Al otro lado de la pantalla, a Miriam González (Olmedo, Valladolid, 57 años) se le ilumina la cara cuando habla de ese “viento de cola” que permitió a una nieta de agricultores e hijas de profesores acabar haciendo carrera como abogada de comercio internacional en el extranjero. Ha sido vicepresidenta de UBS Europe, miembro del European Council of Foreign Relations y ha trabajado como asesora para el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno británico y en la Comisión Europea, entre otros puestos.. Seguir leyendo
La abogada y fundadora de la plataforma España Mejor percibe un divorcio de la clase política con una ciudadanía desencantada entre la que crece el derrotismo
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Al otro lado de la pantalla, a Miriam González (Olmedo, Valladolid, 57 años) se le ilumina la cara cuando habla de ese “viento de cola” que permitió a una nieta de agricultores e hijas de profesores acabar haciendo carrera como abogada de comercio internacional en el extranjero. Ha sido vicepresidenta de UBS Europe, miembro del European Council of Foreign Relations y ha trabajado como asesora para el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno británico y en la Comisión Europea, entre otros puestos.. Para ella fue una “sensación maravillosa” notar como la sociedad decía a los jóvenes que si estudiaban, en su caso en una universidad pública, podían conseguir lo que se desearan. “Me di cuenta de la maravilla que fue nacer en ese momento de la historia de España cuando salí al extranjero y vi que en otros países no se avanzaba de esa manera”, cuenta por videollamada desde Londres, ahora que vive a caballo entre el Reino Unido y España.. Rápidamente, su semblante se vuelve serio al afirmar que en España ese ascensor social se ha estropeado y que es una de las grandes asignaturas pendientes del país. “No puede ser que los jóvenes no tengan la posibilidad de emanciparse”, sostiene, antes de reprochar a los políticos que no escuchen a este segmento de la población. En el contento de aquellos que sienten alejarse sus sueños de tener un techo propio y una buena calidad de vida ve González una de las razones del auge de partidos extremistas. “Percibo también un gran divorcio entre la clase política y la ciudadanía en general. La sociedad está desencantada. Hay un sentimiento de derrotismo y casi de tristeza”.. Una sensación que ha ido notando en los casi tres años que lleva recorriendo el país desde que fundó España Mejor, “una lanzadera de propuestas de políticas públicas e iniciativas sociales”, según la definición que aparece en la página web de la organización. “Una de las cosas que nos fallan un poco en España es esa falta de fuerza de la sociedad civil. Hay organizaciones muy atomizadas y casi todo ocurre en Madrid y Barcelona”.. En este tiempo, este movimiento ha creado grupos de trabajo de los que han salido propuestas como un código ético para mejorar las instituciones en lo que respecta a transparencia y buen gobierno. “El mayor problema de la política española es la corrupción, la falta de limpieza y de controles. Hay redes corruptas que operan dentro de los partidos y gente que les ayuda desde fuera”.. Cuenta decepcionada que le han dado a las instituciones, desde ayuntamientos a ministerios, su código ético “machacado”, listo para implantar, pero que estas “no se han movido ni un centímetro” para ponerlo en marcha. Con un discurso claro y contundente en general, González se va por las ramas cuando se le pregunta directamente si va a dar el salto a la política activa para presentarse a las próximas elecciones generales con un partido de centro que ocupe el espacio de Ciudadanos, como se ha publicado en los últimos meses. “Yo de los rumores de otros no me quiero pronunciar”. Ni un sí ni un no rotundo sobre la posibilidad de seguir los pasos de su marido, Nick Clegg, que llegó a ser viceprimer ministro del Reino Unido durante el mandando del conservador David Cameron. O los de su padre, que fue alcalde de Olmedo, así como senador por Valladolid del Partido Popular.. Aunque dedique parte de su tiempo a “buscar las soluciones que necesita la sociedad española”, González sigue pendiente de la política y la economía internacional, a la que tantos años de trayectoria profesional ha dedicado. Para conversar sobre los desafíos a los que se enfrenta el continente europeo participó el viernes en el Hay Festival Segovia.. Considera que uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta la Unión Europea en la actualidad es al de caer en la irrelevancia internacional. “Creo que parte de lo que ha ocurrido en los últimos meses ha sido algo que ya se veía venir. Habíamos bajado de escalafón y ya no jugábamos en la misma liga. Se ha hecho mucho más evidente con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. En gran parte de los sucesos internacionales que están ocurriendo somos casi espectadores”. Se muestra más cauta cuando se le cuestiona si, teniendo en cuenta la geopolítica actual, la UE corre el peligro de desaparecer. “Es algo demasiado grave. Pero sí que veo factible que se convierta en una especie de Naciones Unidas o una OMC”.. A este respecto, echa en falta un “sentido de urgencia” entre los gobernantes europeos para intentar revertir la situación, aunque reconoce que es “muy difícil que Europa se haga más fuerte ahora”. Para ello, en su opinión, hay que dejar de ser dependientes en defensa y en energía, “y eso tiene un coste económico”. Un escenario complicado que conlleva el riesgo de que la ciudadanía europea caiga en el pesimismo. “Yo he vivido mucho en el Reino Unido y creo que hay algo que también le puede pasar a la Unión Europea. Hay un momento enorme cuando un país o una organización o un grupo de países se sienten humillados y de repente empiezan a pensar que todo va mal. Hay una línea finísima, que no se sabe dónde está, de cuando la población simplemente se autoconvence que todo va mal y ya entra en una espiral negativa. Eso hay que evitarlo a toda costa en Europa”.. Se muestra preocupada también “por el acelerado traspaso de poder y de alianzas a China, que se permite ahora el lujo” de erigirse en defensor del orden internacional. Y reconoce que a pesar de su formación y experiencia, “es un reto para el entendimiento tradicional de la economía” la política de aranceles de Trump y los efectos que puede tener.. El presidente de Estados Unidos vuelve a salir en la conversación al tratar otro de los temas que preocupan a González, el retroceso en políticas de igualdad. “Hay dirigentes que la están poniendo en riesgo. Por suerte creo que eso todavía no ha llegado a España. Aunque hay que estar muy atentos, porque muchas veces simplemente es que las tendencias vienen con retraso”. La abogada fundó en 2013 el germen de lo que ha acabado siendo Inspiring Girls, una organización dedicada a impulsar las aspiraciones de las niñas, conectándolas con modelos femeninos de todos los ámbitos. “Hemos tenido desde Melinda Gates hasta cajeras de supermercado. La mujer que es referente no es necesariamente la poderosa por ser presidenta de una compañía. Lo que hay que decirle a las niñas es simplemente que decidan de acuerdo a lo que ellas quieran ser. Para ser referente solo hay que dejarse ver. Una nunca sabe quién te va a estar mirando, a quién le puedes dar ese poquito de inspiración”. Quizá González sirva de espejo para una niña de pueblo que sueñe en estos momentos con acabar en los círculos de poder europeos.