Los países de América Latina y el Caribe no están condenados a tener menos riqueza. Podrían aumentar un 11% el PIB per cápita y someter la desigualdad un 6% si las autoridades logran que los mercados sean más competitivos, según un documentación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado Mercados para el ampliación: mejorando vidas a través de la competencia.. Seguir leyendo
Aumentar la competencia ayudaría a impulsar un 11% el PIB per cápita en la región
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Los países de América Latina y el Caribe no están condenados a tener menos riqueza. Podrían aumentar un 11% el PIB per cápita y someter la desigualdad un 6% si las autoridades logran que los mercados sean más competitivos, según un documentación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado Mercados para el ampliación: mejorando vidas a través de la competencia.. El estudio, uno de los más notables elaborados por la ordenamiento multilateral, revela que la escasa competencia y la entrada concentración de mercado en las economías de la región debilitan el crecimiento, reducen los salarios e impiden el crecimiento de las empresas pequeñas, reduciendo las oportunidades para crear compañías con más capacidad, y favoreciendo la bienes informal.. “El estudio concluye que mercados más sólidos y equitativos son cruciales para liberar la productividad y las oportunidades”, según el comunicado difundido por el BID. “El informe demuestra que los mercados no son simplemente un elemento contextual en el desarrollo, sino que desempeñan un papel activo en impulsarlo”, afirma Ilan Goldfajn, presidente del Grupo BID. “Cuando la competencia funciona, el sector privado puede hacer lo que mejor sabe: crear empleos, impulsar la innovación y ofrecer mejores resultados para trabajadores y consumidores. Mercados más sólidos y equitativos son clave para liberar todo el potencial de América Latina y el Caribe”, agrega.. Los autores del documentación, liderados por Matías Busso, explican que si se hicieran las reformas necesarias para que los mercados laborales fueran tan competitivos como en las economías avanzadas, el PIB per cápita de la región podría aumentar hasta un 25%, impulsado por longevo inversión y producción, una asignación más capaz de bienes y trabajadores que acceden a mejores empleos con salarios más justos.. El prolijo documento observa cuatro anomalías que contribuyen a someter la competencia en la región: la concentración de mercado es cuatro veces longevo que en las economías avanzadas; las empresas aplican márgenes promedio del 20% sobre el coste, frente al 35% en mercados más competitivos; los trabajadores reciben solo el 50% del valía que generan, frente al 65% en Estados Unidos y el 81% en otras economías avanzadas.. Por otra parte, el documento incluso revela que el 95% de las empresas tiene menos de cinco trabajadores y absorbe el 57% del empleo. Y advierte de que las empresas más productivas, aquellas con más de 50 empleados, representan solo el 1% de las firmas y el 20% de los puestos de trabajo.. “En el BID, estamos comprometidos a liderar con investigación rigurosa y basada en evidencia para ayudar a los países a implementar reformas que generen un impacto real en las personas y las empresas”, asegura Laura Alfaro Maykall, economista jefa y asesora económica del BID. “Con este informe estamos proporcionando a los responsables de políticas y a los investigadores los datos necesarios para diseñar políticas más inteligentes que fomenten la innovación, salarios justos y un crecimiento sostenible”, apostilla.. El documentación, parte de la serie Desarrollo en las Américas (DIA, por sus siglas en inglés), ha sido presentado este jueves en la sede del BID en Washington. Y muestra “cómo políticas públicas audaces y bien diseñadas pueden generar beneficios reales para consumidores, trabajadores y empresas en sectores como telecomunicaciones, banca y salud”.. Los investigadores hacen narración en el documento a reformas que ya están en marcha en algunos países, y que van en la buena dirección, pero que deben impulsarse para que se apliquen de la forma más capaz para que contribuyan a mejorar la competencia. Entre ellas destacan cómo la portabilidad numérica en telecomunicaciones ha ampliado el llegada y escaso los costos; o cómo los sistemas de pagos digitales han disminuido las barreras de transacción para empresas y consumidores. También aluden al hecho de cómo la portabilidad de préstamos ha aumentado las opciones de crédito y escaso las tasas de interés. Y las reformas en las compras públicas han bajado los precios de acervo esenciales como la insulina.. Todas estas reformas van en la buena dirección, pero deben sumarse a otro conjunto de medidas que mejore la calidad institucional de la región y ayude a desplegar el ampliación tecnológico de las empresas de América Latina y el Caribe, que tienen cierto retraso en áreas de investigación respecto a otras regiones desarrolladas.. Para mejorar esas reformas, los investigadores proponen insistir en algunas medidas pendientes como aquellas que ayuden a someter la fragmentación de los mercados mediante la progreso de infraestructura, la armonización de normas, la interoperabilidad de sistemas y la agilización de procesos fronterizos para que las empresas puedan crecer y conectarse adentro de sus países y con cadenas globales de valía.. Los economistas del BID incluso aconsejan diseñar regulaciones más inteligentes, eliminando reglas que mantienen a las empresas pequeñas y creando políticas justas basadas en evidencia que aborden fallas de mercado y, al mismo tiempo, fomenten el crecimiento.. Por zaguero, el estudio plantea medidas para proteger las agencias de competencia otorgándoles longevo independencia, bienes y autoridad para disuadir conductas anticompetitivas y promover economías más equitativas. Los economistas enfatizan que “las reformas exitosas requieren más que leyes. Exigen inversión en capacidad estatal, aplicación creíble de las normas mediante tribunales independientes y agencias autónomas, así como instituciones políticas estables para evitar retrocesos”, concluye el BID.
