroviario gratuito de corta y media distancia, puesta en pie en julio de 2022, está abocada a decaer en los próximos meses. Probablemente a final de año. Pese a que no hay una decisión tomada, el asunto está siendo analizado por técnicos del Ministerio de Transportes, de Economía y de Hacienda, entre los que buscan armar un mecanismo de ayuda alternativa, pero más selectivo. Los beneficiarios serían los viajeros que utilizan el tren de forma recurrente para ir al trabajo, colectivos vulnerables y los jóvenes.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha avanzado esta mañana en una entrevista concedida a TVE, que se articulará este tipo de apoyo si el Gobierno da el paso de acabar con los bonos gratuitos para los trenes de Cercanías y de Media Distancia. Estos tienen vigencia hasta el 31 de diciembre y suplieron otra medida llamada a aliviar la carga de la subida de precios: el descuento de 20 céntimos por litro de combustible dirigida al transporte privado. Se intentó con ello el doble efecto de ayudar al ciudadano y sacar vehículos de la carretera. El titular de Transportes ha aseverado que se tomará una decisión sobre los títulos gratuitos “antes de final de año”.

Pese a defender el papel que ha desempeñado la pública Renfe con la medida de bonos a coste cero y abogar por la activación de ayudas remitidas a colectivos concretos, Puente sostiene que la gratuidad general no es sostenible por mucho más tiempo: “No es lo más adecuado desde la óptica del transporte”. Su departamento apuesta, según ha comentado, “por la calidad, el aumento de la oferta y las frecuencias”.

El ministro también se ha referido al aumento de jóvenes que han accedido este verano al plan de descuentos para viajar en tren o en autobús. Los 5,2 millones de viajes registrados en la campaña Verano Joven superan en un 30% los de la temporada estival de 2023. Hasta 1,4 millones de usuarios, o un 56% del total, tienen entre 18 y 23 años. La opción del tren para desplazarse entre el 1 de julio y el 30 de septiembre se impuso a la de la carretera con un peso del 63% en el número de desplazamientos frente al 37% que consiguió atraer el autobús.

Con descuentos sobre el precio del billete que alcanzaban hasta el 90%, desde el Ministerio de Transportes se explica que el ahorro medio por trayecto en tren ha sido de 15 euros, mientras que las rebajas por billete en autobús han alcanzado los 23 euros. Seis de cada diez viajes tuvieron origen o destino en Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana, siendo las más demandadas las rutas entre Madrid y Barcelona y las que enlazan Madrid con Valencia.