Recuerdo a Verónica Echegui en el rodaje de Orígenes secretos siempre sonriendo, tenía una alegría contagiosa. Hay intérpretes que con solo entrar en el set baja un par de grados la temperatura, que todo el mundo sabe que hay que tratarlos con distancia: son estrellas. Vero era justo lo contrario. Ella era experta en no darse importancia y en provocar un clima de cercanía sólo con un par de frases y esa sonrisa suya, que hacía sentir bien instantáneamente a los demás.. Seguir leyendo
El director David Galán Galindo contó con la actriz madrileña en su primer largometraje, ‘Orígenes secretos’
Recuerdo a Verónica Echegui en el rodaje de Orígenes secretos siempre sonriendo, tenía una alegría contagiosa. Hay intérpretes que con solo entrar en el set baja un par de grados la temperatura, que todo el mundo sabe que hay que tratarlos con distancia: son estrellas. Vero era justo lo contrario. Ella era experta en no darse importancia y en provocar un clima de cercanía sólo con un par de frases y esa sonrisa suya, que hacía sentir bien instantáneamente a los demás.. El día que la conocí, yo había quedado con ella para valorarla para el papel de Norma Celiméndiz (una policía cosplayer, decidme si no era un papel a medida para la Echegui) y me conquistó. Llegó a aquella cita conduciendo su propio coche (que tenía lleno de trastos por todos los asientos) y lo primero que hizo fue invitarme a montar en él para ir juntos a buscar aparcamiento. Era todo muy de andar por casa. Me había preparado mentalmente para conocer a una actriz que había sido descubierta por Bigas Luna y que estaba acostumbrada a trabajar en Estados Unidos. Yo era un director novel con más miedo que vergüenza, creí que me iba a comer con patatas. Pero no. Lo que me encontré fue a una chica que me habló como una amiga, con cariño desde el minuto uno. Y muy divertida.. Y la verdad es que, si pienso en Vero, recuerdo sólo cosas así. Cosas pequeñas en las que ella demostraba ser tan normal que dolía.. En el trabajo tenía una energía increíble, era un torbellino que deseaba experimentar. El tipo de actriz que siempre quiere más tomas. Yo le gritaba desde el combo «¡buena!» y ella replicaba que no, que lo podía hacer mejor, que hiciéramos otra. Las que hiciera falta. Mucho más exigente consigo misma que con los demás.. Y siempre a favor de obra. Incluso aunque se abrasara la mano, como hizo en una escena de la película, en la que tenía que apagar con un extintor a un hombre ardiendo. Los del equipo nos enteramos de su quemadura cuando acabó el día de rodaje, antes no quiso decir nada para no retrasarnos. Qué tía.. Fue un honor dirigirla. Una gran actriz que ahora es leyenda. Ojalá no lo fuera y poder seguir soñando con ponerla más cosplays locos en nuevas aventuras. Los que curramos con ella debemos dar gracias por haberla tenido en nuestras historias, porque las llenó con su corazón.. Quiero terminar mencionando a Roberto Pérez Toledo que la dirigió en Seis puntos sobre Emma y con el que hablé varias veces del placer que era trabajar con ella. Como él también se fue hace unos años, espero que haya salido a recibirla y le haya extendido la alfombra roja. Porque, aunque ella no quiera admitirlo, aunque no quiera las ínfulas y las frivolidades de la fama… Vero es y siempre será una estrella. De las más luminosas que he conocido.. David Galán Galindo fue director de ‘Orígenes secretos’, cuya protagonista fue Verónica Echegui
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