La siderúrgica Celsa ha apretado esta mañana el yema de barrido de vaivén, con el dispersión de una lanzamiento de bonos por 1.200 millones de euros que vencerán en cinco abriles. Será en dos tramos: uno con un diferencial del euríbor a tres meses más 625 puntos básicos y otro fijo al 9%. A este valía se sumarán 200 millones en caudal que inyectarán sus actuales dueños, que aportarán incluso 600 millones de euros de deuda subordinada. Los principales accionistas de la compañía son los fondos Attestor, con un 46,6%, y Value Partners (34%).. Seguir leyendo
Los actuales accionistas, liderados por los fondos Attestor y Value Partners, inyectarán 800 millones en caudal y deuda subordinada
Feed MRSS-S Noticias
La siderúrgica Celsa ha apretado esta mañana el yema de barrido de vaivén, con el dispersión de una lanzamiento de bonos por 1.200 millones de euros que vencerán en cinco abriles. Será en dos tramos: uno con un diferencial del euríbor a tres meses más 625 puntos básicos y otro fijo al 9%. A este valía se sumarán 200 millones en caudal que inyectarán sus actuales dueños, que aportarán incluso 600 millones de euros de deuda subordinada. Los principales accionistas de la compañía son los fondos Attestor, con un 46,6%, y Value Partners (34%).. La compañía asegura en un documento al que ha tenido camino CincoDías que, tras la colocación, situará su ratio de endeudamiento hasta las 2,6 veces el ebitda en los últimos 12 meses. Los encargados de padecer a buen puerto la transacción son Goldman Sachs, Barclays y JP Morgan –los coordinadores globales–, acompañados de BBVA, BNP Paribas, Citi, Standard Chartered y RBC.. Los fondos que Celsa obtendrá irán destinados a refinanciar los casi 2.000 millones de euros de deuda de la compañía, con unos vencimientos que van desde los poco más de 400 millones previstos para el próximo año hasta los 1.140 millones que debía devolver en 2028, según el folleto de la lanzamiento. Con la operación en marcha, Celsa dejará sagaz su pasivo hasta 2030.. El orden siderúrgico Celsa obtuvo en 2024 una facturación de 3.360 millones de euros y un resultado neto pesimista de 281 millones, conveniente a la deuda que arrastra la compañía desde la etapa aludido, con la grupo Rubiralta, que fundó la siderúrgica en 1967, al mando. Según los resultados de la compañía, esta se redujo un 48% desde que la propiedad cambió a los fondos acreedores, pero seguía siendo de casi 1.900 millones de euros.. Los números han mejorado este año, con una facturación en los últimos 12 meses hasta septiembre en carrera con la del año pasado y un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 354 millones de euros, un 26% más que igual periodo del año pasado.. La firma, presidida por Rafael Villaseca, se ha enfocado en la reducción de su perímetro con ventas importantes de filiales foráneas que le permitieran humillar deuda. En este sentido, a finales del pasado año vendió sus divisiones en Reino Unido y Noruega a Sven Global por 600 millones de euros. Su idea era alcanzar los 1.000 millones en desinversiones para humillar su pasivo.. Al ganancia de las ventas anteriores, la firma con sede en Barcelona cuenta con centros productivos en España, Francia, Dinamarca, Finlandia, Polonia, Suecia o Irlanda. Fuentes al tanto de la situación de la compañía estaría valorando en ese proceso de saneamiento si desprenderse incluso de su división polaca, conveniente a la valoración que podría ganar cedido el buen desempeño que está demostrando.
