Para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los aranceles no solo son una herramienta para balancear la balanza comercial, sino que también han adquirido un uso como arma política. Utilizó el ejemplo del impuesto del 50% aplicado a Brasil para argumentar que el proceso judicial contra el ex presidente Jair Bolsonaro es injusto. Ahora enfoca tus estrategias en Vladímir Putin y, para ello, aumenta las sanciones arancelarias a India, que es el segundo mayor importador de petróleo ruso, solo superado por China, con la expectativa de provocar un cambio en la situación de la guerra en Ucrania. «La Casa Blanca ha argumentado que están proveyendo recursos a la maquinaria bélica rusa», en alusión a Nueva Delhi. La amenaza consiste en incrementar los impuestos hasta un 50% en tres semanas para el país, el cual ya enfrenta una tarifa del 25% desde el jueves pasado. La presión se ha manifestado rápidamente: las refinerías estatales Indian Oil, Bharat Petroleum y Hindustan Petroleum han detenido las compras de crudo ruso para el próximo ciclo, a la espera de directrices del Gobierno.
La respuesta del mercado a las advertencias de incrementar los impuestos es moderada, con ligeras caídas en la rupia y en el mercado de acciones del país asiático.
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Para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los aranceles tienen una función que va más allá de balancear la balanza comercial, ya que se han convertido en una herramienta utilizada en su estrategia política. Lo ejemplificó con el impuesto del 50% que se aplica a Brasil, argumentando que el proceso judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro es injusto. Ahora dirige su atención hacia Vladímir Putin y, para lograrlo, aumenta las sanciones arancelarias a India, el segundo mayor importador de petróleo ruso después de China, con la expectativa de provocar un cambio en el conflicto de Ucrania. «Están apoyando el esfuerzo bélico ruso», argumentó la Casa Blanca, aludiendo a Nueva Delhi. La amenaza consiste en aumentar los impuestos hasta el 50% en un plazo de tres semanas para el país, el cual ya enfrenta una tarifa del 25% desde el pasado jueves. La presión se ha manifestado casi de forma instantánea: las refinerías estatales Indian Oil, Bharat Petroleum y Hindustan Petroleum han suspendido las compras de petróleo ruso para el próximo ciclo, a la espera de indicaciones del Gobierno. Las empresas no han respondido a la solicitud de CincoDías para comentar sobre la situación, pero se anticipa que esta suspensión impactará los envíos de petróleo de los montes Urales previstos para octubre, que se negocian con un mes y medio a dos meses de anticipación. «Se experimentarán ciertas interrupciones operativas por un tiempo, pero eventualmente, la oferta y demanda de petróleo se estabilizará», comenta Ramamoorthy Ramachandran, exdirector de refinerías en Bharat Petroleum. Según su perspectiva, el petróleo de Arabia Saudí e Irak se convertirá en el reemplazo natural debido a su proximidad geográfica.