Una de las mayores gestoras de activos del mundo desveló hace años que algunos de sus clientes que mejor resultado tenían en Bolsa eran personas que habían muerto. Era una forma sencilla de explicar que la mejor estrategia suele ser pensar en el largo plazo y no dejarse arrastrar por las emociones fuertes que generan los vaivenes del mercado. Comprar cuando las acciones suben y vender cuando bajan seguramente le llevará a perder dinero. Quienes invirtieron en las grandes tecnológicas estadounidenses, deslumbrados por la victoria electoral de Trump y convencidos de que sus políticas proteccionistas, la desregulación y la bajada de impuestos prolongarían el rally en Bolsa obteniendo un dinero fácil, han vivido en sus carnes este choque de realidad.. Seguir leyendo
El mal momento de las tecnológicas y la depreciación del dólar ante la guerra comercial provocan caídas del 20% desde máximos en los fondos cotizados especializados en tecnología
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Una de las mayores gestoras de activos del mundo desveló hace años que algunos de sus clientes que mejor resultado tenían en Bolsa eran personas que habían muerto. Era una forma sencilla de explicar que la mejor estrategia suele ser pensar en el largo plazo y no dejarse arrastrar por las emociones fuertes que generan los vaivenes del mercado. Comprar cuando las acciones suben y vender cuando bajan seguramente le llevará a perder dinero. Quienes invirtieron en las grandes tecnológicas estadounidenses, deslumbrados por la victoria electoral de Trump y convencidos de que sus políticas proteccionistas, la desregulación y la bajada de impuestos prolongarían el rally en Bolsa obteniendo un dinero fácil, han vivido en sus carnes este choque de realidad.. Los llamados siete magníficos (Amazon, Apple, Facebook, Google, Microsoft, Nvidia y Tesla) han sido las estrellas del mercado en los últimos años, impulsadas por el furor en torno a la inteligencia artificial. Este entusiasmo desató un fuerte apetito inversor, lo que llevó a la proliferación de fondos y ETF (fondos cotizados) que agrupan a estas empresas. Cualquier inversor puede acceder a ellos fácilmente desde los brókeres más populares, lo que ha facilitado la entrada masiva de capital. Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, algunos inversores decidieron apostar aún más fuerte por estos valores, convencidos de que su administración impulsaría su crecimiento sin restricciones. En las primeras semanas tras las elecciones, el sentimiento en el mercado era de euforia. El Nasdaq, el índice que agrupa a las principales compañías tecnológicas estadounidenses, alcanzó nuevos máximos poco después. Sin embargo, desde entonces, el mercado ha dado un giro de 180 grados.. Para ponerlo en cifras, quien invirtió 10.000 euros en el ETF Roundhill Magnificent Seven, que agrupa a los siete magníficos, habría perdido unos 2.300 euros. Desde mediados de diciembre, el fondo se ha depreciado un 20%, lo que se traduce en 2.000 euros de pérdidas. Además, dado que las acciones cotizan en dólares, el debilitamiento del billete verde frente al euro ha añadido una penalización adicional de 300 euros. Una desaceleración de Estados Unidos hace que el dólar pierda atractivo para los inversores. Además, esta coyuntura económica ha coincidido con la mayor demanda de euros tras la mejora en las perspectivas económicas de la eurozona, impulsadas por los planes de inversión en defensa de los países miembros y la expansión fiscal de Alemania que promete un fuerte gasto militar y en infraestructuras, lo que ha fortalecido la divisa común frente al billete verde.. Otros ETF, como el Invesco QQQ Trust, que tiene un 40% de exposición a los siete magníficos, ha caído un 12% en el mismo periodo. Esto significa que, entre la devaluación del fondo y la del dólar, las pérdidas ascienden a unos 1.600 euros para quien invirtiera 10.000. Alternativas como el ETF Technology Select Sector SPDR Fund o el iShares U.S. Technology ETF han registrado caídas del 14%, lo que supone una pérdida de unos 1.700 euros en el mismo ejemplo. En cualquiera de los casos, aquellos que pensaron que Trump les aseguraría ganancias rápidas han visto cómo su inversión se devaluaba considerablemente.. A principios de año, la mayoría de los gestores y expertos en Bolsa apostaban por el mercado estadounidense como el gran ganador, en contraposición con una Europa a la deriva, aunque ya advertían de un ingrediente de mayor volatilidad. Pero en el mercado todo puede cambiar en cuestión de minutos. La guerra comercial iniciada por Washington contra sus principales socios, los datos de desaceleración en la creación de empleo, la caída de la confianza del consumidor y el previsible aumento de la inflación han generado un clima de incertidumbre. Algunas voces ya valoran la posibilidad de que la economía estadounidense entre en recesión. El propio Trump ha alimentado estos temores al no descartar esa posibilidad y, sobre todo, al negarse a suavizar los aranceles adicionales a las importaciones extranjeras. Una medida que ha desconcertado a analistas e inversores, quienes daban por hecho que el presidente estadounidense no tomaría decisiones que pudieran poner en peligro la racha alcista de Wall Street.. El resultado ha sido una fuga de capital, especialmente en sectores y empresas que ya despertaban dudas por su posible sobrevaloración, y las grandes tecnológicas han sido las grandes perjudicadas por las jornadas de fuerte corrección. Por ejemplo, el S&P 500, el índice más representativo de la Bolsa estadounidense (y que también incluye a los siete magníficos), alcanzó su máximo histórico el 19 de febrero. Sin embargo, en apenas un mes ha retrocedido un 9%.. Esto también ha afectado a quienes invirtieron en ETF indexados al S&P 500, activos populares entre inversores minoristas por su bajo coste y la rentabilidad sostenida a largo plazo que ha venido registrando en las últimas décadas. Warren Buffett, considerado uno de los mejores inversores de la historia, ha señalado en repetidas ocasiones que la mayoría de los gestores profesionales no logran batir al S&P 500 en el largo plazo. Pero esa es la clave, tener visión de mantener la inversión durante años.. Quienes compraron participaciones en ETF como el Vanguard S&P 500 o el iShares Core S&P 500, ambos atraídos por las subidas iniciales tras la victoria de Trump y con la esperanza de obtener rentabilidad en cuestión de meses han visto cómo su inversión se reducía en un 9%, lo que supone unos 900 euros de pérdidas por cada 10.000 invertidos. Si se suma el efecto divisa, la cifra asciende a unos 1.300 euros que se han volatilizado.