Javier Bardem es Javier Bardem siempre. Para bien, para muy bien, para mal y para todo lo contrario. El actor más reconocido y premiado de la historia del cine español se presentó el viernes en San Sebastián con la idea de recoger lo que es suyo por derecho. . Seguir leyendo
El actor, que recibe el Premio Donostia que el año pasado no recogió por culpa de la huelga de actores, anuncia que trabajará con Rodrigo Sorogoyen y renueva su compromiso político ante los medios denunciando al gobierno de Netanyahu y arremetiendo contra la extrema derecha
Javier Bardem es Javier Bardem siempre. Para bien, para muy bien, para mal y para todo lo contrario. El actor más reconocido y premiado de la historia del cine español se ha presentado este viernes en San Sebastián con la idea de recoger lo que es suyo por derecho.. El año pasado fue reconocido con el Premio Donostia, pero el derecho a huelga de todos en general y de los actores en particular hizo que renunciara a su derecho. Así que, en corto y por derecho, como dicen los toreros, se ha presentado en la rueda de prensa para aclarar varias cosas: a) que está en contra de la actuación del Gobierno israelí en Gaza; b) que no entiende que la extrema derecha tan preocupada que dice estar por la inmigración no preste más atención al cambio climático que, en efecto, es el principal causante de que la gente se quiera ir de donde está; c) que ha sido, es y será el hijo de Pilar; d) que como el actor dotado que es se enorgullece de poder dar voz a los que, a su juicio, lo merecen y no tienen la presencia y reconocimiento que él sí disfruta; e) que no se cree que hayan pasado 30 años desde que recogió la Concha de Plata por su trabajo en ‘Días contados’ aquí mismo; y d) que los que lamentan que no trabaje más en España van a poder dejar de quejarse: su próximo proyecto será a las órdenes de Rodrigo Sorogoyen y se llamará El ser querido.. Digamos que el intérprete nacido en Gran Canaria en 1969 y poseedor de un Oscar (al lado de sus cuatro nominaciones) y seis Goya no defraudó. Nunca lo hace, pero este viernes menos.. Tenía claro que quería hablar de política y lo ha hecho. No una ni dos, sino muchas veces. Tenía claro que tenía que decir la suya de Gaza y no se calló. Tardó en llegar la pregunta, pero cuando lo hizo ya no hubo remedio. «La situación en Gaza es inadmisible, deshumanizante y terrible», dijo a modo de calentamiento. Y siguió: «El Gobierno de Israel es ahora mismo el más radical de la historia del país y su actuación es un crimen contra la humanidad. Los ataques del 7 de octubre son condenables, pero no justifican el castigo masivo que está sufriendo la población palestina. La impunidad con la que actúa el ejecutivo de Netanyahu tiene que cambiar del mismo modo que países como Estados Unidos, Reino Unido y Alemania deberían replantearse su apoyo incondicional a un país que está llevando a cabo, como dice Unicef, una guerra contra los niños… Nos dirigimos a un lugar terrible y necesitamos una voz social que ponga fin a la impunidad».. Acto seguido condenó tanto el antisemitismo como la islamofobia («Cuando se acusa a alguien de antisemita se invierte la denuncia al denunciante», dijo) y, sin solución de continuidad, colocó el problema de Oriente Medio junto al otro gran problema que a su juicio amenaza a la humanidad: el cambio climático. «Es incomprensible que se esté tan preocupado por la inmigración sin caer en la cuenta de que es precisamente el cambio climático, que se niega, su principal causante», comentó en alusión directa a la derecha planetaria. Y concluyó: «Me cuesta en estas circunstancias celebrar el premio. Lo agradezco y lo recibo con alegría, pero no puedo celebrarlo». Queda claro.. En realidad, con estas declaraciones Bardem no ha hecho otra cosa que llevar a efecto lo que comentó nada más empezar el encuentro. Él quería hablar y los medios querían que hablara. ¿Cómo entiende su compromiso con la sociedad?, se le preguntó con ánimo digamos incentivante. Y él volvió a repetir lo que tantas veces ha dejado claro. «No tengo otra opción. No es tanto un deseo como algo a lo que me ha llevado la vida. He sido una persona afortunada y bendecida por la vida. Desde siempre he aprendido mirando a los que saben y a los que realmente producen cambios… Desgraciadamente, hay que elegir bando y yo lo he hecho. Hay cosas que son inadmisibles y no se pueden dejar sin denunciar. Es algo que he aprendido con mi madre, mis hermanos, mis amigos y mi profesión».. Fue aquí cuando se detuvo en el que de verdad su tema preferido: su madre. Y fue en este momento cuando confesó que a los tres años de la muerte de Pilar Bardem aún descubre mucho de lo que, sin saberlo del todo, aprendió con ella. «Recuerdo que de niño veíamos diariamente lo que sufría mi madre para darnos de comer… Cada día que no sonaba el teléfono era un drama. Pero bastaba que llamara a la puerta alguien pidiendo una ayuda para las mujeres saharauis y ella no dudaba en entregar la mitad de lo poco que teníamos. Ante nuestro asombro, ella lo tenía claro y daba lo que tenía que dar a la persona que tenía que dárselo», dijo.. Para el final quedó la noticia, que en verdad no es tal, de que trabajará con Rodrigo Sorogoyen de la mano de un guion de Isabel Peña y al lado de Victoria Luengo. El ser querido se llama la película y se rodará en Fuerteventura. Quedó eso y quedó la confesión de que con el tiempo ha aprendido a separar el trabajo de todo lo demás, a comprender que gracias a la familia y a, precisamente, todo lo demás, el trabajo se disfruta más y se hace mejor. Y una más para que nadie dude: «No solo soy el hijo de Pilar, sino que espero morir siendo el hijo de Pilar». Queda claro. Javier Bardem es Javier Bardem siempre.
Cultura