Sin grandes gestores detrás y con unas comisiones ultrabajas han logrado amasar ingentes cantidades de dinero bajo gestión y convertirse en algunos de los grandes tenedores del mercado. Los fondos cotizados (ETF por sus siglas en inglés), que replican la evolución de un índice bursátil o de deuda, una cesta de divisas o un criptoactivo, están adquiriendo un papel cada vez más relevante en el mercado y Estados Unidos es su terreno de juego predilecto: según datos de JP Morgan el mercado estadounidense representa un 70% de este negocio.. Seguir leyendo
El mayor fondo cotizado del mundo, Vanguard, es tan grande como el fondo soberano noruego y gestiona más activos que el de Abu Dhabi
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Sin grandes gestores detrás y con unas comisiones ultrabajas han logrado amasar ingentes cantidades de dinero bajo gestión y convertirse en algunos de los grandes tenedores del mercado. Los fondos cotizados (ETF por sus siglas en inglés), que replican la evolución de un índice bursátil o de deuda, una cesta de divisas o un criptoactivo, están adquiriendo un papel cada vez más relevante en el mercado y Estados Unidos es su terreno de juego predilecto: según datos de JP Morgan el mercado estadounidense representa un 70% de este negocio.. Este tipo de vehículo ha experimentado un fuerte crecimiento en las dos últimas décadas y a cierre del primer trimestre del año los ETF ligados a renta variable o fija estadounidenses tenían activos bajo gestión por 10,5 billones de dólares (8,9 billones de euros). De esa cifra, la mayoría corresponde a productos indexados —que replican fielmente un índice de referencia—, mientras que aquellos considerados activos, que cuentan con un gestor que escoge dónde invertir, han alcanzado el billón de dólares. Unas cifras que, de acuerdo a estimaciones de JP Morgan, seguirán al alza en los próximos años, de ahí que el banco de inversión estadounidense calcule que en 2030 los activos gestionados por este tipo de vehículos superará los 20 billones de dólares.. En los últimos años Vanguard, BlackRock y State Street se han convertido en los líderes indiscutibles de la industria de ETF, un vehículo inventado hace más de 50 años y al que poco a poco se han ido rindiendo todas las grandes gestoras. Se trata de las tres mayores gestoras de fondos del mundo que aglutinan el 76% de todos los ETF de Estados Unidos, aunque a ellas se han sumado recientemente otras firmas como Fidelity.. Vanguard es el nombre propio detrás de los dos mayores titanes de esta industria: el Vanguard Total Stock Market Index Fund y el Vanguard 500 Index Fund, que tienen un patrimonio bajo gestión de 1,9 y 1,5 billones de dólares (1,6 y 1,28 billones de euros), respectivamente. La firma, creada por John Bogle, es la segunda mayor gestora de activos de todo el mundo, con más de 10 billones de dólares en activos, solo por detrás de BlackRock, y fue la primera en la comercialización de fondos indexados.. El mayor de estos buques insignias fue fundado en 1992 y desde entonces acumula una rentabilidad anual del 8,63%, por encima del 8,44% del S&P 500 en el mismo plazo. El Vanguard Total Stock Market Index Fund está centrado en Bolsa estadounidense pero invierte tanto en grandes compañías como en pequeñas y medianas, de ahí que entre sus mayores posiciones estén Microsoft, Nvidia, Apple y Amazon. Tiene bajo gestión activos similares a los del fondo soberano de Noruega, por encima de los que acumula el fondo soberano de Abu Dhabi.. Tras ellos se colocan cuatro ETF que, invirtiendo exclusivamente en empresas del S&P 500, han logrado gestionar con un patrimonio conjunto que supera los 2,5 billones de dólares, unos 2,1 billones de euros, superior la capitalización en Bolsa de Amazon. El mayor de todos ellos es el Vanguard S&P 500 ETF, un fondo cotizado que cuenta con más de 701.000 millones de dólares bajo gestión, y que al igual que los otros: el Fidelity 500 (665.800), el SPDR S&P 500 Trust de State Street (647.000) y el iShares Core S&P 500 ETF de BlackRock (635.400), replica al milímetro el comportamiento del principal índice de la Bolsa estadounidense.. Sus posiciones están calcadas casi al milímetro: las cinco primeras posiciones en cartera del vehículo de Vanguard están integradas por Nvidia, Microsoft, Apple, Amazon y Meta, que representan el 27% de su cartera.. Tras ellos se colocan otros cuatro vehículos ligados a la Bolsa estadounidense, como el Vanguard Total Stock Market, el Invesco QQQ Trus y el Vanguard Growth, y solo dos ligados a la Bolsa mundial, el Vanguard FTSE Developed Markets, que invierte en economías desarrolladas, excluida la economía estadounidense, y el iShares Core MSCI EAFE, que busca replicar un índice compuesto por valores de renta variable de alta, mediana y baja capitalización de mercados desarrollados, excluyendo EE UU y Canadá, según detalla la enseña propiedad de BlackRock. De ahí que entre sus principales posiciones en cartera estén empresas europeas como SAP, ASML, Nestlé, Roche y HSBC, o bancos como CommBank, la mayor entidad financiera de Australia.. En la lista de grandes fondos cotizados hay dos de renta fija, el Vanguard Total Bond Market ETF y el iShares Core U.S. Aggregate Bond ETF, y uno que invierte en oro, el SPDR Gold Shares. El fondo ha visto fuertes entradas de capital ante la revalorización del metal, que ha subido un 88,3% desde 2022 impulsado por las compras de bancos centrales y el auge de la tensión geopolítica.. Por debajo de la barrera de los 100.000 millones, pero creciendo rápidamente, se encuentra el mayor ETF de bitcoin: el iShares Bitcoin Trust, que ya gestiona 87.500 millones de dólares tras su reciente aprobación y buen comportamiento en el mercado.