La tempestad desatada en los mercados por los aranceles impuestos por Donald Trump se ha cebado cebando con la banca y ha cortado de raíz la fuerte subida que acumulaba el sector bancario europeo en lo que va de año. La banca europea ha liderado las caídas de la Bolsa europea y el sectorial ha cedido más del 5,5% penalizado por el recorte de la rentabilidad de la deuda soberana ante el temor a una ralentización económica, y ha marcado su peor sesión desde la pandemia. Los bancos españoles, que han sido, junto a los italianos, los más castigados, se han dejado más de 22.000 millones de euros en Bolsa en la jornada.. Seguir leyendo
El Sabadell lidera los recortes al dejarse un 11% en la jornada, seguido por CaixaBank y Unicaja
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La tempestad desatada en los mercados por los aranceles impuestos por Donald Trump se ha cebado cebando con la banca y ha cortado de raíz la fuerte subida que acumulaba el sector bancario europeo en lo que va de año. La banca europea ha liderado las caídas de la Bolsa europea y el sectorial ha cedido más del 5,5% penalizado por el recorte de la rentabilidad de la deuda soberana ante el temor a una ralentización económica, y ha marcado su peor sesión desde la pandemia. Los bancos españoles, que han sido, junto a los italianos, los más castigados, se han dejado más de 22.000 millones de euros en Bolsa en la jornada.. El frenazo económico que supondrá la digestión de los gravámenes en la zona euro se está dejando sentir este viernes con fuerza en el sector. Las entidades están digiriendo en su cotización el impacto de una caída de los beneficios empresariales y de una aceleración de las rebajas de tipos por parte del Banco Central Europeo para atajar la ralentización económica, que se está descontando en el mercado de deuda. Un cóctel al que se suma la toma de beneficios tras la fuerte subida registrada desde comienzos de año, que se ha visto laminada en la última semana: el sector europeo avanza un 6,3%, frente al 0,7% del Euro Stoxx 50. Desde Goldman Sachs reconocen que la zona euro afronta en este momento “más riesgos a la baja para el crecimiento derivados de una ralentización de la economía mundial, una escalada de las tensiones comerciales y un endurecimiento de las condiciones financieras. Además, un euro más fuerte y unos aranceles más agresivos sobre China y Asia Oriental también implican riesgos a la baja para la inflación”. Una situación que les lleva a reforzar su estimación de tres recortes de tipos hasta julio por parte del BCE, hasta situarlos entonces en el 1,75%, “siendo ahora muy probable un recorte el 17 de abril”.. En el mercado de deuda, la rentabilidad del bono alemán con vencimiento en 2035 corrige este viernes 15 puntos básicos, hasta el 2,49%, mientras que el español a una década cede 8 puntos básicos, hasta el 3,2%, su nivel más bajo en un mes. El castigo a la banca se está dejando sentir especialmente en las Bolsas de España e Italia, las que tienen mayor exposición al sector y que durante la jornada del jueves negro habían capeado mejor los números rojos, con el Ibex cediendo un 5,83% en la que es su peor jornada desde la declaración del estado de alarma. Entre las firmas españolas, Sabadell se ha dejado un 11,97%, Unicaja ha restado un 10,56% y CaixaBank ha cedido un 10,3%, mientras que BBVA ha restado un 9,37%, Bankinter, un 9,31%, y Santander, el 8,77%. En el resto de Europa, los daneses Sydbank y Danske Bank se han dejado un 12% y un 11,69%, respectivamente, mientras que los italianos Bper Banca y Mediobanca han cedido un 10,49% y un 10,35%. Tampoco se ha librado de las fuertes caídas el francés Société Générale, con un 10,45%, y Deutsche Bank, un 9,77%.. Los estrategas de Bank of America comentan que “a medida que la euforia fiscal alemana ha disminuido, la renta variable de la UE ha empezado a descontar el cambio macroeconómico” y no descaran que las caídas continúen. En su opinión, la ampliación de las primas de riesgo va a afectar especialmente al sector financiero. Para la Bolsa europea calculan una caída adicional del 6% en su escenario base, que se ampliaría hasta el 10% una vez que se ajuste el impacto arancelario, y que sería superior aún para las entidades financieras. “Nuestras proyecciones macroeconómicas de un crecimiento más débil, primas de riesgo más amplias y rendimientos de los bonos más bajos, en línea con el sesgo constructivo de nuestros estrategas de tipos, implican margen para un rendimiento inferior del 15% en el futuro, lo que nos deja infraponderados”, apuntan.