La inversión internacional en España está en horas bajas. Así lo demuestran las estadísticas. La confianza de los capitales foráneos ha retrocedido un 13%, según el Índice Kearney de Confianza para la Inversión Extranjera Directa en 2025, lo que hace al país caer del top 10 de destinos inversores más atractivos. Un escenario que impacta directamente en las operaciones corporativas. En el primer trimestre de 2025 se cerraron 22 operaciones, frente a las 54 transacciones del mismo periodo de 2024, lo que supone un retroceso del 60%, según los datos recopilados por DC Advisory, tal y como avanzó este medio.. Seguir leyendo
Varias de las transacciones más esperadas como Urbaser, Cubico, Grifols, Naturgy o la fibra de Vodafone, Telefónica y Orange no salen adelante por la incertidumbre desatada por Trump y el ‘shock’ generado en el mercado
Feed MRSS-S Noticias
La inversión internacional en España está en horas bajas. Así lo demuestran las estadísticas. La confianza de los capitales foráneos ha retrocedido un 13%, según el Índice Kearney de Confianza para la Inversión Extranjera Directa en 2025, lo que hace al país caer del top 10 de destinos inversores más atractivos. Un escenario que impacta directamente en las operaciones corporativas. En el primer trimestre de 2025 se cerraron 22 operaciones, frente a las 54 transacciones del mismo periodo de 2024, lo que supone un retroceso del 60%, según los datos recopilados por DC Advisory, tal y como avanzó este medio.. Más allá de los datos, esta realidad se percibe con nombres propios. El año pasado se esperaba que en la primera mitad de 2025 se cerraran las grandes operaciones corporativas que se lanzaron entonces, pero los procesos se están revelando fallidos. Los mandatos multimillonarios de venta como Urbaser, Grifols, las alianzas de fibra de Vodafone, Telefónica u Orange o la búsqueda de socio de Celsa y el desbloqueo accionarial de Naturgy no se acaban de materializar. Tampoco el cambio de control de Talgo, la venta de parte o del todo de Minsait (Indra), o los diversos procesos de renovables que tenían pendientes Acciona, Iberdrola o Repsol.. A ello se añade ahora que los potenciales interesados en Cubico, una plataforma de energías limpias valorada en 5.000 millones, también flaquean. Fuentes del mercado señalan que ni Contour Global (KKR) ni Qualitas Energy están avanzando en el proceso. Ni siquiera está clara que vaya a culminarse la opa del BBVA sobre el Sabadell, por lo que de los grandes procesos solo toma carta de naturaleza la compra de Neinor sobre Aedas, muy influida por la necesidad de Castlelake de desinvertir en España.. Los expertos ven razones multifactoriales a este declive. Ya en mayo, el managing director en España de DC Advisory, César García, señalaba que la incertidumbre desatada por Trump y el shock generado en el mercado está ralentizando el cierre de los procesos. “Esta desaceleración se atribuye principalmente a la mayor cautela que se ha impuesto entre los inversores y la incertidumbre económica global”.. El director ejecutivo de la firma a nivel europeo, Richard Madden, habla de “tornado arancelario” para explicar las causas del estancamiento inversor, y considera que las buenas perspectivas que se anticipaban en diciembre han sido arrasadas unos pocos meses después.. “La mecánica de las fusiones y adquisiciones se ha vuelto más compleja: la valoración es incierta y los mercados de deuda son inciertos. Hasta que no haya mayor claridad sobre ambos, los mercados estarán lentos” explicaba Madden.. Pero los expertos también señalan factores internos para explicar la falta de confianza de los inversores. El director del IEE, Gregorio Izquierdo, apuntaba a finales de junio a “la falta de eficacia de los procesos legales y regulatorios, el grado de protección de los derechos de propiedad, el entorno regulatorio o la falta de incentivos fiscales”.. En este sentido, existen varios factores que ahondan en la desconfianza. Los inversores creen que España es un destino estratégico para turismo y renovables, pero ambos sectores están demostrando problemas. En el caso del turismo, las imágenes de caos producidas esta misma semana en los trenes que circulan entre Madrid y Andalucía, que han provocado interminables demoras para los viajeros, dañan la imagen país.. Por otro lado, las aglomeraciones y problemas en el aeropuerto de Madrid-Barajas también en los primeros compases de julio, uno de los momentos álgidos por los movimientos de viajeros, son un punto negro para la imagen país de un destino que pretende llegar a los 100 millones de turistas este año.. En el caso de las renovables, los problemas son más de índole regulatorio. Como desveló este viernes este diario, existe un altísimo grado de temor en el sector de las energías renovables porque el Gobierno no sea capaz de sacar adelante el real decreto ley aprobado a finales de junio que supone un balón de oxígeno para esta tecnología y que, si finalmente decae, generará una paralización de inversiones y lastrará la competitividad internacional de España.. El escollo es puramente político. El Ejecutivo se encuentra en un momento de extrema debilidad por los casos de corrupción que salpican al PSOE, y que esta semana se han escenificado en la entrada en prisión sin fianza del hasta hace pocos días secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, del que el Tribunal Supremo ve indicios de ser una figura clave en una organización criminal que cobraba mordidas a cambio de obras públicas.. Aunque no es el punto fundamental, la coyuntura política afecta. La responsable de la oficina de Madrid de un despacho internacional, acostumbrada a hacer roadshows en las principales plazas financieras internacionales (Londres, Nueva York, etc.) para levantar fondos de private equity con los que invertir en España, asegura que el levantamiento de capital (fundraising en la jerga sectorial) avanza con timidez. Según señala, los inversores preguntan recurrentemente por la inestabilidad política que vive España. Con esta situación, cree que muchos inversores tendrán que recurrir a lo que se denominan fondos de continuación o secundarios. Es decir, en aquellos procesos donde no es fácil ejecutar una venta, mantener a aquellos inversores del fondo que lo deseen y buscar una salida a los que por distintas circunstancias estén obligados a vender. Esta sofisticación en la inversión cada vez está más presente en España, aseguran fuentes del sector.. En este contexto, el hueco que están dejando los inversores internacionales, fundamentalmente anglosajones, está siendo ocupado por el capital árabe. Las monarquías absolutistas del Golfo pérsico están inundando con petrodólares las grandes empresas españolas. Masdar, firma controlada por Abu Dabi, se está revelando como el principal inversor en sectores estratégicos para la economía española como el energético. No es de extrañar que la llegada del CEO de Masdar a Madrid la próxima semana esté generando alta expectación en la industria financiera.. Pero, además, los emiratos están aprovechando la sequía bursátil para comprar compañías como Tendam. La dueña de Cortefiel pasó a manos de los árabes después de varios intentos de salida a bolsa infructuosos. También perdieron el tren de la salida a bolsa Europastry, Volotea o Astara (Bergé) en 2024, sin que hayan vuelto a asomar. El bajo rendimiento de Puig espantó en gran medida otras operaciones. Ahora está por ver si Cirsa logra el éxito, solo conseguido este año en el parqué por Hotelbeds (XTB).. Abu Dabi, a través de su energética Taqa, intentó quedarse Naturgy en 2024, quizás la empresa más estratégica que tiene España por los contratos de gas con el exterior, críticos para la seguridad de suministro. Una operación que finalmente no ha fructificado por sus diferencias con CriteriaCaixa.. El holding inversor catalán también ha frenado tras un 2024 hiperactivo en la compra de empresas. Ha declinado entrar en Celsa y ha frenado su participación en Europastry. Tampoco veía con buenos ojos su concurrencia en Talgo, que sigue sin cerrar la transacción con Sidenor. En este escenario de vacas flacas, Indra ha descartado vender su división tecnológica Minsait, una operación que también estuvo en mercado. Posteriormente se planteó la desinversión de su división de pagos, pero tampoco acaban de llegar a un acuerdo con el principal interesado, el fondo Pollen Street.