El órdago lanzado por los conservadores de la CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD para encender de nuevo el motor de la economía alemana y elevar con fuerza el gasto en defensa es visto por los analistas como “un paso histórico que podría marcar finalmente el comienzo de años mejores para la economía”, en palabras de los estrategas de ING. En Berenberg consideran que es “un cambio fiscal radical para Alemania” y lo resumen con “es una gran bazuca” para reimpulsar la industria germana en un momento en el que la guerra comercial amenaza con frenar la economía de la euro euro y en el que el pulso de Donald Trump insta a Europa a un cambio de paradigma para reforzar la seguridad del Viejo Continente.. Seguir leyendo
El plan de inversiones y gasto en defensa estimula la economía, refuerza la seguridad y contrarresta la amenaza de los aranceles de EE UU, a beneficio de industria y construcción
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El órdago lanzado por los conservadores de la CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD para encender de nuevo el motor de la economía alemana y elevar con fuerza el gasto en defensa es visto por los analistas como “un paso histórico que podría marcar finalmente el comienzo de años mejores para la economía”, en palabras de los estrategas de ING. En Berenberg consideran que es “un cambio fiscal radical para Alemania” y lo resumen con “es una gran bazuca” para reimpulsar la industria germana en un momento en el que la guerra comercial amenaza con frenar la economía de la euro euro y en el que el pulso de Donald Trump insta a Europa a un cambio de paradigma para reforzar la seguridad del Viejo Continente.. Un “giro de 180 grados en su política fiscal” del que habla JP Morgan que ha tenido una buena acogida en el mercado de renta variable, donde el Dax alemán se ha anotado este martes un 3,55%, pero provocando la peor jornada para la deuda germana desde la caída del muro de Berlín y una escalada de la moneda única hasta superar los 1,07 dólares.. “La decisión de un cambio de rumbo radical ya está tomada y no hay que subestimar esta señal política”, recalcan desde el banco de inversión estadounidense, donde creen que van a implicar un cambio sustancial en las previsiones económicas alemanas que puede tener efecto arrastre en la inversión privada. El paquete de medidas precisa de una modificación de la constitución alemana para, por un lado, reformar el freno de la deuda para excluir permanentemente todos los gastos de defensa superiores al 1% del PIB y, por otro lado, activar un fondo de infraestructuras por una cuantía de medio billón de euros. Además, busca elevar la capacidad de los Estados alemanes de financiación del 0% al 0,35% del PIB. Para lograrlo, precisan el apoyo de Los Verdes en el Bundestag, que se da por descontado gracias a las fuertes inversiones proyectadas, lo que les permitiría sacar adelante estas iniciativas con el apoyo de dos tercios de la cámara, según la composición actual. Ambas formaciones esperan presentar esta iniciativa la semana que viene y tienen de plazo hasta el 25 de marzo para lograr el visto bueno del Parlamento.. Rosa Duce, la responsable de inversión de Deutsche Bank en España considera que se trata de “un paquete impresionante, que además se pasará con el parlamento actual, lo que facilita elevar el techo de deuda (tan sólo parece que tendrían que convencer a los Verdes, pero dado el inmenso paquete de infraestructuras, parece algo bastante probable). Parece que Alemania, y por lo tanto, Europa, se pone por fin en marcha”.. Los cálculos más conservadores de UBS creen que los planes de estímulo anunciados ayer supondrán un impulso al crecimiento de 0,8 puntos porcentuales, a razón de 0,3 puntos porcentuales ligados al mayor gasto en defensa y otros 0,5 al aumento de las inversiones en infraestructura. En Goldman Sachs apuntan, por su parte, que el paquete podría impulsar el crecimiento de la economía alemana hasta un 2% en 2026, frente al 0,8% previsto hasta ahora si logra ser aprobado y puesto en marcha con celeridad. Mientras que en JP Morgan calculan el impacto que tendrán estas iniciativas en el déficit y concluyen que si el gasto en defensa se eleva hasta el 3,5% del PIB durante un largo periodo de tiempo podría disparar el déficit a cerca del 5,5% del PIB, contraviniendo las normas fiscales europeas y elevando el porcentaje de deuda pública sobre PIB hasta el 80% en la próxima década.. Reforma del freno de la deuda. En 2024 el gasto de defensa alemán ascendió al 2,1% del PIB. De él, un 1,2% proviene del presupuesto federal y el resto, de un fondo especial creado en 2022 —en el inicio de la guerra en Ucrania— y que se agotará en 2027. Conservadores y socialdemócratas han pactado ahora excluir todos los gastos de defensa superiores al 1% de los límites de freno de la deuda y evitar así tener que crear nuevos fondos especiales a futuro. Desde ING reconocen que se trata de un movimiento “políticamente astuto, ya que permite a la CDU/CSU presentar el cambio como impulsado por los acontecimientos recientes”. Ahora bien, comentan que no todos los miembros de la formación conservadora están de acuerdo con ello y que podrían llegar a votar en contra, lo que socavaría el liderazgo de Merz en el partido.. Los expertos de UBS recuerdan que en un primer momento el Ejecutivo alemán preveía ampliar el gasto en defensa al 2,3% en 2028 pero que este mecanismo abre la puerta a un mayor incremento sin chocar con las normas fiscales de la UE, tanto que en JP Morgan lo llegan a situar por encima del 3% en un intento de “reconstruir su capacidad militar tras 30 años de infrainversión crónica”. Más allá, comentan que esto supone instaurar un “cambio de paradigma. Desde 1945 hasta 2024 EE UU esencialmente garantizó la seguridad de Europa, y este fue especialmente el caso de 1990 a 2021. En resumen, en los últimos 30 años los contribuyentes de EE UU estaban pagando por la seguridad de Europa. Esa era ha terminado. Y probablemente nunca volverá”.. Medio billón en inversiones. Los expertos de ING consideran que este vehículo de hasta 500.000 millones durante una década “abordaría inversiones urgentemente necesarias, proporcionando tanto apoyo económico a corto plazo como aumentando el potencial de crecimiento a largo plazo. Esto coincide con nuestra visión anterior de inversiones adicionales de entre el 1% y el 1,5% del PIB en los próximos años”.. En UBS creen que mientras que Alemania pueda argumentar de forma convincente que este gasto en inversiones extra fomenta el crecimiento y tiene un impacto beneficio en el ratio de deuda, podría ser compatible con el marco fiscal de la UE. En 2023 el gasto en inversiones de Alemania ascendió al 2,8% del PIB, por debajo de la media europea (3,3%) y por inferior al 4,3% francés. En UBS creen que este fondo podría además liberar recursos del presupuesto federal y destinarlos a otras partidas, mientras que los expertos de Berenberg estiman que estas inversiones podrían destinarse además a hospitales, infraestructuras energéticas, educación, infraestructuras sanitarias y digitalización. “Espero que llegue un día día, probablemente aún en la distancia, futuro en el que los trenes alemanes vayan tan rápido y puntuales como los franceses, suizos o austriacos”, argumenta el economista jefe de Berenberg, Holger Schmieding.