La Caixa recupera poder e influencia sobre uno de los sectores estratégicos a los que ha estado vinculado históricamente: el agua. La intención de comprar el 5% de Veolia, valorado en casi 1.100 millones de euros, ha sido la fórmula que ha encontrado para regresar a la empresa que controla Agbar, gestora del ciclo integral del agua en alrededor de 1.300 municipios en España.. Seguir leyendo
El holding inversor vuelve al estatus de hace tres años, cuando poseía el 5,9% de Suez y un sitio en el consejo de administración que le permite ejercer influencia como uno de los accionistas de referencia sobre un sector estrechamente vinculado al ámbito municipal
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La Caixa recupera poder e influencia sobre uno de los sectores estratégicos a los que ha estado vinculado históricamente: el agua. La intención de comprar el 5% de Veolia, valorado en casi 1.100 millones de euros, ha sido la fórmula que ha encontrado para regresar a la empresa que controla Agbar, gestora del ciclo integral del agua en alrededor de 1.300 municipios en España.. Como es habitual en la estrategia inversora de Criteria Caixa, sus posiciones no son meramente financieras, sino que busca tomar una participación representativa que le permita ejercer su influencia en la gobernanza de la empresa. “Parte de la estrategia de Criteria Caixa se basa en el ejercicio previsto de influencia sobre las sociedades participadas a través de la representación en el consejo”, señala cada año el holding inversor en la documentación enviada a sus inversores.. Bajo estos principios de inversión se encuadra el desembarco en Veolia. El comunicado enviado por el conglomerado presidido por Isidro Fainé este martes da buena prueba de ello. Señala que su presencia en la empresa francesa contará con un representante en su cúpula. “Como accionista de referencia, apoyará la dirección estratégica, la gobernanza y la independencia de la compañía, tanto en el consejo como en la junta general. A través de esta representación, Criteria Caixa podrá contribuir significativamente a la gobernanza y al éxito a largo plazo de Veolia” sostiene el comunicado.. La prensa francesa reparaba este martes en que con esta inversión, Criteria Caixa pasaría a ser uno de los principales accionistas de la empresa. De hecho, será el único con voz en el consejo junto con los trabajadores de la empresa, que cuentan con tres miembros en representación del principal paquete accionarial del 7%. El resto de grandes accionistas son bancos franceses como Natixis o Caisse des Depots que cuentan con participaciones del 5% pero sin representación en el consejo. La mayoría del capital -un75%- es free float.. Esto permite a Criteria Caixa tener un papel relevante en la cúpula. Máxime, si se tiene en cuenta que la empresa francesa fichó como consejero independiente en 2023 a Francisco Reynés, actual presidente de Naturgy y exdirector general de La Caixa, considerado muy próximo al holding liderado por Fainé.. Con esta posición, Criteria recupera el estatus que tenía hasta 2022. Ese año vendió el 5,9% de Suez al calor de la opa hostil que lanzó Veolia. Hasta 2020, fue el propio Fainé quien representaba al holding catalán en Suez.. Fuentes al tanto de esta operación señalan que el verdadero deseo de Criteria Caixa por Veolia es Agbar. Sin embargo, la firma francesa se negó a vender la filial que aglutina los contratos municipales de agua en España. Por eso, la única forma que tenía para ejercer influencia era a través de la matriz.. Desde el punto de vista financiero, la compra de Veolia cumple con los estándares de inversión habituales del grupo: compañías con ingresos predecibles que ofrezcan un dividendo estable y a largo plazo que permita sostener la actividad social y filantrópica de la Fundación “La Caixa”.. Pero además, fuentes del sector y conocedoras de Agbar señalan que mantener un alto grado de influencia sobre esta compañía de aguas tiene mucha relevancia desde el punto de vista político. Agbar gestiona contratos millonarios que se adjudican en el ámbito municipal, por lo que la gestión del agua obliga a una estrecha relación con los poderes locales.. Uno de los más paradigmáticos es Aigües de Barcelona, la compañía que gestiona el ciclo integral del agua del área metropolitana de Barcelona. La sociedad está participada al 15% por Criteria Caixa, otro 15% por la autoridad metropolitana, donde tiene un peso específico el Ayuntamiento de Barcelona, y el 70% restante es propiedad de Agbar, hoy en manos de Veolia.. Otra clave en esta operación es la relación del actual director general de Criteria, Ángel Simón, con el sector del agua. Durante muchos años ha sido el presidente de Agbar, cargo que abandonó para liderar el holding de participadas que opera desde las Torres Negras de Barcelona. Llevaba vinculado a la compañía y el sector desde 1989. Su marcha de Agbar y de Aigües de Barcelona provocó malestar en Veolia, después de que se filtrara la supuesta intención de Criteria de hacerse con Agbar, algo que rechazó en todo momento el grupo galo. “No hay motivo para vender, más bien todo lo contrario”, dijo en noviembre la consejera delegada de la multinacional francesa. Pero resuelta esa controversia, las relaciones se han restablecido y han culminado en la compra del 5% de Veolia.. Criteria tiene una posición de influencia en sectores estratégicos como la energía (Naturgy), las telecomunicaciones (Telefónica), las finanzas (CaixaBank), el inmobiliario (Colonial) o la construcción y los servicios (ACS).. Con el desembarco en Veolia, recupera su posición de influencia en el sector del agua. “La operación supondrá un hito importante en el Plan Estratégico 2025-2030 de la compañía, que prioriza su papel como agente estabilizador de la economía, reforzando su compromiso con empresas de sectores estratégicos como la banca, la energía, las telecomunicaciones y las utilities, e impulsando el desarrollo industrial futuro mediante la inversión en nuevos sectores y proyectos” señalaba Criteria en el comunicado de este martes.. Fuentes del sector creen que esto le permite estrechar lazos con el poder municipal, de donde surgen algunas de las figuras políticas que posteriormente acaban en altos cargos de poder en el Gobierno central o las Comunidades Autónomas.