La efervescencia en el mercado inmobiliario parece no tener fronteras. Las compraventas de viviendas en el primer semestre de este año han marcado un máximo desde la burbuja de 2007, con 357.533 operaciones en el conjunto del país. Y el impulso ha sido generalizado: casi todas las comunidades han reflejado el acelerón, incluso aquellos mercados que no cuentan con grandes ciudades y polos turísticos. De hecho, los mayores repuntes con respecto a la primera mitad de 2024 se han registrado en Castilla y León (31,4%), La Rioja (30,3%) y Castilla-La Mancha (26,7%), con alzas que han superado con holgura el aumento medio nacional (19,7%), según los últimos datos de transacciones inmobiliarias del Instituto Nacional de Estadística (INE).. Seguir leyendo
Hasta 12 autonomías registran un incremento en las transacciones superior al 20% en la primera mitad del año
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La efervescencia en el mercado inmobiliario parece no tener fronteras. Las compraventas de viviendas en el primer semestre de este año han marcado un máximo desde la burbuja de 2007, con 357.533 operaciones en el conjunto del país. Y el impulso ha sido generalizado: casi todas las comunidades han reflejado el acelerón, incluso aquellos mercados que no cuentan con grandes ciudades y polos turísticos. De hecho, los mayores repuntes con respecto a la primera mitad de 2024 se han registrado en Castilla y León (31,4%), La Rioja (30,3%) y Castilla-La Mancha (26,7%), con alzas que han superado con holgura el aumento medio nacional (19,7%), según los últimos datos de transacciones inmobiliarias del Instituto Nacional de Estadística (INE).. Aunque ningún territorio ha alcanzado los picos del bum de inicios de siglo, cuando la construcción era uno de los grandes motores de la economía y el crédito hipotecario fluía sin control, hasta 12 de las 17 comunidades han registrado en lo que va de año un aumento en las compraventas superior al 20%. Madrid, Baleares y Canarias han experimentado alzas más contenidas, pero ya habían superado la marca de la burbuja al salir de la pandemia: la región capitalina en 2021, los dos archipiélagos en 2022. Lo hicieron puntualmente gracias a la liberación de la demanda embalsada durante la crisis sanitaria, aunque el ritmo ahora se ha ralentizado.. Con los datos del primer semestre de 2025 en la mano, y pese a la reciente moderación de la actividad, la Comunidad de Madrid sigue siendo la que más se acerca a las cifras previas a la crisis: está apenas un 10% por debajo del pico de 2007, según la última Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad del INE. Solo Navarra ha registrado una ligera contracción en el semestre, del 0,8%. En términos absolutos, el mayor número de compraventas se registró en Andalucía y Cataluña, las comunidades más pobladas.. “Hay que considerar que en algunos sitios, normalmente en las grandes ciudades, ya no es sencillo comprar una vivienda, mientras que en otros lugares aún puede haber camino por recorrer”, contextualiza José García Montalvo, catedrático de Economía en la Universitat Pompeu Fabra. Los precios por las nubes, una oferta escasa y el fuerte crecimiento demográfico están expulsando población hacia las periferias e incluso a comunidades limítrofes con grandes núcleos económicos, como pueden ser Castilla y León y Castilla-La Mancha en el caso de Madrid. “Lugares que no eran tan atractivos, pero que empiezan a serlo a medida que esto [precios altos y poca oferta] se va extendiendo como una mancha de aceite”.. Miguel Ángel Gómez Huecas, presidente de la patronal inmobiliaria española Fadei, coincide con el diagnóstico. La subida de precios y la falta de oferta en las principales ciudades y los destinos turísticos más cotizados, junto a la mejora de “los servicios, las infraestructuras y la conectividad” en buena parte del territorio, están influyendo con contundencia en la geografía de las compraventas de las familias. “Los inversores también están comprando en esas plazas. ¿Por qué? Porque ya es imposible comprar en las plazas principales por los precios que tienen, preburbuja”, zanja. “Hay otras poblaciones que se irán igualando a Madrid y Barcelona, que son Navarra, País Vasco y Galicia”, vaticina.. Un elemento de presión ulterior lo representan los alquileres. Los precios desorbitados de los arrendamientos hacen más apetecible la compra si se dispone de un colchón suficiente para la entrada —los hogares elevaron su tasa de ahorro forzosamente durante la pandemia y, en los años posteriores, sus rentas aumentaron gracias a la buena marcha de la economía—, más aún ahora que los tipos de interés han bajado.. Según Ricard Garriga, director general de la plataforma de contratación hipotecaria Trioteca, también existe un miedo creciente a quedarse fuera del mercado: ante las intensas subidas de los precios, parte de la población siente que nunca podrá tener una vivienda en propiedad si no compra ahora. Con respecto al avance de las compraventas en los territorios donde la demanda suele ser más moderada, es prudente: “Son comunidades con un peso relativo menor en el conjunto del mercado nacional, y por tanto menos expuestas a los grandes movimientos estructurales. Por ese motivo, no creemos adecuado sacar conclusiones categóricas a partir de repuntes puntuales”. Sin embargo, cree que la actividad podría alcanzar en algunas autonomías los números de vértigo registrados en la primera década de los 2000. “Serían Madrid, Cataluña (especialmente Barcelona), Málaga, Baleares y Canarias. Son las zonas más expuestas desde el punto de vista macroeconómico: mayor presión demográfica, más inversión extranjera, mercado del alquiler tensionado y fuerte demanda interna”, enumera.