El presidente de JPMorgan, Jamie Dimon, se ha sumado al creciente clamor del mundo de la inversión y las finanzas contra la guerra comercial declarada por Donald Trump a todo el mundo, que ha hundido las Bolsas y amenaza con provocar no solo una recesión en Estados Unidos sino una de carácter global. “La fragmentación económica con nuestros aliados puede ser desastrosa a largo plazo”, advierte el banquero, que cree que los aranceles frenarán el crecimiento, aunque cree que aún está por ver si provocarán una recesión.. Seguir leyendo
El banquero considera necesario aclarar la situación cuanto antes y advierte de que para Estados Unidos sería “desastroso” romper sus alianzas
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El presidente de JPMorgan, Jamie Dimon, se ha sumado al creciente clamor del mundo de la inversión y las finanzas contra la guerra comercial declarada por Donald Trump a todo el mundo, que ha hundido las Bolsas y amenaza con provocar no solo una recesión en Estados Unidos sino una de carácter global. “La fragmentación económica con nuestros aliados puede ser desastrosa a largo plazo”, advierte el banquero, que cree que los aranceles frenarán el crecimiento, aunque cree que aún está por ver si provocarán una recesión.. Los analistas del banco, el mayor de Estados Unidos, han convertido ya la recesión en su escenario central para Estados Unidos y también ven crecientes probabilidades de recesión global. Dimon pide que se aclare el panorama lo antes posible para minimizar el daño.. “Existen muchas incertidumbres en torno a la nueva política arancelaria: las posibles represalias, incluso en servicios, por parte de otros países, el efecto en la confianza, el impacto en las inversiones y los flujos de capital, el efecto en los beneficios empresariales y el posible efecto en el dólar estadounidense. Cuanto antes se resuelva este problema, mejor, porque algunos de los efectos negativos aumentan de forma acumulativa con el tiempo y serían difíciles de revertir. A corto plazo, veo esto como una gota más que colma el vaso”, escribe en su carta a los accionistas, publicada este lunes. “Espero que, tras las negociaciones, el efecto a largo plazo tenga algunos beneficios positivos para Estados Unidos. Mi mayor preocupación es cómo afectará esto a las alianzas económicas a largo plazo de Estados Unidos”, insiste, en relación con esa potencialmente “desastrosa” fragmentación.. Dimon admite que la economía estadounidense, al menos hasta hace poco, siguió siendo resistente, con consumidores que seguían gastando (aunque con cierto debilitamiento reciente) y empresas que seguían en buena forma. Sí subrayaba que en parte la actividad se había visto impulsada por grandes cantidades de estímulos gasto público deficitario. Y advierte de los riesgos de recesión y de la posibilidad de que las Bolsas bajen más.. “Los recientes aranceles probablemente aumentarán la inflación y están haciendo que muchos consideren una mayor probabilidad de recesión. E incluso con el reciente descenso de los valores de mercado, los precios siguen siendo relativamente altos. Estas fuerzas significativas y algo sin precedentes nos hacen seguir siendo muy cautelosos”, escribe. Las subidas de precios, explica, no solo afectarán a los bienes importados, sino también a los precios nacionales, a medida que aumenten los costos de los insumos y la demanda de productos nacionales. “Sigue siendo una incógnita si el menú de aranceles provocará o no una recesión, pero sí ralentizará el crecimiento”, indica.. “La economía se enfrenta a una considerable turbulencia (incluida la geopolítica), con los posibles aspectos positivos de la reforma fiscal y la desregulación y los posibles aspectos negativos de los aranceles y las ‘guerras comerciales’, la persistente inflación, los elevados déficits fiscales y los precios y la volatilidad de los activos, que siguen siendo bastante altos”, insiste.. Otras advertencias. La advertencia de Jamie Dimon se suma a la de Bill Ackman, que pidió este domingo al presidente de Estados Unidos un “tiempo muerto” de 90 días en la guerra comercial para tratar de llegar a acuerdos con los demás países. De lo contrario, augura un “invierno económico nuclear”. “Estamos en el proceso de destruir la confianza en nuestro país como socio comercial, como lugar para hacer negocios y como mercado para invertir”, sostiene el multimillonario.. El hombre más rico del mundo y aliado del presidente, Elon Musk, también ha dado una nota discordante sobre la guerra comercial declarada por Estados Unidos. “Espero que se esté de acuerdo en que tanto Europa como Estados Unidos deberían pasar, en mi opinión, a una situación de arancel cero, creando así una zona de libre comercio entre Europa y Norteamérica”, dijo el sábado en una videoconferencia en un congreso en Florencia de la Liga, partido de la coalición de gobierno italiana. Además, este domingo dejó claras de forma brusca sus discrepancias con Peter Navarro, destacado asesor de Trump en materia comercial.. Por su parte, el inversor más famoso del mundo, Warren Buffett, ha preferido guardar silencio desde la imposición de los mal llamados “aranceles recíprocos” y se reserva sus opiniones sobre los últimos acontecimientos para la junta de accionistas de la empresa del próximo 3 de mayo en Omaha (Nebraska). Previamente, hace más de un mes, cuando solo se habían impuesto una pequeña parte de los aranceles, sí hizo unos comentarios al respecto. El Oráculo de Omaha se refirió a los aranceles como “un acto de guerra hasta cierto punto” en una entrevista a la cadena CBS emitida el 2 de marzo sobre la figura de Katherine Graham, la legendaria editora del Washington Post. “Con el tiempo, son un impuesto sobre los bienes. ¡Quiero decir que el Ratoncito Pérez no los paga!”, se rio. “¿Y luego qué? Siempre hay que hacerse esa pregunta en economía. Siempre se dice: ‘¿Y luego qué?”.