Hubo allí, en otra época, un hotel que se llamó Heritage y que después se llamó National, aunque, en realidad, sólo fuera a medias hotel y a medias residencia para inquilinos de larga estancia y poco presupuesto. Su fachada de 13 plantas era un pastiche propio de 1909: las plantas bajas eran de piedra e imitaban el lenguaje de los castillos de los cuentos. Después, el edificio se enladrillaba y más arriba, en lo alto, se convertía en una galería de arcos de vidrio y metal. Hubo un bar abajo llamado The Golden Dollar (hay fotos de un escaparate amarillo en el que se leía «Topless bar & lounge. Exotic girls») y una librería. El edificio ocupaba un solar en forma de L. El lado norte daba a la calle 42 y medía 60 metros.El lado sur daba a la calle 41 y medía 38 metros. El lado oeste daba a la Séptima Avenida y medía 46 metros… Y cualquier turista que haya pasado algunos días en Manhattan reconocerá esas calles: 41, 42, Séptima. El hotel tenía una dirección deslumbrante: Times Square número 5. Parece mucha dirección para un hotel así pero es que Times Square, el centro del centro de Nueva York, fue un lugar sórdido hasta hace no tantos años.. Seguir leyendo
5 Times Square, un rascacielos de 38 plantas que simboliza la transformación de Manhattan, alojará 1.200 apartamentos para paliar la crisis de vivienda
Hubo allí, en otra época, un hotel que se llamó Heritage y que después se llamó National, aunque, en realidad, sólo fuera a medias hotel y a medias residencia para inquilinos de larga estancia y poco presupuesto. Su fachada de 13 plantas era un pastiche propio de 1909: las plantas bajas eran de piedra e imitaban el lenguaje de los castillos de los cuentos. Después, el edificio se enladrillaba y más arriba, en lo alto, se convertía en una galería de arcos de vidrio y metal. Hubo un bar abajo llamado The Golden Dollar (hay fotos de un escaparate amarillo en el que se leía «Topless bar & lounge. Exotic girls») y una librería. El edificio ocupaba un solar en forma de L. El lado norte daba a la calle 42 y medía 60 metros.El lado sur daba a la calle 41 y medía 38 metros. El lado oeste daba a la Séptima Avenida y medía 46 metros… Y cualquier turista que haya pasado algunos días en Manhattan reconocerá esas calles: 41, 42, Séptima. El hotel tenía una dirección deslumbrante: Times Square número 5. Parece mucha dirección para un hotel así pero es que Times Square, el centro del centro de Nueva York, fue un lugar sórdido hasta hace no tantos años.. Por lo menos, el Hotel National duró nueve décadas, de 1909 a 1999, mucho más que su sucesora, la llamada Torre 5 Times Square que ocupó su solar y que la semana pasada, semivacía y obsoleta, recibió un nuevo destino. El edificio, estrenado en 2002, de 38 plantas, 175 metros de altura y 102.193 metros cuadrados de superficie en explotación, será sometido a una profunda transformación. Dejará de albergar oficinas, un negocio para el que la demanda se ha derrumbado en los últimos cinco años, incluso en la isla de Manhattan, y se convertirá en un edificio de viviendas pequeñas.. Muchísimas viviendas pequeñas. 1.050 pisos serán estudios de un solo ambiente y otros 200 serán apartamentos de una habitación. Además, una cuarta parte de las viviendas tendrá el estatus de casas asequibles, una versión algo atenuada de nuestras viviendas de protección oficial en EEUU. Tendrán precios reducidos y estarán reservadas a neoyorquinos censados cuyas rentas representen menos del 80% del ingreso medio de la ciudad. A cambio, los promotores de la reforma tendrán incentivos fiscales y facilidades administrativas.. La reforma del edificio es simbólica en muchos sentidos. Habla, para empezar, de los cambios en el mundo del trabajo. La obras de la torre de 5 Times Square empezaron antes de los atentados de las Torres Gemelas pero terminaron después. La tragedia hizo que el edificio naciera en un paisaje poco propicio. Su promotor, Boston Properties, tuvo un inquilino principal para el edificio, la consultora Ernst & Young, antes de empezar las obras, pero nunca consiguió ocupar toda la superficie en alquiler.Después llegó la crisis de 2008 y después, la pandemia, la extensión del teletrabajo y la contracción del mercado de oficinas. En 2024, en el momento en el que los actuales dueños de Times Square 5 (un complejo consorcio de empresas públicas y privadas) plantearon convertir las oficinas en pisos, su nivel de ocupación era del 20%.. La reforma es también un giro en la historia del planeamiento de Nueva York. En 1999, cuando el estudio Kohn Pedersen Fox empezó las obras del rascacielos sobre el antiguo solar del Hotel National, el Ayuntamiento de Nueva York estaba alentando una transformación del Midtown, el barrio de Manhattan en el que está Times Square. El lugar en el que se cruzan Broadway y la Séptima Avenida debía dejar de ser un barrio rojo lleno de teatros, bares oscuros y joyerías sospechosas, para convertirse en un gran polo económico.Debía ser un distrito de negocios durante el día y una atracción turística saturada de luz eléctrica durante las noches. Dos años después de terminar 5 Times Square, sus promotores estrenaron la vecina Times Square Tower, también destinada a oficinas.. Ese es el Times Square que hemos conocido en el siglo XXI y el que quizá se acabe pronto. Manhattan sufre un déficit crónico de viviendas que las autoridades locales calculan en 100.000 unidades. Al mismo tiempo, las torres de oficinas se han quedado semivacías. La solución a esos dos problemas parece obviamente conectada y, por eso, el Ayuntamiento ha anunciado que renunciará a aplicar muchas normas urbanísticas que podrían condicionar la transformación. ¿Cuál será el impacto de llenar de vecinos un espacio como Times Square envilecido por el turismo? Se verá en 2027, cuando acabe la primera fase de la reforma. Falta algo por decir: 10 líneas de metro hacen parada bajo la torre. No habrá pisos así en el mundo.
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