Los inversores contienen la respiración ante un cóctel de incertidumbres: tensiones comerciales, elevado endeudamiento de las grandes economías, temores de recesión en EE UU y escalada bélica en Oriente Medio. En plena acumulación de riesgos, los inversores están rotando sus carteras: las Bolsas globales se mantienen cerca de máximos históricos, con Europa liderando las ganancias, también en el mercado de deuda han cambiado las tornas. El bono estadounidense está en el foco de los inversores mientras activos tradicionalmente frágiles, como la deuda periférica europea, están ganando tracción. Lejos de vender sus posiciones, en plena tormenta los inversores han seguido comprando bonos de países como España e Italia, ayudando a rebajar el coste de financiación y estrechando los diferenciales con la deuda alemana, activo refugio por excelencia.. Seguir leyendo
La prima de riesgo de Francia supera los 70 puntos básicos, mientras los diferenciales periféricos marcan mínimos de tres años
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Los inversores contienen la respiración ante un cóctel de incertidumbres: tensiones comerciales, elevado endeudamiento de las grandes economías, temores de recesión en EE UU y escalada bélica en Oriente Medio. En plena acumulación de riesgos, los inversores están rotando sus carteras: las Bolsas globales se mantienen cerca de máximos históricos, con Europa liderando las ganancias, también en el mercado de deuda han cambiado las tornas. El bono estadounidense está en el foco de los inversores mientras activos tradicionalmente frágiles, como la deuda periférica europea, están ganando tracción. Lejos de vender sus posiciones, en plena tormenta los inversores han seguido comprando bonos de países como España e Italia, ayudando a rebajar el coste de financiación y estrechando los diferenciales con la deuda alemana, activo refugio por excelencia.. La prima de riesgo de España se sitúa en torno a los 65 puntos básicos, mientras que la de Italia en las últimas jornadas ha caído 100 puntos básicos, y la de Grecia se sitúa al filo de los 80. En las últimas semanas, los diferenciales de la periferia han caído hasta niveles no vistos desde 2021, cuando los tipos de interés estaban en mínimos y el BCE aún compraba deuda de forma masiva. Excluyendo los años en los que el mercado estuvo anestesiado por las intervenciones de los bancos centrales, habría que remontarse a la década pasada para encontrar niveles similares. “El estrechamiento de las primas de riesgo refleja una mayor confianza en la cohesión de la eurozona y la resiliencia de sus economías periféricas”, afirma José Manuel Marín Cebrián, economista y fundador de Fortuna SFP.. El buen comportamiento de la deuda soberana periférica contrasta con la evolución del bono francés. Francia, la segunda mayor economía del euro y antaño considerada un valor refugio, sigue lastrada por sus desequilibrios fiscales y la falta de credibilidad del Gobierno para encauzar las cuentas públicas. Aunque el diferencial con el bono alemán ha bajado desde los casi 90 puntos básicos que rozó tras la caída del Ejecutivo de Michel Barnier el pasado diciembre, su prima de riesgo se mantiene en 75 puntos, lejos de los 48 que marcaba antes de que Emmanuel Macron decidiera disolver la Asamblea Nacional tras su derrota en las elecciones europeas del 9 de junio.. “Los países que sanearon sus balances tras la crisis de deuda de 2010 están siendo recompensados. Se trata de un cambio de suerte que pone de manifiesto cómo los mercados se están volviendo más selectivos: ya no tratan a la eurozona como un único bloque de riesgo”, apunta Lale Akoner, analista de eToro. Los estados de la periferia, que tradicionalmente han acumulado los mayores desequilibrios económicos, han logrado enderezar el rumbo. Este progreso ha venido acompañado de unas mejores perspectivas de crecimiento: España cerró 2024 con un crecimiento del 3,2% por encima del 1,1% registrado por el país vecino. Una tendencia que tiene visos de prolongarse. “Las economías mediterráneas están pasando por un momento floreciente, con crecimientos en el PIB envidiables para muchos otros países desarrollados como Alemania, Francia o EE UU”, añade Juan José del Valle, analista de Activotrade. El experto cree que, si las circunstancias no cambian, no hay motivos para preocuparse en el corto plazo por el riesgo periférico.. El tirón de sectores como el turismo y los avances en la consolidación fiscal empiezan a dar sus frutos. “Se espera que el déficit presupuestario de España se sitúe por debajo del 3 % a cierre de año, frente al 5,6 % de Francia”, sostiene Rimeu. En términos de deuda sobre PIB, España también presenta mejores cifras. Aunque el endeudamiento sigue siendo elevado, los expertos esperan que el indicador caiga al 100% en España, frente al 112% previsto para Francia. “La elevada prima de riesgo francesa está justificada y es probable que persista al menos hasta las próximas elecciones presidenciales de 2027”, sentencia Rimeu.. Como ya se vio en abril, cuando Trump anunció una tregua comercial de 90 días, los inversores de bonos tienen capacidad para presionar a los gobiernos a poner orden en las cuentas públicas. Desde hace meses, el mercado exige a Francia reformas que impulsen la economía y rebajen el déficit. Sin embargo, las esperanzas se diluyen conforme pasan los meses. “Esperamos que las reformas presupuestarias y económicas se vean obstaculizadas por la falta de mayoría en el Parlamento y un panorama político muy fragmentado. Un contexto sociopolítico difícil podría obligar al Gobierno a limitar aún más sus propuestas presupuestarias”, afirma Thomas Gillet, director de análisis del sector público de Scope Ratings.. Más pesimista aún es Rimeu, quien advierte de que la prima de riesgo francesa se mantendrá elevada y apunta que el actual Ejecutivo de François Bayrou solo se ha sostenido evitando proponer leyes de calado. El pasado 4 de diciembre, el Gobierno de Barnier perdió una moción de censura después de activar el artículo 49.3 de la Constitución, que le habría permitido aprobar las cuentas públicas sin pasar por el Parlamento.. Italia, tradicionalmente asociada a la inestabilidad política, ha logrado una mayor cohesión. Tras la apertura del procedimiento por déficit excesivo por parte de la Comisión Europea, el Gobierno de Giorgia Meloni trabaja en unos presupuestos con los que busca reducir el déficit desde el 7,2 % del PIB registrado en 2024 a menos del 3 % en 2026, en línea con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. David Ardura, director de inversiones de Finaccess Value, resta importancia al ruido político en España: “La opinión pública está muy centrada en las filtraciones de las últimas semanas y en la incapacidad del Gobierno para sacar adelante unos presupuestos, pero los inversores internacionales ahora se fijan más en las perspectivas de crecimiento”.. Apoyo fiscal y monetario. Como punto a favor para la deuda periférica, los expertos destacan el aumento del gasto anunciado por Alemania. Tras años marcados por la ortodoxia fiscal, Berlín ha tomado conciencia de que, si quiere reactivar su economía, debe incrementar el gasto público. “Alemania y el resto de Europa van a gastar más. Es algo consensuado, ya no se trata de un país aislado”, destaca Ardura. El gestor cree que el órdago proteccionista de Trump ha servido para que Europa se mire al espejo: “La economía hay que estimularla, y no todo puede recaer sobre la política monetaria”.. En paralelo al impulso fiscal, los analistas apuntan a la posibilidad de que la eurozona vuelva a recurrir a la emisión de deuda conjunta para financiar proyectos estratégicos en ámbitos como defensa, energía o inteligencia artificial. “Además de impulsar la competitividad, la emisión común podría ayudar a anclar los rendimientos y reducir el riesgo de pánico en los mercados cuando un país sufra turbulencias”, destacan desde eToro. Por su parte, Cristina Gavín, responsable de renta fija de Ibercaja Gestión, subraya que la mera existencia del Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI) genera un cierto respaldo para la deuda periférica. En junio de 2022, cuando el mercado empezó a descontar subidas de tipos, las primas de riesgo periféricas repuntaron con fuerza. Para calmar la situación, el BCE diseñó este mecanismo, activable en caso de fragmentación en el mercado de deuda.