A los negocios no les gusta la incertidumbre, ni económica ni jurídica. Los vaivenes de la política comercial estadounidense han activado el modo contención en las empresas, que de la noche a la mañana habían pasado de una hoja de ruta basada en una ralentización suave de la economía a una de recesión activada por la guerra comercial. La pausa de 90 días anunciada por Donald Trump deja las previsiones de beneficios de las grandes empresas de EE UU en un limbo del que tendrán que salir en las próximas semanas, a medida que las cotizadas vayan retratando sus cuentas del primer trimestre del año y aclaren sus previsiones para los siguientes meses.. Seguir leyendo
Las empresas del S&P 500 podrían reducir sus beneficios por primera vez desde la pandemia y optar por no incluir estimaciones para el resto del año
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A los negocios no les gusta la incertidumbre, ni económica ni jurídica. Los vaivenes de la política comercial estadounidense han activado el modo contención en las empresas, que de la noche a la mañana habían pasado de una hoja de ruta basada en una ralentización suave de la economía a una de recesión activada por la guerra comercial. La pausa de 90 días anunciada por Donald Trump deja las previsiones de beneficios de las grandes empresas de EE UU en un limbo del que tendrán que salir en las próximas semanas, a medida que las cotizadas vayan retratando sus cuentas del primer trimestre del año y aclaren sus previsiones para los siguientes meses.. ¿Hacia dónde va la economía estadounidense? Esa es la pregunta que planea sobre las mesas de analistas y empresarios que ven como sus estimaciones de hace solo una semana se han convertido en papel mojado. Una muestra, solo 73 minutos pasaron entre un informe de Goldman Sachs que situaba en su escenario principal una recesión a uno que suspendía su anterior estimación. Ante el actual panorama de incertidumbre, las empresas del S&P 500 se preparan, según Bloomberg, para la primera reducción de sus beneficios desde el estallido del Covid-19 en 2020. Una situación que desencadenará, apuntan en UBS, una cascada de revisiones de beneficio a la baja, “que crearán más viento en contra para el mercado”. Según la agencia Bloomberg, hasta el momento los analistas casi no han recortado previsiones para 2025; en lo que va de año la bajada del beneficio por acción esperado en el S&P 500 baja apenas un 3%.. Ello obedece a que solo unas pocas cotizadas estadounidenses han publicado sus cuentas del primer trimestre. Entre ellas, Delta Airlines, que este miércoles optó por retirar su previsión de beneficio para todo 2025 solo unas semanas después de que hubiera rebajado sus cálculos para el primer trimestre por la incertidumbre desatada por la política arancelaria de Trump. “Dada la incertidumbre actual, Delta no reafirma las previsiones financieras para todo el año 2025 y proporcionará una actualización más adelante en el año a medida que mejore la visibilidad”, aseveró el jueves.. El primer plato fuerte de la temporada llega este viernes con la publicación de los resultados de BlackRock, JP Morgan y Wells Fargo, aunque no será hasta dentro de dos semanas cuando empiecen a publicar sus cuentas los siete magníficos: Tesla lo hará el martes 22 de abril; Alphabet y Microsoft, dos días después, y Amazon, Meta y Apple darán a conocer sus resultados entre el 29 de abril y el 1 de mayo. “Es probable que las empresas utilicen la temporada de presentación de resultados del primer trimestre para reajustar las expectativas de crecimiento en debido a la extrema incertidumbre (es decir, menor demanda, erosión del poder de fijación de precios, reducción de la inversión en capital), teniendo en cuenta los nuevos aranceles”, advierten desde JP Morgan.. En el caso del sector bancario estadounidense, el consenso de Bloomberg calcula que los beneficios se contraigan un 1,2% en los primeros tres meses del año y apunta a un aumento de las provisiones por el deterioro de las condiciones macroeconómicas. Ebrahim Poonawala, analista del sector bancario en Bank of America comenta que “aunque el principal interés de los inversores se ha desplazado a la evaluación del riesgo de recesión, se seguirá de cerca el comentario de la dirección sobre la confianza de los clientes ante los aranceles”.. Jamie Mills O’Brien, cogestor del abrdn Global Innovation Equity Fund, añade que “a medida que se deterioran las condiciones económicas, la aceleración del crecimiento del mercado estadounidense en 2025 parece cada vez menos probable. Prevemos nuevas rebajas del crecimiento de los beneficios del S&P a lo largo de este año”. Una situación que lleva a los expertos de UBS a asumir una contracción real de los beneficios empresariales del 5%, mientras que los de JP Morgan estiman una tasa de crecimiento de beneficios plana para 2025. “Dada la complejidad del comercio mundial y la complicación añadida por la reposición de existencias por parte de compradores y vendedores en los últimos meses, es posible que el efecto real de los aranceles no se conozca hasta dentro de unos meses, teniendo en cuenta las diversas partes interesadas en toda la cadena de suministro mundial″, comentan en el banco de inversión estadounidense.. La incertidumbre es máxima teniendo en cuenta que los aranceles de EE UU han sido congelados y no suprimidos. “Como resultado directo de los nuevos aranceles por un valor estimado de 600.000 millones de dólares (ceteris paribus), las revisiones negativas de los beneficios del S&P 500 deberían imitar una recesión asumiendo que la mayor parte de la carga arancelaria será absorbida por las empresas a través de márgenes más bajos y una demanda más débil”, reconocía esta misma semana JP Morgan. Los analistas del banco de inversión estadounidense ya dejaban claro que el consenso estaba revisando gradualmente a la baja las estimaciones, pero apuntaban que los gravámenes a los productos y servicios importados “deberían ser un catalizador para un evento de cascada” de rebajas en el beneficio por acción” de las empresas estadounidenses.. Con el temor a una recesión en el ambiente, Larry Fink, consejero delegado de la mayor gestora de fondos del mundo, BlackRock, alertó días atrás que la mayoría de los consejeros delegados con los que había hablado pensaban que EE UU ya estaba registrando una contracción de su economía. Una incertidumbre que pesa aún más en la temporada de resultados trimestrales, si bien, los estrategas de MacroYield comentan que pese al actual deterioro, la situación no es tan negativa como la registrada en el arranque de la primera legislatura de Trump, justo antes de que se activaran las rebajas de impuestos que siguen a día de hoy vigentes.. Más allá de los números que se den a conocer del primer trimestre del año, en las mesas de análisis sobrevuela la duda de hasta qué punto mantendrán las cotizadas estadounidenses sus previsiones para cierre de año u optarán, incluso, por retirar sus cálculos o ampliar sus horquillas para tener en cuenta un escenario de mayor incertidumbre. En el caso de las denominadas siete magníficas, en Refinitiv estiman que sus beneficios del primer trimestre avanzarán cerca del 18%, si bien, acabarán superando a los del S&P 500 por el menor margen en dos años. En Bank of America comentan que “existe una probabilidad razonable de que, en ausencia de alguna resolución o claridad, la transparencia pueda verse comprometida” y recuerdan que durante la pandemia fueron pocas las empresas del índice estadounidense que siguieron proporcionando esa información.