Los precios de la vivienda han pisado el acelerador en España. Fue el segundo país de la eurozona donde más se encarecieron las casas el año pasado: un 11,4%, según los últimos datos difundidos por Eurostat, por detrás del 11,6% de subida que registró Portugal. Ambos vecinos destacan por el dinamismo general de sus economías, frente al estancamiento europeo. Aunque si se mira al conjunto de los Veintisiete, otros dos países fuera de la moneda común vieron crecer los precios inmobiliarios todavía más durante 2024. En Bulgaria se dispararon un 18,3%; y en Hungría lo hicieron un 13%.. Seguir leyendo
Los precios subieron un 11,4% durante 2024, solo dos décimas menos que en Portugal, según los últimos datos de Eurostat
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Los precios de la vivienda han pisado el acelerador en España. Fue el segundo país de la eurozona donde más se encarecieron las casas el año pasado: un 11,4%, según los últimos datos difundidos por Eurostat, por detrás del 11,6% de subida que registró Portugal. Ambos vecinos destacan por el dinamismo general de sus economías, frente al estancamiento europeo. Aunque si se mira al conjunto de los Veintisiete, otros dos países fuera de la moneda común vieron crecer los precios inmobiliarios todavía más durante 2024. En Bulgaria se dispararon un 18,3%; y en Hungría lo hicieron un 13%.. En contraste, los precios de las casas crecieron un 4,9% en el conjunto de la Unión Europea (UE). En la eurozona, en el cuarto trimestre de 2024 se pagaba por la vivienda un 4,2% más que un año antes. En ambos casos, la media recoge el resultado de dinámicas nacionales muy distintas. Frente a los abultados porcentajes de los países señalados y otros (en Holanda y Croacia también hubo subidas de doble dígito), los importes retrocedieron casi un 2% en Francia y Finlandia. Y en Alemania, Austria y Luxemburgo tuvieron una progresión muy discreta.. “A partir de la pandemia, el comportamiento de la vivienda ha sido muy distinto por países”, resume el economista José García Montalvo, catedrático en la Universitat Pompeu Fabra. “La dinámica del ciclo económico marca mucho la dinámica de precios de la vivienda”, añade. “España en el último año es de los sitios donde más sube la vivienda, pero también es un año en el que ha destacado muy en positivo como la economía europea de mejor desempeño”, coincide Judit Montoriol, economista principal de Caixabank Research.. Eso explica que los precios en España sean ya casi un 20% más caros que en el arranque de 2022, cuando Rusia invadió Ucrania. Aquello desató una crisis inflacionista generalizada, que todavía no está completamente controlada y sobre la que ahora se cierne la amenaza de una guerra comercial desatada por EE UU. Pero esa subida del coste de vida no lo ha sido de la vivienda en países como Alemania o Francia, donde las casas son más baratas que en el primer trimestre de 2022.. Si al crecimiento de precios se le descuenta la inflación acumulada desde entonces, de hecho, la vivienda se ha abaratado en el conjunto de Europa. No es el caso de España, donde los importes deflactados siguen siendo un 8% más caros, siendo el cuarto mercado con mayor encarecimiento tras Portugal, Croacia y Lituania. En estos países, la subida de los tipos de interés con la que el Banco Central Europeo respondió a la inflación no ha torcido el rumbo del mercado inmobiliario. Pero en otros “ha habido correcciones muy importantes”, señala Montoriol, quien apunta a Francia, Alemania o Suecia.. Subida del 70% en 10 años. A largo plazo, los datos muestran una subida generalizada de precios. El porcentaje que España acumula desde 2015 es casi idéntico a la media comunitaria. En la última década, la vivienda se ha encarecido un 36% en términos reales (es decir, descontando la inflación). Sin tener en cuenta ese efecto, los importes son un 70% más caros, y ahí sí se despega España tanto de la media comunitaria (58%) como de la de la eurozona (50%).. En relación con otros socios comunitarios, España se queda a media tabla: en décima posición entre los veinte países de la moneda común (el portal estadístico de la UE solo ofrece datos de 19, ya que no incluye los de Grecia), y en 14ª entre los Veintisiete (26 sin Grecia). Diez Estados de la UE han visto duplicarse los precios en la última década; y en Hungría se han más que triplicado.. Esta abrupta subida de precios que ha sufrido el Viejo Continente en la última década refleja la crisis de la vivienda que se extiende por la mayoría de los países europeos y que ha despertado el interés del Ejecutivo comunitario, que ya estudia medidas para aplacar este efecto.. En las causas de ese encarecimiento general también están de acuerdo los dos expertos consultados. Más allá de que haya sido un ciclo económico positivo, “el factor común”, apunta García Montalvo, “tiene que ver con la oferta”. Esta es incapaz de responder a la fuerte demanda en las principales ciudades “que son las que marcan la tendencia de los países y determinan mucho los precios”, agrega el catedrático.. Estos núcleos atraen población (especialmente si el mercado laboral muestra dinamismo, como es el caso de España en los últimos tiempos) y también inversiones. Pero esa demanda encuentra al otro lado una oferta que apenas crece: “Hay estudios de la OCDE que señalan a las restricciones urbanísticas a la nueva construcción”, indica Montoriol. Y sea por cuestiones geográficas o regulatorias, ese freno “impulsa el precio al alza”, afirma la economista.. Esta añade otros “factores adicionales”, como puedan ser el alquiler turístico o la inversión institucional (“un estudio del BCE dice que estos han ayudado a la subida en algunos países, pero no tanto en España”), pero destaca que no son “la causa principal”. ¿Y puede contribuir un enfriamiento económico general a bajar los precios de las casas? “La incertidumbre no ayuda”, responde la economista de Caixabank en alusión a la guerra comercial, “pero ahora no contemplamos ese escenario como el central”. “Para nosotros el central es que se resten unas décimas al crecimiento y eso tendría un impacto casi nulo”, concluye, aunque sí cree que “los bancos centrales podrían verse en la tesitura de cómo actuar ante una combinación de inflación con poco crecimiento, lo que podría impactar en el inmobiliario por esa vía”.