Steve McQueen (Londres, 1969) hace cine contra sí y contra su propio cine. Cada una de sus películas es, casi por definición, distinta. Diferente a cada uno de sus trabajos anteriores y radicalmente opuesta a nada identificable como moda, tendencia o escuela. Blitz, el último trabajo del responsable de la oscarizada 12 años de esclavitud, es una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial, pero desde lo más profundo de una ciudad sitiada, de su ciudad. La cinta continúa la reflexión sobre el conflicto que iniciara en el documental Occupied City, a vueltas con la ocupación nazi de Ámsterdam. Recién estrenada en la plataforma Apple TV+, cuenta el viaje de vuelta a casa de un niño (Elliott Heffernan) evacuado por su madre (Saoirse Ronan)para escapar de los bombardeos alemanes. De paso, repasa las heridas de una guerra tan cercana y, a su juicio, tan olvidada. El director acaba de visitar Madrid para hacer campaña de cara a los Premios Oscar.. Seguir leyendo
El director de ‘Blitz’ reflexiona sobre los riesgos de vivir se espaldas a la historia, sobre el auge del racismo y de la extrema derecha y sobre una Europa incapaz de hacerse cargo de su pasado reciente
Steve McQueen (Londres, 1969) hace cine contra sí y contra su propio cine. Cada una de sus películas es, casi por definición, distinta. Diferente a cada uno de sus trabajos anteriores y radicalmente opuesta a nada identificable como moda, tendencia o escuela.. Blitz, el último trabajo del responsable de la oscarizada 12 años de esclavitud, es una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial, pero desde lo más profundo de una ciudad sitiada, de su ciudad. La cinta continúa la reflexión sobre el conflicto que iniciara en el documental Occupied City, a vueltas con la ocupación nazi de Ámsterdam. Recién estrenada en la plataforma Apple TV+, cuenta el viaje de vuelta a casa de un niño (Elliott Heffernan) evacuado por su madre (Saoirse Ronan) para escapar de los bombardeos alemanes.. De paso, repasa las heridas de una guerra tan cercana y, a su juicio, tan olvidada. El director acaba de visitar Madrid para hacer campaña de cara a los Premios Oscar.. Insiste en que muchas de las imágenes y situaciones que se ven en su película son inéditas en la historia del cine. ¿A qué cree que es debido esa ausencia?. No me corresponde a mí juzgarlo. Pero es un hecho que hay muchas historias sobre la guerra que incomprensiblemente desconocemos porque nunca se ha contado. Trabajé con el autor de The Secret History of the Blitz, Joshua Levine, y yo mismo me enfrasqué en una investigación minuciosa. Las conclusiones que sacamos fueron bastante desconcertantes. ¿Cómo es posible que el papel de las mujeres en la retaguardia no se haya contado ni tematizado antes? Poco o nada se ha visto de su trabajo en la fabricación de municiones, por ejemplo. Ellas eran además la columna vertebral de la sociedad sin hombres. Soportaron el peso de la economía y tuvieron un papel protagonista en todos los ámbitos de la sociedad. Las películas las retratan casi siempre como mujeres histéricas que se limitan a ofrecer té a los hombres. Y siempre caracterizadas como la mujer, la novia, la amiga… Y eso, además de injusto, no es verdad.. Impresionan las espectaculares escenas en el metro de Londres…. Sí, otra historia poco conocida es que Churchill prohibió que la gente se refugiara en el metro para no pasar por cobardes escondidos debajo de tierra. Pero la gente que había combatido contra los fascistas en la Guerra Civil española ya sabía que ése era un lugar seguro…. Usted retrató la guerra de Irak con anterioridad, ¿cuánto influyó esa experiencia en Blitz?. Mucho. Quería contar la guerra a través de los ojos de un niño y cómo evoluciona su mirada. George, el protagonista, no es el mismo después de ver todas las atrocidades con las que se encuentra. El suyo es un viaje emocional y existencial. De alguna manera, yo sentí lo mismo en mi visita como simple civil a un escenario de guerra. Tendemos a pensar que la guerra siempre sucede lejos de nosotros, que no va con nosotros. Y, sin embargo, todo lo que vemos en la película sucedió en nuestra casa y forma parte de nosotros.. De alguna manera, eso es lo que ocurre ahora. La guerra de Ucrania está en Europa…. Para cualquiera de nosotros la guerra es un concepto abstracto, apenas unas imágenes o unos gráficos que aparecen en los medios de comunicación. Han pasado dos o tres generaciones de paz en Europa y eso hace que dejemos de considerar un conflicto armado como una posibilidad. Y eso es un problema grave porque existe el riesgo de idealizar la guerra, de no caer en la cuenta de todo el horror que trae consigo.. Eso me recuerda, por lo del olvido que menciona, lo que pasó hace poco en España. Un parlamentario se refirió en Congreso a la dictadura de Franco tras la Guerra Civil como un periodo de desarrollo…. La extrema derecha en toda Europa y en Estados Unidos se beneficia de la amnesia del pasado en la que vivimos. Por este motivo es tan importante para mí esta película. El olvido no solo con respecto a nuestra historia más reciente, también vivimos en un estado de olvido selectivo. Hablamos de lo que ocurre en Ucrania, Líbano, Israel o Palestina, pero no sabemos nada de Somalia, por ejemplo. Hay continentes enteros que son vacíos en nuestro conocimiento.. Precisamente, otro de los argumentos de Blitz es el racismo al que se enfrenta el protagonista y que ya estaba instalado en la sociedad británica…. Hay que tener en cuenta que, por la historia colonial, Londres era un lugar mucho más cosmopolita de lo que representa habitualmente. Es decir, la diversidad era enorme. Pero, con respecto a lo que hablábamos, las guerras de las que acabo de citar son todas de raza. Todos los conflictos tienen que ver con la raza. Ucrania, Palestina, Israel, Sudán… Así que no es un problema nuevo. La raza es la forma más evidente de explotar las diferencias y el modo de alimentar los conflictos de manera inmediata. Y eso lo sabe muy bien la extrema derecha. Y lo usa. Se habla ahora del racismo como si fuera un problema nuevo a erradicar como consecuencias del fútbol o algo así. Y no, está instalado en la sociedad desde hace tiempo y es un problema estructural.. Aunque sea complicado encontrar un motivo que reúna toda su filmografía, en general todos sus protagonistas buscan con denuedo la libertad. ¿Qué le inspira?. Sí. En lo que respecta a George en Blitz la motivación para contar su historia la encontré en la película Cero en conducta, de Jean Vigo. La idea de cómo un crío lucha por escapar de la institución en la que vive recluido. Pensaba en ella y en La infancia de Iván, de Andréi Tarkovski.. De nuevo, como en Small Axe, la música juega un papel muy relevante como espacio de liberación precisamente…. La música en la guerra en verdad es un arma más. Tranquiliza a la gente, la une, la levanta el ánimo. El personaje al que da vida Paul Weller en la película, el abuelo del niño, está inspirado en el abuelo de Paul. Cuenta que tenía un piano en la casa y cómo la música perfumaba todo el ambiente. La música es una arma muy poderosa capaz de transformar el mundo.. ¿Cuánto le preocupa el asunto de los Oscar?. En realidad, lo que más me preocupa es la longevidad de una película, lo que sea capaz de vivir en la memoria del espectador y, por qué no, en generaciones sucesivas. El Oscar, por supuesto, importa porque te permite seguir trabajando y seguir haciendo películas. Pero mi Oscar es otro. Hago películas porque quiero que queden en la memoria, quiero que la gente vuelva a verlas y debata sobre ellas.
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