En España cada año hay más mujeres en puestos directivos, pero esto no implica que mejoren su salario en relación con sus homólogos hombres. Un estudio de la escuela de negocios Eada, elaborado junto al grupo Icsa, certifica que este 2025 hay más mujeres que nunca en los puestos de responsabilidad de las empresas: un 16,9% (solo en 2021 se registró una presencia mayor, pero fue a causa del efecto covid y el estudio no lo tiene en cuenta a efectos estadísticos). Pero también revela un dato negativo: la diferencia salarial entre hombres y mujeres en puestos directivos, que llevaba siete años reduciéndose, ha vuelto a crecer y se sitúa en el 12,9%. Concretamente, los hombres directivos cobran de media 95.541 euros brutos anuales, mientras que las mujeres directivas cobran 84.647 euros brutos anuales.. Seguir leyendo
Los directivos cobran de media 95.541 euros, mientras que las directivas ingresan 84.647 euros, una diferencia del 12,9%
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En España cada año hay más mujeres en puestos directivos, pero esto no implica que mejoren su salario en relación con sus homólogos hombres. Un estudio de la escuela de negocios Eada, elaborado junto al grupo Icsa, certifica que este 2025 hay más mujeres que nunca en los puestos de responsabilidad de las empresas: un 16,9% (solo en 2021 se registró una presencia mayor, pero fue a causa del efecto covid y el estudio no lo tiene en cuenta a efectos estadísticos). Pero también revela un dato negativo: la diferencia salarial entre hombres y mujeres en puestos directivos, que llevaba siete años reduciéndose, ha vuelto a crecer y se sitúa en el 12,9%. Concretamente, los hombres directivos cobran de media 95.541 euros brutos anuales, mientras que las mujeres directivas cobran 84.647 euros brutos anuales.. Así, la brecha salarial, que en 2024 estaba en un 11,2%, ha retrocedido a los niveles de hace tres años. El estudio se basa en una muestra muy considerable, de 80.000 datos salariales que están actualizados a febrero de 2025. Y muestra un cambio de tendencia, ya que desde 2017 la brecha estaba disminuyendo, y ahora ha vuelto a subir.. Hay varios motivos que explican este repunte, según los autores del estudio. “Es un efecto de la sensación de misión cumplida: como ya hay muchas mujeres, y esto es algo que es más visible, las empresas han dejado de esforzarse en solucionar la brecha”, indica Indry Canchila, directora del área de consultoría del grupo Icsa.. Pero hay causas que tienen tintes estructurales de las relaciones laborales de las mujeres, y que son las que, avisan, hay que cambiar para mejorar. “Cuando las mujeres buscan trabajo, durante la negociación sacrifican salario por flexibilidad. Por otra parte, los puestos directivos donde hay más presencia femenina, como la comunicación o los recursos humanos, tienen salarios más bajos que los puestos más masculinizados, como los de dirección general. A la vez, en los puestos directivos se premia mucho el presencialismo y las horas extra, que conllevan bonificaciones y premios”, explica Aline Masuda, investigadora y profesora de la escuela de negocios Eada.. “Persiste una expectativa social de dónde debe encajar la mujer: hay pocas mujeres en puestos de poder real o puestos estratégicos, pese a que estamos tan formadas como los hombres. La capacitación no es un problema, se trata de expectativas sociales, sesgos y prejuicios”, señala Masuda. Por ejemplo, en los puestos de dirección general solo hay un 9,2% de presencia femenina; en la dirección comercial, un 7,5%; en la dirección de producción, un 5,8%; y en la dirección de tecnologías de la información, un 5,1%. En cambio, los puestos en los que hay más mujeres son los de dirección de comunicación (un 40,9%), dirección de recursos humanos (34,6%), dirección de marketing (32,5%) o dirección de administración y finanzas (19,3%). “Hay una falta de visión desde el punto de vista empresarial, de no sacar provecho de una parte importante de la sociedad, que está muy bien formada”, apunta Ernesto Poveda, presidente de ICSA.. Los autores del estudio recuerdan que recabar datos sobre la presencia femenina en las organizaciones empresariales es mucho más fácil que conseguir los datos sobre los salarios, y reclaman mayor transparencia. “No es suficiente tener más mujeres en el poder si no recibimos las mismas oportunidades. Esto tiene que ver también con mejorar la corresponsabilidad en la casa y en los cuidados, y con educar a las empresas, porque tener mayor diversidad te hace más rentable”, recuerda Masuda, que por este motivo pide que haya más modelos de liderazgo de hombres que usan las vacaciones, los permisos o las reducciones de jornada.. ¿Cómo se comportará en el futuro esta tendencia de aumento en la brecha salarial? Los responsables del estudio esperan que no se convierta en un patrón y siga aumentando, pero conceden en que la cultura empresarial, así como la cultura política en general, puede estar cambiando con la ola reaccionaria y de ultraderecha. “Gracias a Dios Trump no legisla en la comunidad económica europea. Aquí somos mucho más avanzados en las normas para mantener la equidad y la diversidad en las organizaciones”, dice Poveda, aunque Masuda admite que después de muchos años de presión social hacia las empresas para que mejoren en la inclusión de la diversidad, ahora este incentivo ya no existe o hasta se penaliza en algunos lugares del mundo. “Las buenas empresas continuarán, pero desafortunadamente hay un desincentivo para seguir en este camino. Quiero ser optimista porque es evidente que tener más mujeres en el poder tiene un impacto positivo, y si hay más justicia, las personas se comprometen más en el trabajo y producen más”, resalta Masuda.