Cuando los trabajadores protestan suelen hacerlo amparados por sus representantes, los sindicatos. Esta premisa se suele cumplir aún más en el sector público, una de las actividades económicas con una mayor proporción de empleados afiliados a un sindicato. Estos días está captando atención una protesta de trabajadores públicos que no está respaldada por ninguno de los grandes sindicatos de la función pública, que son CSIF, UGT y CC OO. Es la que protagonizan los subdirectores y secretarios provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social, unos 200 empleados de los 12.680 que componen el INSS. Según dice uno de los últimos comunicados del comité de huelga, exigen soluciones “para revertir la situación de caos de una entidad gestora que con una estructura del siglo pasado y que con unas plantillas envejecidas y mermadas pretende hacer frente a los colosales retos de la protección social del siglo XXI”. Otras fuentes internas conocedoras del conflicto lo definen como “corporativista” y creen que se centra en una reclamación retributiva.. Seguir leyendo
Los subdirectores y secretarios provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social protestan por el “caos” de una entidad “con una estructura del siglo pasado”. Son unos 200 directivos, entre los que un 60% secunda los paros parciales
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Cuando los trabajadores protestan suelen hacerlo amparados por sus representantes, los sindicatos. Esta premisa se suele cumplir aún más en el sector público, una de las actividades económicas con una mayor proporción de empleados afiliados a un sindicato. Estos días está captando atención una protesta de trabajadores públicos que no está respaldada por ninguno de los grandes sindicatos de la función pública, que son CSIF, UGT y CC OO. Es la que protagonizan los subdirectores y secretarios provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social, unos 200 empleados de los 12.680 que componen el INSS. Según dice uno de los últimos comunicados del comité de huelga, exigen soluciones “para revertir la situación de caos de una entidad gestora que con una estructura del siglo pasado y que con unas plantillas envejecidas y mermadas pretende hacer frente a los colosales retos de la protección social del siglo XXI”. Otras fuentes internas conocedoras del conflicto lo definen como “corporativista” y creen que se centra en una reclamación retributiva.. Ya llevan nueve jornadas de huelgas parciales, que consisten en una pausa de dos horas en mitad de su jornada, y que están logrando un seguimiento, según los convocantes, de en torno al 60% de los dos centenares de subdirectores y secretarios provinciales. Denuncian que el “inmovilismo” del Gobierno y la continuación de los paros “está agravando la situación de deterioro de la gestión en prestaciones sociales de una relevancia vital”. Además, critican “la extenuante situación a la que se ven sometidas unas plantillas sobrecargadas, que han tenido que asumir nuevas prestaciones de tanto impacto social como el ingreso mínimo vital (IMV), cambios en los modelos de jubilación…”.. Acompañan sus quejas de datos concretos: dicen que hay más de 82.000 expedientes de incapacidad permanente pendientes de resolver (50% más que en 2023), más de 80.000 reclamaciones previas del IMV, más de 37.000 expedientes de reclamaciones previas de pensiones pendientes, más de 17.000 quejas presentadas por los ciudadanos (seis veces más que hace dos años)… El comité de huelga subraya que el ministerio no le rebate estos datos y recuerda que este jueves hay otro parón de dos horas. Ante las quejas por los expedientes sin resolver, que los convocantes dicen que se apilan por la escasez de personal, Seguridad Social suele recordar que muy a menudo se deben a falta de documentación requerida a los solicitantes.. El ministerio defiende su gestión. Desde el Ministerio de Seguridad Social indican que están “abiertos” a escuchar las demandas de todos los colectivos. “Este Gobierno está firmemente comprometido con la mejora de las condiciones laborales de los empleados públicos y ha llegado a numerosos acuerdos con los sindicatos más representativos para la mejora de las condiciones laborales y salariales, el más reciente el de 16 de mayo de 2023″, agrega el departamento que dirige Elma Saiz. Asimismo, la Seguridad Social dice que la secretaría de Estado transmitió su “compromiso” de trabajar conjuntamente con la Dirección General de Función Pública “algunas de las demandas, relacionadas con la estructura de la Seguridad Social”.. “Es cierto que, en los últimos años, la Seguridad Social ha vivido una transformación muy intensa a nivel normativo, procedimental y organizativo, con prestaciones nuevas como el IMV que han supuesto un aumento de tareas, en un momento en el que el personal estaba en mínimos históricos tras muchos años de tasas de reposición cero que no cubría el alto nivel de jubilaciones del personal”, agrega la Seguridad Social, que reivindica el plan “de choque” que viene desplegando “para paliar esta situación”. “Un ejemplo es la convocatoria de 2.500 plazas para el cuerpo específico de administrativos de la Seguridad Social, tras más de 30 años sin convocarse”, indican.. Sin respaldo sindical. Los grandes sindicatos del sector público no se pronuncian sobre esta protesta de los subdirectores y secretarios provinciales del INSS y no la respaldan. Distintas fuentes internas conocedoras del conflicto lo definen como “corporativista” y creen que se centra en un enfado por un plus salarial. Indican que proviene de un cambio normativo en incapacidad permanente que implica más trabajo para los médicos inspectores, y que se tradujo en una mejora para estos trabajadores de la Seguridad Social.. Desde el comité de huelga, Roberto Medina reconoce que esa subida, que no les aplicó a ellos, es uno de los elementos que activó la protesta, pero dice que no es el centro de la misma: “Nosotros nos hemos comido no una reforma normativa, sino varias. Hemos asumido el IMV y no hemos recibido un duro, y muchos otros cambios recientes. El hecho de que un colectivo en concreto por una modificación normativa reciba un dinero extraordinario es lo que hizo a la gente decir: ¿pero qué somos aquí, los tontos de la casa?”.. “Ellos [en referencia al ministerio]”, continúa Medina, “quieren hacer vender como que el origen de las protestas es una mejora de las condiciones económicas. Está dentro de las reivindicaciones, pero hay muchas otras muy importantes. No solamente nos hacen trabajar en unas ondiciones inhumanas, además vemos que a ciertos colectivos, cuando a ellos les interesa, les mejoran económicamente y casualmente siempre se olvidan de nosotros. Por primera vez en 30 años hemos dicho: ¿pero esto qué es? Lo que subyace es la estructura obsoleta, no lo pueden rebatir”.. Apoyo de Fedeca. La protesta ha recibido apoyo de la Asociación Profesional del Cuerpo Superior de Técnicos de la Administración de la Seguridad Social (ATASS), integrada en la Federación Española de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado (Fedeca). “Expresamos nuestro apoyo a las reivindicaciones de los subdirectores y secretarios provinciales del INSS para una mejora sustancial de sus condiciones de trabajo”, dice Fedeca en un comunicado reciente.. “Fedeca es consciente de que estos funcionarios tienen funciones superiores de responsabilidad técnica en la gestión del Sistema de la Seguridad Social, a través de las distintas direcciones provinciales del INSS. Hablamos, por ejemplo, de la responsabilidad directiva de la gestión de las prestaciones por incapacidad temporal, de las pensiones o del Ingreso Mínimo Vital. Su desempeño es primordial para el óptimo desenvolvimiento del servicio en un momento de sucesivos cambios normativos”, agrega Fedeca, que apunta más problemas: “Una deficiente organización del personal obsoleta, nefasta y caótica que, además de demostrarse poco efectiva, supone un deterioro progresivo de sus condiciones profesionales. Por ello, reivindican un reconocimiento expreso a la altura de la responsabilidad que asumen y la complejidad técnica de sus funciones”.