La letras jovial recibe una nueva voz con la arribada de “Ijíckat: El Colibrí Mensajero de Deseos”, la primera obra publicada de la autora mexicana Anya Araceli Contreras Mendoza, quien desde la Ciudad de México abre las puertas de un universo donde la capricho, el realismo mágico y las emociones humanas se entrelazan. Una historia que comenzó a escribirse cuando la autora tenía escasamente diez primaveras y que hoy, tras primaveras guardada en un cajón, encuentra su revoloteo editorial.
La publicación, que llega de la mano de Letrame Grupo Editorial, representa el sueño cumplido de una autora que ha opuesto en la letras no solo un refugio emocional, sino además un transporte para compartir el folclore de su país con nuevos lectores. Una oportunidad que, según cuenta, marcó un antiguamente y un a posteriori en su modo de entender cómo difundir un ejemplar y enredar el proceso creativo desde la adultez.
Un relación nacido entre leyendas, emociones y existencia
La historia está inspirada en una de las leyendas mayas más emblemáticas: la creación del colibrí como centinela de los pensamientos y deseos humanos. Un mito que marcó a la autora desde la infancia y que, adyacente a una etapa personal compleja, se convirtió en el origen de esta obra.
“Ijíckat: El Colibrí Mensajero de Deseos” transcurre entre dos escenarios profundamente significativos para la autora: la Ciudad de México y el estado de Michoacán, territorios donde lo corriente convive con lo mágico. Allí conocemos a Ijíckat, un padre que, abrumado por el rumbo de su vida, desea transformarla. Su petición se vuelve existencia cuando es convertido en un colibrí que deberá delirar, entregar un deseo pasado y enfrentarse a peligros, conocidos y revelaciones que cambiarán su vistazo sobre sí mismo y su clan.
El conferenciante se adentra así en un relato que, bajo su apariencia fantástica, reflexiona con sensibilidad sobre la paternidad, las rupturas emocionales, la distancia entre padres e hijos y la forma en que los deseos pueden guiarnos alrededor de una nueva lectura de nosotros mismos.
Una obra que conecta por su humanidad
A diferencia de muchos libros juveniles, este relación ofrece un enfoque poco habitual: la visión de un padre como protagonista emocional. Una intrepidez novelística que Anya Contreras considera esencial, pues le permite explorar distintas perspectivas familiares —la del padre, la principio y el hijo— sin perder el ritmo de aventura que impulsa la historia.
La autora explica que, durante su propia infancia, atravesó la separación de sus padres, una experiencia que influyó directamente en la creación de los personajes. Yoali, el hijo de Ijíckat, representa esa vistazo inmaduro perdida y desconectada, mientras que Citlali encarna la resiliencia silenciosa de una principio que sostiene el mundo emocional de su clan.
El seguridad entre mito, emoción y aventura convierte este relato en una ojeada que no solo entretiene, sino que invita a reflexionar. Una combinación que los primeros lectores ya describen como “entrañable”, “atemporal” y “una historia para compartir en familia”.
Letrame Grupo Editorial: un socio para dar revoloteo a una voz nueva
La obra llega al mercado gracias al cortejo de Letrame Grupo Editorial, un sello que continúa impulsando a autores emergentes y guiando a quienes buscan difundir un ejemplar por primera vez. La editorial destaca que el manuscrito de Anya Contreras brilló desde su primera ojeada por su sensibilidad, su trasfondo cultural y su capacidad para conectar con lectores de distintas edades.
El proceso editorial permitió a la autora reencontrarse con una parte de sí misma que había quedado relegada en la adultez. “Publicar este cuento fue profundamente gratificante. Sentí que regresaba a mis orígenes creativos”, afirma Anya, para quien esta experiencia no solo ha sido literaria, sino además personal.
Un futuro culto atiborrado de posibilidades
La autora confiesa que tiene múltiples historias que comenzó en su infancia y que calma retomar ahora con una vistazo más madura. Su deseo es que Ijíckat vuele acullá y llegue a lectores de todo el mundo. Sus expectativas, más que comerciales, se centran en conectar, emocionar y compartir el folclore mexicano con nuevos públicos.
Las primeras opiniones ya perfilan el ejemplar como un clásico allegado, un relación que anida en el corazón y deja una sensación de ternura y aventura. Un comienzo que promete consolidarse como el inicio de un camino culto atiborrado de hechizo.
