Europa no podrá cortar el cordón umbilical con Estados Unidos en el corto y medio plazo en el ámbito de la defensa por mucho que lo desee. “Llevará, en el mejor de los escenarios, entre cinco y seis años”, señala a este periódico Nicolás Pascual de la Parte, eurodiputado español del grupo popular que ha sido el encargado de elaborar el informe anual de 2024 sobre la aplicación de la política común de seguridad y defensa, que este miércoles ha votado el Parlamento Europeo en Estrasburgo. En él se hace hincapié en las carencias comunitarias en ámbitos como las comunicaciones por satélite, elemento clave para proporcionar información de inteligencia y en el que EE UU domina claramente, con los satélites de Starlink de Elon Musk como punta de lanza.. Seguir leyendo
El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles el informe anual sobre la aplicación de la política común de seguridad y defensa donde se resalta la urgencia de ir más allá del objetivo del 2% de gasto respecto al PIB
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Europa no podrá cortar el cordón umbilical con Estados Unidos en el corto y medio plazo en el ámbito de la defensa por mucho que lo desee. “Llevará, en el mejor de los escenarios, entre cinco y seis años”, señala a este periódico Nicolás Pascual de la Parte, eurodiputado español del grupo popular que ha sido el encargado de elaborar el informe anual de 2024 sobre la aplicación de la política común de seguridad y defensa, que este miércoles ha votado el Parlamento Europeo en Estrasburgo. En él se hace hincapié en las carencias comunitarias en ámbitos como las comunicaciones por satélite, elemento clave para proporcionar información de inteligencia y en el que EE UU domina claramente, con los satélites de Starlink de Elon Musk como punta de lanza.. “El Parlamento Europeo es consciente de las carencias en lo que respecta tanto a las capacidades en materia de vehículos lanzadores como a la telecomunicación por satélite dentro de la Unión”, reza en el informe, que “resalta la importancia estratégica de avanzar y mejorar esas capacidades”. De hecho, el texto alerta de “la creciente amenaza de la militarización del espacio, en particular los informes sobre los avances de Rusia en materia de armamento nuclear espacial”.. En el aspecto satelital, un punto de inflexión para el Viejo Continente podría ser la fusión entre la francesa Thales, Airbus y la italiana Leonardo, que desde el año pasado están en negociaciones para crear un gigante del espacio que pueda competir, principalmente, con Musk. “Solo él ya tiene más satélites que Europa”, indican fuentes del europarlamento. Pascual de la Parte alerta de otras carencias entre los Veintisiete como son los aviones de transporte de tropas —del tipo de los Galaxy, que es un avión estadounidense—, aviones de reabastecimiento en vuelo, cadenas de mando y control integradas, escudos antimisiles y artillería.. Una de las herramientas más importantes adoptadas por la Unión Europea en el último año y medio es el EDIRPA, ley que facilita la compra común de material para la industria de defensa. El EDIRPA, al que el Consejo Europeo dio luz verde en octubre de 2023, establece que el material comprado debe de contener al menos un 65% de material made in Europe, algo que ahora Francia puja por modificar hasta el 80%. Esto favorecería mucho a la industria de defensa francesa, la mejor posicionada dentro de la Unión.. La capacidad de absorber semejante volumen de inversión. El informe votado este miércoles en el Parlamento Europeo resalta que “todos los Estados miembros de la Unión deben alcanzar urgentemente un nivel de gasto en defensa, como porcentaje de su PIB, significativamente superior al objetivo actual de la OTAN del 2%”. La frase va en línea con el programa que la Comisión Europea presentó a principios de marzo, en el que se anunció a bombo y platillo un plan de rearme que movilizará unos 800.000 millones de euros, de los que unos 150.000 millones serían préstamos a las capitales. Sin embargo, el debate en el seno de los órganos de poder de la Unión Europea es conseguir un programa de subvenciones y no de préstamos para la industria de defensa al estilo de los Fondos Next Generation. El principal escollo para ello es, a día de hoy, Países Bajos.. Otro reto al que se enfrentan los Veintisiete es qué hacer con semejante cantidad de dinero, ya que hasta ahora la mayor parte del armamento se le compraba a EE UU —entre 2020 y 2024, el 64% del armamento adquirido por los países europeos procedió de EE UU, según datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo— por lo que la industria europea tendría que aumentar considerablemente su capacidad. El tan mentado informe del expresidente italiano Mario Draghi incide en la necesidad de facilitar las fusiones transfronterizas —como la ya mencionada que pretenden llevar a cabo Airbus, Thales y Leonardo— para crear grandes campeones europeos que compitan con China y EE UU. Sin embargo, en Europa, como se señala en el Libro Blanco sobre el futuro de la defensa que presentó la Comisión a mitad de marzo, el plan parece pasar por tener campeones nacionales que se coordinen y cooperen entre sí, en vez de tener gigantes europeos.. “No tiene sentido que en Europa tengamos 20 tipos de tanques distintos. Necesitamos más economía de escala y más compra conjunta”, indica otra fuente del Parlamento Europeo que incide en que los Estados miembros malgastan muchos recursos al ir por separado. Un ejemplo de ello es el proyecto del FCAS, el futuro avión de combate europeo que corre a cargo de la francesa Thales, la española Indra y la alemana Dassault, que competirá con el proyecto de avión de combate de Reino Unido, Italia y Japón, el GCAP.. A este respecto, el informe aprobado por el Parlamento Europeo este miércoles celebra la cooperación entre los Estados miembro que se recoge en la Estrategia Industrial de Defensa Europea, que invita a las capitales a comprar al menos el 40% de los equipos de defensa de manera colaborativa de aquí a 2030.