Una veintena de bancos europeos se enfrentaría a restricciones para repartir dividendos, pagar bonus y lanzar recompras de acciones bajo una crisis económica severa. Así lo revela el último test de estrés realizado a los grandes bancos, realizado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y supervisado por el Banco Central Europeo (BCE).. Seguir leyendo
Las entidades del sur de Europa resisten mejor por su rentabilidad y menor exposición al ladrillo que las alemanas y las nórdicas en los test de estrés realizados por la EBA y el BCE
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Una veintena de bancos europeos se enfrentaría a restricciones para repartir dividendos, pagar bonus y lanzar recompras de acciones bajo una crisis económica severa. Así lo revela el último test de estrés realizado a los grandes bancos, realizado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y supervisado por el Banco Central Europeo (BCE).. Los resultados de las pruebas de resistencia publicados recientemente reflejan que, bajo un hipotético escenario de tormenta económica, algunos bancos incumplirían con los niveles mínimos de capital exigidos por los supervisores para autorizar pagos a los accionistas o a los altos directivos en forma de bonus. “24 bancos incumplen su límite de capital distribuible basado en el riesgo en el escenario adverso […] y, por lo tanto, se enfrentan a restricciones en las distribuciones relacionadas con el capital (incluidos el pago de dividendos, la recompra de acciones y los pagos de remuneración variable) en el último año del escenario”, señala el informe del supervisor bancario. Ni la EBA ni el BCE especifican cuáles son esos bancos.. Como precedente, en 2020, cuando estalló la pandemia del Covid-19, ante la situación de incertidumbre económica que dominaba, el BCE ya vetó el reparto de dividendos y las recompras de acciones por prudencia. En ese caso, las limitaciones no estaban relacionadas con los resultados de los test de estrés, ni con que los bancos estuvieran por debajo del capital. El objetivo era contar con entidades fuertemente pertrechadas con capital y capaces de suministrar crédito y apoyar la economía.. Los test de estrés son una prueba que las autoridades realizan cada dos años para comprobar la resiliencia de los bancos ante un shock financiero. No se trata de una previsión, sino de una simulación para medir la resistencia bajo condiciones extremas. El objetivo es garantizar que los bancos disponen de suficiente capital para absorber los daños de una crisis severa.. En esta edición, el BCE planteó un escenario donde el PIB de la zona euro caería un 6,3%, el desempleo aumentaría 5,8 puntos porcentuales y se registrarían fuertes caídas en los precios inmobiliarios. La inflación también repuntaría un 10,7% en tres años, y los tipos de interés a largo plazo subirían en torno a 150 puntos básicos. Además de esos 24 bancos que se enfrentarían a ciertas restricciones en el dividendo, otras cuatro entidades de menor tamaño no cumplirían con su requisito de capital total. En total, estos cuatro bancos necesitarían 4.000 millones de euros adicionales para restablecer los niveles de capital conforme a los respectivos requisitos.. Fuentes de la EBA y del BCE recalcan a este medio que el ejercicio de los test de estrés no es una prueba de aprobado o suspenso. La prueba no conlleva sanciones directas ni implica suspender a los bancos con peor desempeño, pero sus resultados se integran en el proceso supervisor y sí pueden afectar a las exigencias de capital futuras. El BCE establece cada año unos requisitos de capital mínimo con los que debe contar cada banco. Y en ese sentido puede, por ejemplo, endurecer las exigencias de ese colchón capital o exigir planes correctivos a aquellas entidades que registren un mayor deterioro.. “Los supervisores utilizarán los resultados del test de estrés para evaluar las necesidades de capital de cada banco en el contexto del SREP (Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora). Los resultados ofrecen una base sólida para dialogar con cada banco y comprender acciones de gestión relevantes como su planificación de capital y distribución de dividendos, que aunque no se vean directamente afectadas por el test, pueden verse condicionadas”, detallan fuentes de la EBA.. De todas formas, el supervisor valora que los datos son mejores que los que arrojaron las pruebas realizadas dos años antes. “Esta cifra es significativamente inferior a la del ejercicio de 2023, donde 51 bancos se enfrentaban a restricciones en el último año del horizonte de la prueba en el escenario adverso. Esto refleja principalmente las fuertes mejoras en los balances y la rentabilidad de los bancos observadas en los últimos dos años”, indica el informe.. De hecho, durante la época de resultados récord de la banca, las autoridades vienen reiterando que deben usar esas ganancias para reforzar sus colchones de seguridad. “Los resultados de las pruebas de estrés muestran la importancia de mantener niveles sólidos de capital, incluyendo colchones liberables por encima de los requisitos mínimos”, añade el BCE.. Resultados dispares entre países. Existe una gran dispersión entre los bancos de los diferentes países. Un análisis de Morningstar refleja que los bancos de sur de Europa (España, Italia, Portugal y Grecia) se encuentran entre los más resistentes. De media, las entidades de estos países destruirían 178 puntos básicos de capital en un escenario de crisis severa frente a los 370 de media de la UE. Estos analistas atribuyen los buenos resultados a los dos años de alta rentabilidad, la menor exposición a sectores de riesgo como el inmobiliario comercial, un negocio centrado en banca minorista que permite aprovechar mejor la subida de tipos y una amplia base de depósitos poco sensibles al tipo de interés.. “Los bancos del sur de Europa han mejorado su perfil de riesgo y su capacidad de resistencia, lo que ha sido reflejado también en mejoras de rating”, señala el informe, que recuerda que 21 entidades de la región han visto elevada su calificación crediticia desde 2023, y “siete aún mantienen perspectiva positiva”, indican los analistas.. Sin embargo, Morningstar también evidencia que los bancos nórdicos y alemanes se mostrarían más débiles ante a una potencial crisis. Detalla que las entidades regionales germanas Landesbank Baden-Wurtemberg, Helaba, Bayern Landesbank y Norddeutsche Landesbank figuran entre aquellas con mayor deterioro de capital en toda Europa. En el escenario adverso, estas entidades perderían hasta un 35% de su capital de máxima calidad y acumularían pérdidas conjuntas de 6.000 millones de euros. Aunque ninguna incumpliría el umbral mínimo regulatorio, dos se acercarían peligrosamente, y todas muestran un fuerte deterioro de la calidad de los activos.. A diferencia de Estados Unidos, donde la Reserva Federal realiza directamente los cálculos, en Europa son las propias entidades quienes aplican los escenarios proporcionados por la EBA y reportan sus resultados. Esto puede generar discrepancias en la severidad del impacto estimado porque algunos bancos puedan suavizarlo. A principios de año, el BCE ya advirtió que podría realizar inspecciones in situ si detecta que alguna firma ha aplicado supuestos excesivamente optimistas.. “Durante este ejercicio, el BCE realizó visitas de corta duración para garantizar la calidad de las proyecciones de los bancos. Tras el test, algunos bancos serán sometidos a inspecciones más detalladas centradas en su capacidad para realizarlas”, detallan desde el BCE.