El periodo estival sacude la estructura de mando de las compañías. Mientras los altos directivos hacen las maletas, sus sucesores se preparan para estar a la altura y gestionar cada posible incidencia sin que afecte a la marcha del negocio. Una oportunidad para trabajar con un éxito que luego hablará por ellos. Pero este reto exige ahora una nueva vuelta de tuerca. Acostumbrados a escenarios de ciberataques, caída de la tecnología u otras casuísticas, este año se suma otra más: el apagón. Una experiencia que ha reactivado los protocolos de seguridad de las organizaciones. Y son muchas las que preparan al talento en la reserva para debutar como primer espada con estos protocolos al día.. Seguir leyendo. Situaciones de emergencia. El verano también es una buena época para el talento de alquiler, sobre todo en las empresas medianas. Un periodo en el que concurren diversas casuísticas y tiran de los interim managers para cubrir diferentes puestos. “Hay empresas a las que se les echa el tiempo encima buscando un directivo y contratan un interim para cubrir la carencia. Con él refuerzan a las personas que, en menor número, permanecen en la compañía”, apunta Pio Iglesias Carrera, socio director de Interim Management Servitalent. El directivo reconoce que el apagón de abril, y también la incertidumbre, hacen que las empresas “busquen para estos días una formación específica determinada, sobre todo tecnológica, para prevenir o resolver en el menor tiempo posible situaciones complicadas o de emergencia”.
Los segundos de a bordo toman el mando para sustituir a los responsables en agosto. Muchas empresas tienen protocolos para formar a sus empleados en esta responsabilidad
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El periodo estival sacude la estructura de mando de las compañías. Mientras los altos directivos hacen las maletas, sus sucesores se preparan para estar a la altura y gestionar cada posible incidencia sin que afecte a la marcha del negocio. Una oportunidad para trabajar con un éxito que luego hablará por ellos. Pero este reto exige ahora una nueva vuelta de tuerca. Acostumbrados a escenarios de ciberataques, caída de la tecnología u otras casuísticas, este año se suma otra más: el apagón. Una experiencia que ha reactivado los protocolos de seguridad de las organizaciones. Y son muchas las que preparan al talento en la reserva para debutar como primer espada con estos protocolos al día.. Para hacer frente a esta marea de incertidumbre, a la que el Banco Sabadell suma la opa, la entidad bancaria cuenta con un marco interno de gestión de crisis por el cual dos órganos de gobierno o sus segundos deben de estar disponibles en vacaciones. Un escenario en el que también se mueve Asepeyo. Tras el corte de luz del pasado 28 de abril, que paralizó España entre seis y diez horas, la mutua reunió al comité de continuidad del negocio para diagnosticar lo que no funcionó. “Identificamos siete puntos que ya han sido incluidos en el protocolo que hemos publicado y que ha de conocer el talento de retén que permanece en la compañía durante el periodo estival”, señala Ricardo Alfaro, subdirector general de Medios de la aseguradora.. Algo natural para el jefe de área en la dirección de Infraestructuras y Equipamientos, Joaquín Teruel, como ingeniero técnico industrial y graduado en Ingeniería Mecánica. Este año Teruel no disfrutará del descanso en agosto para sustituir al director de su departamento. Un reto que asume desde “la motivación”. “Supone una confirmación de la confianza que mi jefe y la empresa tienen en mí”. Asegura que no siente vértigo por la nueva responsabilidad “porque significa evolucionar en mi carrera”.. La sucesión estival la preparan en Asepeyo meses antes evaluando dos aspectos principales del candidato. “En las oficinas centrales se valora, entre los directores de área, su circunstancia personal y el desempeño con el objetivo de identificar competencias para asumir responsabilidades y toma de decisiones”. Una experiencia que impacta en la carrera del mando que toma temporalmente el puesto. “Si el resultado es positivo, esta persona entrará en el programa de desarrollo profesional Telémaco. Una oportunidad para trabajar en un proyecto corporativo que les forma para ser los futuros directivos”, detalla Alfaro. Pero si no cumple con el nivel exigido, “activamos un programa de desarrollo individual para valorar dónde necesita mejorar. Una formación que cursará en nuestra universidad corporativa para alcanzar esos conocimientos y habilidades en los que no ha dado la talla”.. Tampoco Endesa, como energética que presta un servicio público, detiene motores en verano, por lo que “la planificación previa y el empoderamiento de los mandos intermedios es clave”, sostienen fuentes de la compañía. Y para ello recurren a protocolos de escalado “para que esos mandos al cargo, con los objetivos definidos, puedan acceder, en caso de incidencia, a mecanismos para escalar decisiones críticas, como a directivos que se mantienen localizables vía guardias rotativas”. Para Marta Sánchez, responsable del centro de control de energía de Endesa, quedarse al frente en verano supone “demostrar el trabajo bien hecho durante todo el año y ganar perspectiva”. Y añade: “Implica aprender cosas nuevas, asumir otras tareas y tomar decisiones por uno mismo”. Confiesa que se siente tranquila porque “confío plenamente en la capacidad del equipo. Asumo el reto con orgullo, energía e ilusión”.. David García Collantes, dueño del restaurante Divina Dolores, en Madrid, junto a Mireya Castillo, chef de verano, en una imagen cedida. DIVINA DOLORES. Sector caliente. Para el talento en la retaguardia del sector alimentario, esta responsabilidad representa una auténtica prueba de fuego. Saltar a la primera línea, con el aluvión de turistas, le expone a imprevistos de toda índole. Y este año viene fuerte. Nada menos que 98 millones de visitantes vendrán a España, según el informe de OBS Business School Nuevas tendencias tecnológicas aplicadas al ciclo de vida del viaje, dirigido por el profesor Joan Barceló. “Para dar respuesta al incremento de ventas que supone esta afluencia masiva, en las delegaciones de la costa los mandos medios no toman estos días vacaciones, y los directores generales solo salen 15 días y están conectados siempre al móvil”, señala César Vázquez, director de Recursos Humanos de Dia España.. Para el resto de la Península el servicio queda cubierto con los segundos de a bordo que cubren a los jefes “y están siempre localizados”. Vázquez reconoce que este periodo “supone una gran oportunidad de enfrentarse a este desafío, que no es el habitual, y hacerlo con solvencia, porque apuntala su desarrollo profesional”. Lo cual les sitúa en el disparadero de la promoción. “Suma puntos cuando un profesional ha cubierto unas vacaciones o una baja de cara a posibles ascensos”. Algo que no es casual: “Muchos de los mandos que se quedan en verano figuran en los planes de sucesión de cada departamento como los elegibles para cubrir puestos de jefatura”.. David García Collantes es propietario de la empresa Monteocio, que suma tres restaurantes (Rita Sibarita, Divina Dolores y Gilda) y nunca cierra en periodo estival. “Es una época fuerte porque la oferta cultural de la Comunidad de Madrid atrae cada vez a más turistas”. En su opinión, “los segundos en verano se crecen porque les das la confianza de demostrar su valía sin que nadie les eclipse”. Y tras asumir esa responsabilidad y demostrar su buena gestión “pasan a formar parte de un listado del que tiramos cuando hay que sustituir a un responsable, ya sea por baja, porque se marcha o cuando abrimos otro establecimiento”.. Situaciones de emergencia. El verano también es una buena época para el talento de alquiler, sobre todo en las empresas medianas. Un periodo en el que concurren diversas casuísticas y tiran de los interim managers para cubrir diferentes puestos. “Hay empresas a las que se les echa el tiempo encima buscando un directivo y contratan un interim para cubrir la carencia. Con él refuerzan a las personas que, en menor número, permanecen en la compañía”, apunta Pio Iglesias Carrera, socio director de Interim Management Servitalent. El directivo reconoce que el apagón de abril, y también la incertidumbre, hacen que las empresas “busquen para estos días una formación específica determinada, sobre todo tecnológica, para prevenir o resolver en el menor tiempo posible situaciones complicadas o de emergencia”.