El primer premio fue para él y el último para ella. La noche se abrió con el galardón al mejor director. Y ése fue Jacques Audiard. Y se cerró, como es costumbre, con el de mejor película. Y ésa fue Emilia Pérez. En total fueron cinco las veces que, de un modo u otro, se escuchó el nombre de la que, desde Cannes, está llamada a ser la película del año. Y justo es que así sea porque, a su manera, ‘Emilia Pérez’ es eso y es, por definición, mucho más. Emilia Pérez es musical, es narcocorrido, es thriller, es melodrama y, cuando quiere, es comedia. No es western, pero podría serlo. Es más, un poco sí que lo es. Aunque solo sea en el gesto desesperado de un héroe que, como todos, busca redención. Emilia Pérez, en efecto, lo es todo. Y así, para ella fue la mención por el montaje a cargo de Juliette Welfling; la del guion para el propio Audiard; la de director; la de película… Un momento. Falta alguien.. Seguir leyendo
El narcomusical ‘Emilia Pérez’ arrasa con 5 estatuillas en los Premios del Cine Europeo de forma tan justa como ruidosa
El primer premio fue para él y el último para ella. La noche se abrió con el galardón al mejor director. Y ése fue Jacques Audiard. Y se cerró, como es costumbre, con el de mejor película. Y ésa fue Emilia Pérez. En total fueron cinco las veces que, de un modo u otro, se escuchó el nombre de la que, desde Cannes, está llamada a ser la película del año. Y justo es que así sea porque, a su manera, ‘Emilia Pérez’ es eso y es, por definición, mucho más. Emilia Pérez es musical, es narcocorrido, es thriller, es melodrama y, cuando quiere, es comedia. No es western, pero podría serlo. Es más, un poco sí que lo es. Aunque solo sea en el gesto desesperado de un héroe que, como todos, busca redención. Emilia Pérez, en efecto, lo es todo. Y así, para ella fue la mención por el montaje a cargo de Juliette Welfling; la del guion para el propio Audiard; la de director; la de película… Un momento. Falta alguien.. Falta Karla Sofía Gascón. Suyo fue el premio a mejor actriz. Fue, como es norma en ella, un premio histórico. Lo fue en Cannes donde se coronó como la primera actriz trans en lograrlo. Y lo fue el sábado en la localidad perfecta y suiza de Lucerna, donde volvió a hacerlo de nuevo, cada vez más cerca del Oscar. Y, otra vez, no queda más que rendirse. Pocas veces el trabajo de una actriz quiere tanto y se atreve a tanto. De hecho, como la propia película, se atreve a todo porque todo lo quiere. Ella es Manitas, el mafioso que quiere ser mujer. Y acto seguido, ella es Emilia Pérez, la mujer que pelea por olvidar que antes fue mafioso. Y en los dos casos, como él y como ella, ella es una Karla Sofía Gascón tan brutal como tierna, escalofriante y descomunal. Quien cambia el cuerpo cambia el alma, quien cambia el alma cambia la sociedad. Nos cambia a todos.. La actriz, la única opción española en materializarse de la noche, subió al estrado y no dejó que la noche se le escapara. Era suya y de nadie más. «¡¡Bingo!!», fue la reacción inmediata antes de cantar uno a uno los números de agradecimiento. «Me he vestido de azul», continuó, «porque creo en los valores de Europa». Y siguió: «Y quiero dedicar este premio a los padres que aman a sus hijos porque en este mundo hay mucho odio y muchos padres prefieren que sus hijos sean delincuentes antes que maricones». Todo muy claro.. Por su parte, el actor del año en lo que a Europa respecta fue Abou Sangare. No podía ser Emilia Pérez (donde todo lo importante es mujer) y fue la película La historia de Souleymane, de Boris Lojkine, la elegida. Sin duda, un premio de mérito teniendo en cuenta que el actor se las veía con nombres consagrados como Daniel Craig, Ralph Fiennes o Franz Rogowski. La sinceridad de una historia, a vueltas con la inmigración y sus humillados, que defiende y representa el intérprete debutante se impuso. Y bien está que así fuera.. Por el camino, La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar, no pudo hacer valer su León de Oro logrado en Venecia (el único del cine español en toda su historia). Era candidato en las mismas categorías que Emilia Pérez y no hubo manera. Una suerte parecida corrieron tanto Fernando Trueba y su Dispararon al pianista como Isabel Herguera y su El sueño de la sultana. De forma completamente inédita, dos películas animadas de producción española aparecían nominadas a la vez, pero este año nadie puede con Flow, un mundo que salvar, del director letón Gints Zilbalodis. No en balde, si nadie lo remedia, ni Pixar ni Disney ni Dreamworks, este año gana el gato, él es el protagonista del milagro animado que describe una inundación global entre la más dramática de las realidades y el más irreal de los sueños. Irresistible. Quién sabe si el primer Oscar que se va a Letonía.. En la categoría de documental, dos destacaban entre los cinco nominados. El palestino No other land’, de Basel Adra y Yuval Abraham, y el francés Dahomey, de Mati Diop. El primero, que fue premiado con estrépito en Berlín, retrata con una crudeza desusada la ocupación israelí, muy cerca de la limpieza étnica, de Cisjordania. El segundo es una desconstrucción hasta la sangre (y la luz también) del legado colonial que mereció el premio mayor en Berlín. Los dos están llamados a marcar y hasta herir el año. Pero ganar ganó uno y el premio fue de manera algo más que necesaria para el primero. «Es muy difícil celebrar un premio en pleno genocidio», dijo uno de los directores, el palestino, y, a su lado, el codirector de nacionalidad israelí le dio la razón. Sí, los directores son palestino e israelí y no son enemigos.. Por lo demás, la gala discurrió con la ya proverbial y contradictoria torpe soltura con la que acostumbra. Son 37 las ediciones y no hay manera. Se diría que el atoramiento, la pomposidad y los discursos que no acaban son ya un rasgo de carácter. Asumámoslo pues. Europa y su cine son así. Podría ser peor. Podrían ser los Goya. Isabella Rossellini recogió su premio honorífico y, pese a los inconvenientes de una introducción eterna, emocionó. Emociona ver cómo se emociona un gigante. Y no lejos, el que fuera presidente de esta misma Academia, Wim Wenders, que también fue honrado por su honra y honor. Resultó menos emocionante, pero resultó (muy largo), que era de lo que se trataba. Hubo más momentos memorables, pero no en esta noche.. Y así las cosas, Karla Sofía Gascón. Es actriz y es vendaval. Y no necesariamente, por este orden. Nos vemos en los Oscar.
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