Uno de los criterios que tendrá en cuenta el Gobierno a la hora de repartir los contratos de los 31 Programas Especiales de Modernización (PEM), lanzados este ejercicio, pero cuya ejecución se llevará a cabo durante varios años, será que la empresa adjudicataria debe hacer el papel de “tractora” para el resto del sector. Indra, que puja por varios de ellos y ya ha recibido una prefinanciación de 350 millones junto a Airbus para el desarrollo del futuro sistema aéreo de combate europeo (FCAS), asegura que el 77% de las compras de su unidad de defensa son a empresas nacionales. Esto contrasta, afirma la compañía, con un sector de defensa europeo donde “más del 70% de las adquisiciones se destinan a compañías ubicadas fuera del continente”.. Seguir leyendo
La compañía presidida por Ángel Escribano se posiciona así frente a GDELS, con la que competirá por los grandes contratos de vehículos militares terrestres que encargará el Ejecutivo
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Un VCR 8×8 Dragón de Tess Defence. Imagen cedida por la empresa.. Uno de los criterios que tendrá en cuenta el Gobierno a la hora de repartir los contratos de los 31 Programas Especiales de Modernización (PEM), lanzados este ejercicio, pero cuya ejecución se llevará a cabo durante varios años, será que la empresa adjudicataria debe hacer el papel de “tractora” para el resto del sector. Indra, que puja por varios de ellos y ya ha recibido una prefinanciación de 350 millones junto a Airbus para el desarrollo del futuro sistema aéreo de combate europeo (FCAS), asegura que el 77% de las compras de su unidad de defensa son a empresas nacionales. Esto contrasta, afirma la compañía, con un sector de defensa europeo donde “más del 70% de las adquisiciones se destinan a compañías ubicadas fuera del continente”.. Entre los proveedores nacionales de Indra se encuentran compañías como Falcón Electrónica, una empresa de 230 empleados en Navarra, que en 2026 cumplirá medio siglo de vida. “La compañía empezó en la casa de mi padre, montando y soldando componentes para Azkoyen, la de las máquinas de vending”, responde al teléfono Yolanda Falcón, la actual consejera delegada de la empresa, a este periódico. Hoy, esta mediana empresa se dedica a diseñar y fabricar tarjetas electrónicas para diferentes industrias, entre ellas las de defensa, donde tiene como cliente a Indra.. Otra firma con la que trabaja la tecnológica, por ejemplo, es New Infrared Technologies (NIT), que hace un chip detector de infrarrojos único en España utilizado en sistemas tempranos de detección de amenazas. “Es un sensor de muy alta velocidad que detecta inmediatamente desde dónde parte una amenaza, como por ejemplo, un bazuca”, explica Arturo Baldosano, CEO de NIT, que emplea a 15 personas en Boadilla del Monte (Madrid).. La tecnológica presidida por Ángel Escribano busca posicionarse así frente a General Dynamics, compañía estadounidense cuya filial europea es dueña de Santa Bárbara, con la que Indra competirá por hacerse con varios de los contratos de defensa que están por venir en el campo de los vehículos terrestres en España. La compañía de capital estadounidense aseguró en junio durante la presentación de su plan estratégico 2025-2030 que es una empresa con “tecnología 101% española y europea” y que incrementará su capacidad productiva un 73% en cinco años. “También se reforzará y ampliará el tejido industrial facilitando la capacitación y certificación más allá de los 900 suministradores españoles actuales, con casi 30.000 empleos indirectos en pymes de todas las comunidades autónomas”, señaló GDELS en junio.. Previamente, en marzo, en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional, el presidente de Indra arremetió contra ella al asegurar que GDELS no había invertido en su filial española desde que el Gobierno de José María Aznar se la vendiera en 2001, y que había “destruido casi todo el tejido industrial que tuvo la que fue en su día la gran empresa Santa Bárbara”. Indra, de hecho, intentó comprar Santa Bárbara, pero GDELS se negó y ahora el Gobierno podrá elegir entre ambos para ver quién se queda con los diferentes contratos para modernizar la flota de vehículos terrestres del ejército español.. 269 millones gastados en pymes españolas. En su rama de defensa, Indra afirma que de los 350 millones que ha gastado en pagar a proveedores, unos 269 millones han ido a parar a 1.026 empresas nacionales, más de la mitad de las cuales son pymes, start-ups, centros tecnológicos y universidades. “En proyectos de cooperación industrial, como el FCAS, se ha subcontratado el 30% de la actividad con 69 socios tecnológicos, superando la docena aquellos que han sido considerados como casos de éxito”, afirma la compañía.. Además, Indra pone el foco en sus tecnologías de doble uso. “A diferencia de otras empresas europeas de defensa como Thales o Rheinmetall, Indra continúa con operaciones en gestión de tráfico aéreo, movilidad y tecnologías de la información”, añade la empresa. En este sentido, indica que gracias a su inversión en Sparc, una start-up dedicada a la producción de chips, está pasando de los chips de silicio a nitruro de galio, un avance que será beneficioso también para su rama de gestión de tráfico aéreo.