La emisión de deuda irá a más este año por parte de los gobiernos, hasta alcanzar un volumen global sin precedentes en los 77 billones de dólares (73 billones de euros). Una montaña de deuda soberna que se disparó en 2020 con la pandemia y que está cada vez más lejos de los niveles previos a aquella sacudida mundial. Este año, a la financiación de los elevados déficit que acusan las grandes economías se añade además la presión para financiar nuevos focos de gasto, como la defensa, lo que va a requerir emisiones de deuda soberana en 2025 por 12,3 billones de dólares (11,6 billones de euros). De esa cuantía, el 40% corresponderán a Estados Unidos, según las estimaciones publicadas hoy por la agencia de rating Standard & Poor’s.. Seguir leyendo
Los elevados déficits y las presiones de gasto adicional en defensa aumentarán el volumen de deuda soberana a los 73 billones. EE UU emitirá este año el 40% del total
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La emisión de deuda irá a más este año por parte de los gobiernos, hasta alcanzar un volumen global sin precedentes en los 77 billones de dólares (73 billones de euros). Una montaña de deuda soberna que se disparó en 2020 con la pandemia y que está cada vez más lejos de los niveles previos a aquella sacudida mundial. Este año, a la financiación de los elevados déficit que acusan las grandes economías se añade además la presión para financiar nuevos focos de gasto, como la defensa, lo que va a requerir emisiones de deuda soberana en 2025 por 12,3 billones de dólares (11,6 billones de euros). De esa cuantía, el 40% corresponderán a Estados Unidos, según las estimaciones publicadas hoy por la agencia de rating Standard & Poor’s.. El aumento en el endeudamiento global, a costa de más emisiones de deuda, será del 3% respecto a 2024, y supondrá un salto del 60% frente a los niveles previos a 2020, cuando la pandemia marcó un antes y un después en el nivel de gasto de las economías. Será el tercer año consecutivo de incremento neto en el endeudamiento global, después de que en 2022 se registrara un ligero descenso en la emisión bruta de deuda, aunque lejos de los niveles prepandemia. S&P explica que con las emisiones previstas este año, el saldo total de deuda soberana alcanzará la cifra récord de 77 billones de dólares (73 billones de euros) y avisa del impacto que los niveles actuales de tipos de interés pueden tener en la refinanciación de esa montaña de endeudamiento.. “El servicio de la deuda será más costoso en una época de tipos de interés más altos y condiciones potencialmente más volátiles”, advierte S&P”. Así, la agencia explica que los bancos centrales no volverán a los tiempos de unos tipos de interés históricamente bajos previos a la pandemia. Menos aún “en medio de la incertidumbre sobre la futura política comercial de EE UU y las persistentes presiones inflacionistas”. Avisa en definitiva de que los costes de financiación van a ser más altos durante más tiempo para los soberanos de los países desarrollados. S&P solo prevé un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal este año.. El reto es especialmente desafiante para EE UU, si bien su condición de mayor economía del mundo y el hecho de que el dólar sea la indiscutible divisa reserva global favorece y sostiene la financiación del país. Estados Unidos soporta de lejos el mayor volumen de deuda soberana, que superará los 30 billones de dólares (28,4 billones de euros) este año, según S&P. La agencia de rating estima que elevará su endeudamiento este año con la emisión deuda por la cuantía de 4,9 billones de dólares (4,64 billones de euros), 200.000 millones de dólares más que lo lanzado en 2024. Estados Unidos emitirá de hecho el 40% de la nueva deuda soberana mundial prevista para este año y con ello su déficit público se elevará por encima del 6% en 2026, con el nivel de deuda sobre PIB por encima del 100%., según calculan en S&P. Donald Trump ha prometido menos gasto pero el elevado endeudamiento y déficit público le persiguen. De hecho, S&P destaca que el elevado volumen de deuda que debe emitir EE UU se explica en buena parte al elevado peso de las emisiones a corto plazo sobre el total, que superan el 20% desde 2023, diez puntos porcentuales en comparación con hace diez años. “La política fiscal de EE UU probablemente seguirá siendo expansionista”, señalan en S&P.. China será el segundo mayor emisor de deuda soberana este año, con 2,1 billones de dólares (1,99 billones de euros), en un incremento que se explica por los esfuerzos de Pekín en estimular su economía. Esos estímulos van a suponer de hecho que China registre este año el aumento más destacado en financiación en términos nominales entre los emisores soberanos, en un 22% o el equivalente a 370.000 millones de dólares más de emisión de deuda. China es la tercera economía más endeudada del mundo en términos absolutos, con 5,54 billones de dólares de deuda, por detrás de Japón, con un volumen de 9,84 billones. Sin embargo, Pekín ya desbancó a Tokio el año pasado como segundo mayor emisor global de deuda soberana.. En cambio, para Europa la previsión de S&P este año no es de un mayor endeudamiento en términos netos. La agencia estima que los 31 estados soberanos europeos que cubre emitan 1,85 billones de dólares en 2025, lo que supone un ligero descenso frente a los 1,87 billones del año pasado. Para los países de la zona euro, las emisiones brutas de deuda soberana superarán el billón de dólares este año por cuarto año consecutivo, y se mantendrán sin cambios tras alcanzar niveles récord en 2024.. “Los prestatarios del sur de Europa siguen beneficiándose de una dinámica de deuda favorable, gracias a que el crecimiento está superando al coste de la deuda y a que los déficits se están reduciendo”, señala Frank Gill, analista de crédito de la agencia, en una afirmación que incluye a España. En cambio, el experto añade que muchos de los mayores emisores soberanos de Europa, como Francia, Italia y el Reino Unido, tendrán dificultades para situar su ratio de deuda sobre PIB en una senda de descenso, dado su modesto crecimiento y sus elevadas necesidades de financiación.