Según Mario Benedetti, seis meses pueden ser suficientes para soñar con una vida entera, y ese es el periodo que ha transcurrido desde que Marc Murtra asumió el liderazgo de Telefónica. El ingeniero de Cataluña, quien era presidente de Indra hasta enero, fue elegido para reemplazar a José María Álvarez-Pallete como líder de la empresa de telecomunicaciones, después de que se realizaran modificaciones en su estructura accionarial que incluyeron la participación del grupo saudí STC y de la SEPI, además del fortalecimiento de Criteria Caixa. Su llegada ha conllevado una disminución de su alcance, al retirarse de varios países latinoamericanos. Sin embargo, es su nuevo plan estratégico el que genera mayor curiosidad entre inversores y analistas.
La compañía de telecomunicaciones registra un aumento del 14%, aunque se distancia de los niveles más altos del año.
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Seis meses pueden bastar para soñar toda una vida, que diría Mario Benedetti, y ese es el tiempo que ha pasado desde que Marc Murtra tomara las riendas de Telefónica. El ingeniero catalán, hasta enero presidente de Indra, fue designado entonces para relevar a José María Álvarez-Pallete al frente de la teleco tras completarse los cambios en su accionariado que supusieron la entrada del grupo saudí STC y de la SEPI, así como el refuerzo de Criteria Caixa. Su llegada ha supuesto hasta ahora una reducción de su perímetro, con su salida de varios países de América Latina, aunque es su nuevo plan estratégico el que despierta más interés ante inversores y analistas.. La acción de Telefónica ha logrado sumarse en este tiempo a la bonanza de la renta variable europea y española y ha recuperado un 14%, llegando a tocar el máximo anual en los 4,73 euros por título. Un comportamiento con el que logra duplicar el registrado por el sectorial de las telecos europeas, aunque queda muy por debajo del avance cercano al 57% de Telecom Italia o logrado por BT (40%), Tele2 (34%) u Orange (30%).. En el mercado crece la expectación ante el plan estratégico que la empresa prevé tener listo para finales de noviembre y que será la hoja de ruta a seguir por Murtra y que podría ejercer de catalizador para la acción. Unas directrices que deben pasar, en opinión de los analistas, por continuar en la senda de reducción de la deuda financiera, que a cierre del primer trimestre del año se situaba en 27.049 millones de euros —llegó a estar en 53.000 millones en 2016—, con una ratio de apalancamiento en 2,67 veces ebitda. Un nivel que los expertos de Moody’s prevén que se mantenga en 3,2 veces a cierre de año, lo que les lleva a mantener una perspectiva estable.. En el último informe de la agencia de rating sobre la compañía, los analistas de Moody’s detallan que podrían llegar a mejorar la calificación de Telefónica, actualmente en Baa3, si la empresa mejora sus ratios de apalancamiento, de forma que la ratio de deuda ebitda “se mantenga por debajo de las 3 veces de forma sostenida”. Ahora bien, reconocen que la calificación de Telefónica también refleja la incertidumbre en torno a su revisión estratégica tras el nombramiento de Murtra como presidente y Emilio Gayo como consejero delegado, y recuerdan que el primero “ha hecho hincapié en la consolidación dentro del sector europeo de las telecomunicaciones y en mantener el liderazgo en Brasil como mercado principal” y se muestran confiados en que el nuevo plan estratégico continuará con el compromiso de mantener el grado de inversión.. Murtra ha insistido en estos meses en que la consolidación será una de las claves de la revisión estratégica, tanto a escala nacional como a nivel europeo. Una revisión que coincide con la especulación que sobrevuela en el mercado sobre su posible interés por Vodafone España, en manos del fondo británico Zegona. Por el momento, la teleco ha ejecutado en este tiempo su salida de Argentina, Colombia, Uruguay, Ecuador y Perú y ha reforzado su papel en Brasil con la compra de FiBrasil. Desde Moodys calculan que la venta de su negocio de Hispanoamérica “desconsolidará unos 5.100 millones de ingresos y 900 millones de ebitda” y recuerdan que esta región “ha sido durante mucho tiempo una fuente de volatilidad para la empresa, y se ha considerado no esencial para los principales mercados de Telefónica: España, Alemania, Brasil y el Reino Unido”.. Por el momento, la subida registrada en estos seis meses en Bolsa ya habría agotado el potencial de Telefónica. Las firmas de análisis le otorgan un precio objetivo medio a 12 meses de 4,32 euros, por debajo de su cotización actual. Entre las más optimistas se encuentran GVC Gaesco, que cree que la teleco podría alcanzar los 5 euros por acción, algo que no hace desde abril de 2022, y Alphavalue, que llega a ver al valor en los 5,9 euros, para lo que hay que remontarse al estallido de la pandemia.. Solo el 20% de las firmas que siguen al valor mantienen un consejo de compra y entre los analistas prima el consejo de mantener en cartera. Es el caso de CaixaBank BPI, Barclays o Mediobanca, las últimas que han actualizado sus recomendaciones, junto a Alantra, que mantiene su consejo de vender sus títulos. Los expertos de Barclays han revisado ligeramente a la baja sus previsiones de crecimiento de los ingresos y ebitda ajusta para 2025 y 2026 tras la salida de Ecuador y Uruguay, aunque apuntan que “más allá de las cifras, los resultados se centrarán en el calendario de la actualización estratégica, el entorno competitivo en Alemania y las posibles operaciones de infraestructura en España”.. En Bank of America prevén que las cuentas de la empresa del segundo trimestre del año, que dará a conocer el 30 de julio, se vean afectadas por la evolución de las divisas, pero estiman que el ebitda del negocio de España se mantenga en territorio positivo y que el mercado en Brasil siga robusto pese a la debilidad del real brasileño.