El verano puede ser un periodo peligroso para las Bolsas. La negociación de las acciones tiende a bajar, por lo que es más sencillo moverlas al alza o a la baja. Y aunque el volumen de noticias puede ser menor, hay citas fijas en el calendario con potencial para desatar la volatilidad. Estos tres días laborables antes del fin de semana son buena prueba de ello, al amontonarse la decisión de tipos de interés de la Reserva Federal, los resultados de Microsoft, Meta, Amazon y Apple, datos de empleo y PIB en Estados Unidos, y hasta el fin del plazo dado por Trump para cerrar acuerdos comerciales y fijar aranceles por todo el mundo. Mucho que digerir en solo 72 horas.. Seguir leyendo
Wall Street deberá digerir en apenas tres días nuevos datos de PIB y empleo, la reunión de la Reserva Federal, y resultados de grandes tecnológicas
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El verano puede ser un periodo peligroso para las Bolsas. La negociación de las acciones tiende a bajar, por lo que es más sencillo moverlas al alza o a la baja. Y aunque el volumen de noticias puede ser menor, hay citas fijas en el calendario con potencial para desatar la volatilidad. Estos tres días laborables antes del fin de semana son buena prueba de ello, al amontonarse la decisión de tipos de interés de la Reserva Federal, los resultados de Microsoft, Meta, Amazon y Apple, datos de empleo y PIB en Estados Unidos, y hasta el fin del plazo dado por Trump para cerrar acuerdos comerciales y fijar aranceles por todo el mundo. Mucho que digerir en solo 72 horas.. Podría pensarse que Wall Street está bien posicionada para recibir ese aluvión de información sobre la marcha de la economía. Tanto el S&P 500 como el Nasdaq tecnológico, los dos índices más populares entre los inversores, rondan el doble dígito de ganancias en lo que va de año, y cotizan en máximos históricos tras una remontada notable. Pero esa fortaleza puede ser también su debilidad, porque para sostener el ritmo la exigencia del mercado es cada vez mayor.. Para Leopoldo Torralba, economista sénior de Arcano Research, cualquier tropiezo podría derivar en bajadas. “A corto plazo podría haber una cierta corrección, porque las Bolsas han corrido mucho y hay demasiado positivismo descontado. No es coherente con riesgos latentes como el del excesivo déficit público estadounidense y una posible zozobra en el mercado de bonos soberanos. Sin embargo, de cara al largo plazo, los múltiplos cotizados aún no son exagerados, sobre todo en Europa, y puede mantenerse una posición estructural razonable”, señala.. Mucho revuelo amaga con provocar el dato de PIB de este miércoles. En el primer trimestre se contrajo a una tasa anualizada del 0,2% (una caída del 0,1% trimestral), algo que se achacó a una aceleración de las importaciones por parte de las empresas para esquivar los aranceles. Los mercados estarán atentos a si esa distorsión se corrige con un rebote contundente, como estiman las previsiones de la Reserva Federal de Atlanta (que augura un avance de la economía del 2,9% anualizado) o la atonía en el crecimiento continúa marcando el aterrizaje de Trump en la Casa Blanca.. Aunque exista una cierta percepción de que las Bolsas están caras, no faltan motivos para pensar que la tromba de cifras redunde en récords bursátiles renovados. La decisión de la Reserva Federal de dejar el precio del dinero sin cambios ya se descuenta desde hace tiempo, por lo que salvo que su presidente, Jerome Powell, dé alguna alguna pista nueva en su discurso, no parece que el mercado vaya a producir movimientos a la baja.. En cuanto al ámbito comercial, Washington ya ha cerrado los tratos más importantes, los firmados con la UE, Japón o Vietnam —sede de muchas de las fábricas de gigantes del textil estadounidense, caso de Nike—, por lo que el margen de sorpresas negativas es limitado. Todas las miradas están puestas en lo que suceda con China, después de que los dos días de negociación en Estocolmo no fructificaran en avances significativos y se dé por hecha una prórroga de la tregua.. Además, la temporada de resultados ha tenido un comienzo prometedor. Según datos de FactSet, el 83% de las compañías del S&P 500 que han presentado sus cuentas han batido previsiones, por encima de la media de cinco años del 78%, y del 75% a diez años. Entre las que lo han logrado hay grandes nombres, como JP Morgan, Goldman Sachs o Alphabet.. En un mercado altamente concentrado, donde el peso de los Siete Magníficos resulta decisivo, el economista y analista financiero Javier Santacruz apunta a que no sería raro que la bonanza continuara. “Creo que hay margen para más subidas en EE UU, porque está en pleno rebote después del mal comportamiento de la primera parte del año, que se acentuó con la huida de abril por el Día de la Liberación. No hay detrás una mejora de fundamentales ni tampoco un cambio de ciclo. Solo es por la lógica del rebote con la tecnología ayudando”.. Esas siete compañías que están marcando el devenir de las Bolsas —Nvidia, Microsoft, Apple, Alphabet, Amazon, Meta, y Tesla—, cotizan a 28 veces beneficios, por debajo de las 34 veces a la que lo hacían en diciembre, pero por encima del S&P 500, que se paga a 22 veces. Son valoraciones elevadas, que solo la fe en el presente y futuro de la inteligencia artificial mantiene a flote.. ¿Falsa invulnerabilidad?. Nadie puede predecir el comportamiento bursátil a corto plazo, pero ampliando el foco, Javier Ruiz director de inversiones en Horos AM, cree que el rally de Wall Street genera una amenaza de sobrecalentamiento, después de que el S&P 500 se haya revalorizado un 24% en 2023 y un 23% en 2024. “El mercado estadounidense ha experimentado una notable expansión en sus valoraciones, impulsada por el excelente desempeño bursátil de las tecnológicas y la entrada masiva de capital en fondos indexados. Esta dinámica, junto con la concentración de valor en muy pocas empresas y la percepción de que el mercado americano parece invulnerable a caídas, nos lleva a adoptar una postura muy cautelosa para los próximos años. Además, dificulta encontrar un número significativo de oportunidades atractivas“.. En su opinión, existe más valor por destapar en empresas europeas, donde mantienen una exposición superior al 60% de la cartera, y en Asia, con más del 15% invertido.. El célebre dicho bursátil Sell in may and go away (vente den mayo y vete) no se está cumpliendo este año. La recuperación desde el desplome de abril por los aranceles de Trump ha sido meteórica, cercana al 30% en el caso del S&P 500, y superior para el Nasdaq. Estas 72 horas frenéticas pondrán a prueba la solidez de ese cambio de sentimiento.