Entre las muchas polémicas que ha ido sembrando la nueva versión live action de Blancanieves, que pretende revisar el cuento clásico con una mirada mucho más woke, sólo faltaba el colmo de la paradoja: una película que no esconde su trasfondo de activismo medioambiental y de comunión con la naturaleza se ha convertido en una de las más contaminantes. . Seguir leyendo
Los remakes de Blancanieves y La Sirenita generaron más emisiones de CO2 que dos grandes aeropuertos británicos en un año
Entre las muchas polémicas que ha ido sembrando la nueva versión live action de Blancanieves, que pretende revisar el cuento clásico con una mirada mucho más woke, sólo faltaba el colmo de la paradoja: una película que no esconde su trasfondo de activismo medioambiental y de comunión con la naturaleza se ha convertido en una de las más contaminantes.. Según documentos de la compañía a los que ha tenido acceso The Guardian, el rodaje de Blancanieves generó más emisiones de carbono que, por ejemplo, la última película de la saga Fast & Furious, que presume de gasolina. Según el análisis realizado por el rotativo británico, los remakes de Blancanieves y La Sirenita, que se rodaron en Pinewood Studios, a las afueras de Londres, fueron más contaminantes que ninguna película rodada en Reino Unido desde 2019, cuando se introdujo el requisito legal que obliga a los cineastas a declarar las emisiones generadas durante el rodaje.. Tal es el dispendio medioambiental de las últimas live action de Disney que, combinadas, superan en emisiones la contaminación anual de algunos de los grandes aeropuertos británicos. Blancanieves generó 3153 toneladas de dióxido de carbono. La Sirenita, por su parte, generó 5127 toneladas. El aeropuerto de Birmingham generó 7.829 toneladas de CO2 el pasado año; Luton, 6.243 y East Midlands, 3.351.. Los incentivos fiscales puestos en marcha por el gobierno británico para fomentar los rodajes en su territorio tienen como contraparte que los estudios tienen que hacer públicos los informes de contaminación.. La polémica medioambiental por Blancanieves viene a sumarse a una larga lista de contratiempos para una película que, además, ha supuesto un fracaso estrepitoso en la taquilla. Los comentarios de la actriz de origen colombiano Rachel Zegler, protagonista de la cinta, sobre su particular visión de Blancanieves encendieron todas la alarmas entre las facciones conservadores, que pidieron boicotear la película dirigida por Marc Webb.. En una entrevista a Variety en 2023, la actriz de 23 años dijo que la nueva Blancanieves no necesita que la salve ningún príncipe. «No soñará con el amor verdadero. Sueña con convertirse en la líder que sabe que puede ser», dijo. «Hay un gran enfoque en su historia de amor con un chico que la acosa. Es raro. Así que no hicimos eso esta vez. Me daba miedo la versión original. Creo que la vi una vez y nunca más la volví a ver».. También levantó polvareda que el estudio optara por recrear a los siete enanitos mediante imágenes de ordenador y no recurriendo a actores de carne y hueso, una medida criticada por actores como Peter Dinklage, uno de los protagonistas de la aclamada Juego de Tronos.
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