El Festival de la Bande Dessinée de Angoulême, la cita más importante de Europa para las viñetas, ha contado con España como país invitado para su 52ª edición. Sin embargo, la segunda editorial de cómic por volumen de producción, ECC, no ha formado parte de la comitiva española. El 23 de enero, la empresa se declaró en concurso de acreedores. El Juzgado de lo Mercantil n°12 de Barcelona nombró un administrador para poner en marcha su disolución, tras declararse insolvente. La compañía, que además de la editorial tenía tiendas en Barcelona, Madrid y Alicante, su propia distribuidora y contaba con más de 90 empleados, cerraba así su trayectoria tras más de catorce años, dando fin a innumerables rumores dentro del sector. Hace un año, uno de sus responsables, Beni Vázquez, declaraba en una entrevista al portal Interempresas que pensaban abrir una nueva tienda y expandirse a Latinoamérica. Hoy, librerías de todo el país han denunciado públicamente irregularidades en los pagos. Este periódico ha intentado hablar con Vázquez para que diera su versión de los hechos, pero no ha habido ninguna respuesta. En última instancia, el porqué de la desaparición de la editorial es una incógnita… Seguir leyendo
La editorial de cómics se declaró en concurso de acreedores el pasado 23 de enero. Las librerías denuncian irregularidades en los pagos
El Festival de la Bande Dessinée de Angoulême, la cita más importante de Europa para las viñetas, ha contado con España como país invitado para su 52ª edición. Sin embargo, la segunda editorial de cómic por volumen de producción, ECC, no ha formado parte de la comitiva española. El 23 de enero, la empresa se declaró en concurso de acreedores. El Juzgado de lo Mercantil n°12 de Barcelona nombró un administrador para poner en marcha su disolución, tras declararse insolvente. La compañía, que además de la editorial tenía tiendas en Barcelona, Madrid y Alicante, su propia distribuidora y contaba con más de 90 empleados, cerraba así su trayectoria tras más de catorce años, dando fin a innumerables rumores dentro del sector. Hace un año, uno de sus responsables, Beni Vázquez, declaraba en una entrevista al portal Interempresas que pensaban abrir una nueva tienda y expandirse a Latinoamérica. Hoy, librerías de todo el país han denunciado públicamente irregularidades en los pagos. Este periódico ha intentado hablar con Vázquez para que diera su versión de los hechos, pero no ha habido ninguna respuesta. En última instancia, el porqué de la desaparición de la editorial es una incógnita… ECC comenzó su andadura en 1995 como tienda en el Mercado de Sant Antoni de Barcelona, pero fue en 2011, al hacerse con los derechos de DC Comics en España -propietaria de Batman o Superman-, cuando se convirtió en una editorial que facturaba millones de euros. En los últimos años, su actividad era frenética, llegando a acuerdos de distribución con otras editoriales, como Cascaborra o Inuit, y colaborando con la Universidad de Alcalá de Henares en su cátedra de cómic. Todo eso se ha esfumado. Los derechos de DC han sido adquiridos por la filial española de la italiana Panini, que ya publica en España los cómics de Marvel -rival directa de DC en EE.UU-. Aunque también han sido contactados por este periódico, sus responsables se han abstenido por el momento de hacer declaraciones a título personal. El jueves 30 de enero, Panini lanzó un aséptico comunicado donde se limitó a anunciar el próximo lanzamiento de las novedades de DC.. Los empleados esperan el ERE y que se aclare su situación laboral tras el concurso. Aquellos con los que EL MUNDO se ha puesto en contacto han declinado hablar. Pero hay otro colectivo afectado por el fin de ECC: sus autores. ECC había apostado fuerte la producción autóctona, pagando por sus trabajos tarifas poco frecuentes en el sector editorial español. Uno de los principales perjudicados es el madrileño Lorenzo Montatore. El artista era una de las perlas de la casa: ECC había publicado una lujosa antología de su trabajo titulada Obras incompletas y sus dos últimos cómics, Aquí hay avería y Si bailáis, entenderéis mejor las letras.. «El cierre ha supuesto una decepción, una pena y una incógnita. Ahora mismo desconozco qué pasa con mis derechos. Apenas hace dos meses que publiqué mi último cómic, y hay librerías que me han contactado a mí directamente demandando copias», señala el autor. Y continúa: «Es triste. Están tan desconcertados y tan desinformados como yo. Ahora mismo estoy consultando todo este tema con un abogado». Montatore sí rompe una lanza por la profesionalidad de sus editores: «El trato con David Fernández, mi editor, ha sido magnífico. Es un gran profesional que ahora se ve en una situación complicada. Y lo mismo con otros compañeros de marketing o prensa, a quienes también considero amigos y grandes profesionales».. Otro afectado es Daniel Deamo, que firma como Danide, que acordó con la editorial «reeditar» todas sus historias y sacar tres libros de la serie Aprendiz de cuervo. «Ya tenía dibujado el segundo, pero todo se paró. Me pagaron el segundo libro, pero finalmente no se va a publicar». Álvaro Velasco e Iñaki San Román, ambos guionistas en programas como Cachitos o Aída y artífices del podcast deportivo Paquetes, también han visto truncados sus proyectos. Con ECC habían publicado dos libros de temática futbolera, El álbum de Paquetes (con Montatore) y Viejas promesas, con el dibujante Pedro Rodríguez. San Román reconoce que tanto él como Álvaro eran «dos guionistas de televisión sin experiencia en el mundo del cómic». «Nuestros editores nos dieron la primera oportunidad en este medio y nos llevaron de la mano ofreciéndonos toda su ayuda y poniéndonos en manos de cracks del mundillo». Velasco, por su parte, señala que «una serie de obras que estaban en camino, alguna muy avanzada y otras en fase de gestación, se han quedado en el limbo». «Una pena, porque son historias muy potentes que se han quedado sin editorial. Eso en lo que toca a la parte emocional y que es la que más importa. Pero también está la económica».. Y esta es la cuestión ahora, qué va a pasar tras la disolución de la editorial. «No se nos ha comunicado nada. Ni el cierre, ni el número de tebeos que hemos vendido, lo que nos imposibilita pedir nuestros correspondientes royalties, ni cómo reclamar una serie de pagos que se deberían haber efectuado a estas alturas. No sabemos qué hacer», cuenta Velasco. Montatore indica que el cierre nadie le ha comunicado «de forma oficial» lo que va a suceder ahora tras la quiebra de la editorial. «Nos hemos ido enterando por terceros, librerías o redes sociales, lo siento por los trabajadores, son los más afectados».
Cultura